En Pie de Paz
Por Tanya Elizabeth Méndez Luévano
En un mundo donde la paz a menudo parece esquiva, las mujeres hemos descubierto un poderoso instrumento para construir puentes y fomentar la armonía: los círculos de mujeres. Este espacio sagrado, cuidadosamente tejido entre emociones, afectos, risas, lágrimas y complicidades, se convierte en un terreno fértil para sembrar semillas de reconciliación y sororidad. Desde mi trabajo como terapeuta y formadora de terapeutas sensibles al cambio de paradigmas dentro de la salud mental y la intervención clínica, los círculos de mujeres se han convertido en catalizadores de paz y transformación.
La Conexión Femenina como: Un Acto Revolucionario
La importancia de la conexión femenina como un acto revolucionario en sí mismo. Permite que “los círculos de mujeres se conviertan en espacios donde nos encontramos en nuestra autenticidad, dejando a un lado las máscaras que la sociedad a menudo nos impone”. En este ambiente de aceptación y comprensión mutua, las mujeres pueden compartir sus historias, sus luchas y sus triunfos sin temor al juicio, reconectar y reconciliar las diferencias que el sistema patriarcal creo entre nosotras.
La Fuerza de la Empatía
Se resalta el papel crucial de la empatía en la construcción de paz. “Cuando nos sentamos en círculo, nos volvemos testigos de las experiencias de las demás mujeres” no estamos solas. “Este acto de escucha activa y compasiva crea un tejido de empatía que trasciende las diferencias y nos une en nuestras singularidades y vivencias compartidas”.
Reparación y Sanación
Los círculos de mujeres se convierten en espacios donde las heridas pueden ser expuestas y sanadas. Porque si la herida es parte de un sistema que nos oprime la reparación puede ser colectiva (es parte de una frase que retomo de Julia Dridiksson). La construcción de paz comienza desde adentro de nosotras pero al compartir nuestras historias de dolor y resistencia, se encuentra no solo apoyo emocional, sino también el inicio de un proceso de sanación que se extiende más allá del círculo mismo, se esparce a nuestros espacios más preciados y ahí puede surgir el cambio.
Las Mujeres como Agentes de Cambio
La capacidad transformadora de las mujeres como agentes de cambio para esta construcción de paz se puede dar “al fortalecer nuestra conexión, ya que creamos una red de mujeres fuertes, conscientes de sí mismas y dispuestas a abogar por la paz en sus comunidades”. Los círculos vienen de nuestras ancestras, se hacían para fortalecer la comunidad, se pretende con ello rescatar nuestros recursos para impulsarnos como mujeres a desafiar las injusticias y a trabajar juntas por un mundo más amoroso.
La construcción de paz a través de los círculos de mujeres se basa en la inclusividad y la diversidad. “La paz auténtica solo puede ser alcanzada cuando damos espacio a todas las voces”. Los círculos celebran la riqueza de perspectivas, creando un mosaico de experiencias que enriquece la comprensión mutua.
La Mujer como Puente entre Generaciones
El rol fundamental de las mujeres es el de ser puentes entre generaciones. “Cuando las mujeres comparten sus saberes y experiencias, crean una continuidad que trasciende el tiempo”. Al crear este intercambio generacional sana y enriquece la comprensión mutua y fortalece el tejido social necesario para la construcción sostenible de la paz.
Intentemos fomentar espacios que nos vuelquen a abrazar la diversidad, los saberes, los recursos con los que contamos para reconocer la fuerza transformadora de las mujeres en las comunidades, fomentemos espacios que se convierten en semillas de paz que germinan y florecen en nuestras comunidades para ir lejos.
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Doctora en Educación y Bienestar Social, Maestra en Terapia Familiar, Licenciada en Psicología, Diplomado en Violencia de Género y Narrativas. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y colabora en el Cuerpo Académico “Derechos Humanos, Políticas Públicas y Cultura. Es integrante del Centro de Estudios de Paz (CEPAZ)” del Instituto de Justicia Alternativa (IJA).
Retomar estos espacios que promueven el crecimiento y la transformación personal y colectiva resulta pertinente, no importa el asunto que convoque ( de paz, de comunicación, de hombres, mujeres )
Como espacios seguros, con comprensión empatica, escucha comprensiva, formulando acuerdos se aprende a valorar la palabra de cada miembro e ir a un encuentro respetuoso con nuestra cultura.
Hermoso todo lo que pones en letras Tanya! Admiro
Mucho todo tu trabajo, me haz tocado las fibras más sensibles de mi feminidad que ahora lo traslado en mi ser terapeuta, guiando a otras mujeres en su auto descubrimiento 💜
Así es. Si la heridas son dentro de un sistema, la curación debe ser colectiva. Y que mejor en un círculo de mujeres hablando el mismo idioma, enroqueciéndonos con experiencias semejantes. En un marco de empatía y ternura. ¿A dónde puedo aprender a generar un círculo de mujeres?