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Éste domingo el presidente López Obrador anunció que antes de terminar su sexenio enviaría una reforma al congreso para que las pensiones del país entreguen más dinero a sus beneficiarios. A diferencia de lo que se ha dicho en diversos medios, esto podría no significar terminar con el régimen de las Afores, que sería la reforma de fondo que se esperaba, como explica Gustavo Leal, investigador de políticas de Salud Pública.
Texto: Arturo Contreras Camero / Pie de Página
El presidente López Obrador anunció que antes de finalizar su mandato enviaría dos reformas para mejorar las condiciones de quienes trabajan en este país, una enfocada en el salario mínimo y otra en las pensiones. Sin embargo, a diferencia de lo que reportaron varios medios, es posible que la reforma a las pensiones no acabe con el sistema de pensiones, pues esto implicaría aumentar la deuda pública.
“Ahí chocaría con sus prédicas de no endeudar. El sistema de pensiones necesita ser una prioridad para las finanzas públicas, como se ha decidido que es el sistema de trenes, o las recuperación eléctrica y todas esas cosas que son prioridades de esta administración. El sistema de pensiones, también debería estar ahí, pero eso no luce tanto”, critica el doctor Gustavo Leal, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, experto en Salud Pública.
Esta sería la segunda reforma a la manera en la que se maneja el sistema de pensiones durante la administración de López Obrador. La primera fue en 2020, cuando se reformaron varios artículos de la Ley del Seguro Social y de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, lo que podría esbozar el alcance de la reforma que prometió este domingo.
¿Acabar con la ley del 97?
En su anuncio, el presidente habló de una contrarreforma zedillista. Sin embargo, en 2020 el presidente ya operó una reforma a esas leyes ,algo que Gustavo Leal más bien califica de un tibio ajuste al apartado de las Afores en la ley.
Según esta reforma se redujo el número de semanas de trabajo necesarias para acceder a la pensión, se aumentaron las contribuciones que hacen los patrones de las mismas y se redujeron las cuotas que cobran los bancos por el manejo de las Afores, sin embargo, solo para un tipo de trabajadores.
Actualmente,en el país hay dos tipos de regímenes para el retiro, los del apartado A, que reciben seguridad social por parte del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), y los del B, que reciben seguridad social por parte del ISSSTE (el Instituto de Seguridad y Servicios Social para los Trabajadores del Estado). La reforma del 2020 solo cambió las normas para quienes se rigen por el apartado A.
Cuando se empezó a hablar de la reforma del 2020 se esperaba que la administración de López Obrador terminara con el sistema de Afores, sin embargo esto no pasó.
Gustavo Leal critica:
“Queda la duda de por qué dice eso (que son antizedillistas) si cuando lo que está pendiente es la reforma al apartado b. Respecto al modelo de Afores, no habría una corrección del modelo, como no lo hubo en el tibio ajuste del apartado en el que solo se patea el bote hasta el 2030”.
Actualmente hay 24 millones de personas aseguradas por el IMSS, que reciben su pensión conforme lo marcan las leyes del apartado A. Mientras que del apartado B son unos 2 millones, asegurados por el ISSSTE.