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Este año se espera que el Senado de salida a la #LeySilla, una reforma al artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo que, entre otras cosas, pretende dotar de una silla con respaldo a trabajadores que laboran de pie.
Por Arturo Contreras / Pie de Página
Tanto en Argentina como en Chile existen símiles a la Ley Silla que fue aprobada en comisiones del Senado mexicano a finales del año pasado. La ley, entre otras cosas, pretende dotar de una silla con respaldo a trabajadores que laboran de pie. Este sería un avance en una materia en la que el país tiene un pequeño rezago; las leyes de los países del Sur fueron aprobadas hace más de cien años.
En febrero iniciará arranca el nuevo periodo de sesiones en el Senado y hay buenas señas como que el grupo parlamentario de Morena, con mayoría en ambas cámaras, lo empiece a ver como un tema prioritario, reconoce en entrevista Rodrigo Cordera, consejero nacional de Movimiento Ciudadano quien redactó la iniciativa presentada por la senadora Patricia Mercado.
“En diputados todo se podría complicar”, reconoce Cordera. “Porque hay 500, se multiplican los intereses, por lo tanto podrían haber retrasos. Sobre todo por el periodo electoral, que hace que se enturbien las discusiones. Seguro que el grupo de Movimiento Ciudadano la va a presentar. Creo que Morena haría bien también en apropiarse de la iniciativa, porque así podría salir con mayor facilidad”.
La llamada #Ley Silla propone reformar la fracción V del artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo para establecer la obligación de las personas empleadoras a proveer asientos o sillas para quienes trabajan. También pretende modificar su artículo 133 para que nadie permanezca de por toda su jornada laboral; así como las fracciones I y V del artículo 423 para establecer periodos de descanso obligatorios. Para cumplir todo ello la propuesta propone adicionar un artículo para establecer una multa que iría de los 26 mil a los 259,350 pesos, así como la posibilidad de suspensión temporal.
Rodrigo Cordera se define a sí mismo, más que el consejero de su partido, como un chismoso social. Esa curiosidad le permitió, junto con los colectivos Terror Restaurantes, Mexicolectivo y con la influencer Alma Paz recorrer más de 180 establecimientos para ver de primera mano lo que miles de trabajadores en el país sufren: Estar parados más de 8 horas sin poderse
“Normalmente tengo que estarme comprando calzado cada tres meses, porque de tanto estar parada se gastan mucho y en mis talones tengo mucho cansancio” cuenta en un video una empleada de caja de un supermercado. “Inclusive, tengo ya como deforma… –antes de terminar suspira– se me está deformando el pie. A veces me siento en el bote de basura porque ya no aguanto mis pies”.
En algunos trabajos dejar de estar de pie imposibilitaría el trabajo mismo, por eso la necesidad de descansos obligatorios. Pero en otros, como los de tiendas departamentales, las cajas de los supermercados o el personal de los restaurantes hay un requisito impuesto a permanecer de pie por una cuestión de “buena imagen”.
EL MAL DE PERMANECER DE PIE
En las oficinas del mundo pareciera haber una nueva moda. La de los godínez que deciden dejar sus sillas para trabajar de pie frente a sus escritorios. Detrás de su revuelta podría estar la misma razón detrás de las Leyes Sillas del mundo: permanecer parado o sentado, por períodos mayores a dos horas no es sano.
“No es solo estar parado, estar sentado podría ser igual de dañino”, explica en una entrevista telefónica el doctor Héctor L. Frisbie, médico cirujano y experto en salud pública, “Los factores de riesgo cardiovascular por estar sentado por periodos de 6 horas son similares a fumar 5 cigarrillos, del otro lado, podemos mencionar todas las condiciones que causa estar de pie por más de dos horas. Las personas deben tener breaks, por lo menos cada dos horas”.
Un estudio publicado en 2018 en la Revista Americana de Epidemiología analizó durante 12 años a 7,320 ciudadanos de Ontario, en Canadá que trabajaban 15 horas a la semana o más y que no tenían enfermedades cardíacas al inicio del estudio. Las ocupaciones donde predominaba estar de pie se asociaron con un riesgo dos veces más alto de sufrir una enfermedad cardiaca.
La mayoría de los trabajos que demandan estar de pie son ocupados, principalmente por mujeres, por lo que las señales tempranas de osteoporosis y lesiones en la espalda no son extrañas. También tiene efectos en el bajo vientre, sobre todo de la matriz, pudiendo provocar abortos espontáneos. Amén de las perturbaciones en la circulación que provoca insuficiencia capilar o várices, que en un último efecto podrían soltar un trombo de sangre coagulada al torrente sanguíneo y provocar una tromboembolia pulmonar que son altamente letales.
LAS DIFICULTADES
“Como tal vez te has enterado, es bien complicado avanzar en cualquier tema laboral”, añade en entrevista Rodrigo Cordera. “Es difícil, porque los patrones sienten que hay una revolución y hay que avanzar a cuentagotas, con el hecho, con el solo hecho de que existe la iniciativa, de que los legisladores se den cuenta”.
De todas formas, poner el tema de las posturas y los cuidados mínimos en las políticas públicas mexicanas ya es un primer paso. En otros países estas reglamentaciones llegan a obligar a los empleadores a proveer tapetes, plantillas de presión, zapatos especiales, calcetas de compresión y sillas ajustables para permitir trabajar en diferentes posiciones, como marca la normativa de la Agencia Nacional de Salud Pública de Estados Unidos o CDC, por sus siglas en inglés.
“La salud en el centro de trabajo es proporcional a dos cosas: a la posibilidad de tener movilidad cada dos horas y a tener un buen servicio médico donde se haga un estudio de insuficiencia venosa a quienes trabajan de pie; debe de haber un programa de salud laboral, que es una especialidad médica, que cumpla con varios protocolos para las características de la actividad laboral”, añade el doctor L. Frisbie.
De mientras toca esperar el arranque de sesiones en el Senado y que en la Cámara de Diputados la negociación política sea eficiente.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.
Rodrigo Cordera es el típico politicastro trepador, apenas en 2018 andaba con su chalequito guinda pidiendo el voto para el Mesías y como al final no le toco bendición ni hueso, saltó a Movimiento Ciudadano donde de manera cínica intentó comprar el voto para alcalde de Benito Juárez ofreciendo pagar la deuda de la tarjeta de crédito.