La calle del Turco
Por Édgar Velasco / @Turcoviejo
Apenas van doce días de enero y parece que el año tiene prisa. Esto, sobra decirlo, es apenas una percepción subjetiva: no es que los días estén pasando más rápido ni mucho menos, pero debido a la sucesión de cosas que han venido ocurriendo, pareciera que así es.
Guerras, desastres naturales, accidentes, violencia. Gaza, Ucrania, Japón, Ecuador.
Y México, por supuesto.
Y Jalisco, ni se diga: aquí los regalos los trajeron los Reyes Narcos.
2024 comenzó con ganas.
En el país el año va a estar movido: se renueva la fiesta privada de los partidos políticos, digo, habrá elecciones para cambiar al titular del Ejecutivo, las curules del Legislativo y una buena investigación cantidad de gobernaturas y presidencias municipales. Previo al descanso decembrino escribí acá sobre el acoso de las precampañas de cartón, que no sirven de nada porque las candidaturas son únicas. Quedan siete días más: el 18 de enero terminan las precampañas.
Luego, del 1 de marzo al 29 de mayo, comienza la pesadilla:vendrán las campañas, en donde ahora sí las personas que aspiran a tener un cargo de elección popular darán a conocer sus “propuestas”. Ya saben lo que dice el dicho popular: “prometer no empobrece”, así que los y las candidatas andarán en mangas de camisa pretendiendo entender la realidad del “México profundo” para ganar el voto de las personas, prometiendo soluciones irreales para problemas más que reales.
Sin importar lo que prometan los y las candidatas, hay grandes pendientes que es necesario poner sobre la mesa para exigir un plan de acción. El argentino Roberto Fontanarrosa dijo un día: “Yo casi siempre hablo desde el desconocimiento”. Suscribo la frase y cobijado con ella me atrevo a decir que es urgente exigir a las y los candidatos:
Y un largo, larguísimo, etcétera.
Estas son algunas cosas que creo que podemos exigir, antes de que los y las candidatas nos prometan convertirnos en potencias mundiales mientras se revuelcan en el lodazal.
El telón de 2024 ya se abrió y se viene un año movidito. Ustedes, personas que pasan por aquí, ¿qué pedirían?