#FIL2023
Por Fernanda Noriega/ @fernoriegalasplantas
Es sábado 25 de Noviembre del 2023, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y una sala llena de éstas espera a Cristina Rivera Garza, quien habla sobre su más reciente obra: “Me llamo cuerpo que no está”.
En ella, reúne la poesía producida por la narradora y ensayista los últimos 10 años, recopilando textos como: La imaginación pública (2015), Viriditas (2011), El disco de Newton. Diez ensayos sobre el color (2011), La muerte me da (2007) y Los textos del yo.
“El objetivo de la literatura es producir presente, producir conversación. Un desdoblamiento”.
Con una presentación a cargo de Isabel Zapata y Jorge Esquinca; la cual se desenvolvió más como una plática entre viejos amigos; la autora comenta como el releerse fue -un camino de humildad-, pero que por fortuna ha sido muchas escritoras a lo largo de la historia.
Con este jugueteo entre la Cristina del pasado y la Cristina del presente, la autora precisa la importancia de escribir en comunal, de narrarnos y narrar al mundo a partir de las múltiples voces que nos han tocado; rechazando la idea romantizada del escritor solitario: “el escritor nunca está aislado, sino en contacto con los autores que lo han alimentado”.
Todos contamos historias, la labor de la escritora es digerirlas.
“Para la poesía… disposición”
De esta manera Rivera Garza plantea lo necesario para leer poesía contemporánea, a la cual normalmente, el público categoriza con respeto y lejanía.
No hay necesidad de ver el género como algo etéreo e inalcanzable, exclusivo para lectores y lectoras especializados, sino con voluntad de probar nuevas formas y presentaciones. No irse de filo a la métrica clásica ─el deber ser─, sino experimentar como todo y nada puede ser poético, referenciando a el “anti-humboldt” de García Manríquez: “Un poema no es lo que se dice, sino como está presentado”.
“La memoria es territorio. Si hay memoria, hay ficción”
La autora comentó el papel de la memoria en su obra más reciente. Haciendo una pequeña crítica al debate de los años 70 donde se condenaba el utilizar la experiencia propia para la creación literaria. La literatura es frontera, se baila entre el territorio de la “verdad de uno” y “la verdad del otro”, nunca es una representación idéntica de lo vivido ya que cada persona abstrae y extrae de sí elementos diferentes de la realidad. Somos una recopilación de archivos, sin saber de qué manera vamos a dar con la memoria de lo que buscamos encontrar.
“Justicia para Liliana”
Por último, una hora después, en el mismo salón lleno de mujeres trastocadas por su pluma y en conmemoración del 25N; Cristina Rivera Garza honra la memoria de su hermana, Liliana Rivera Garza, estudiante de arquitectura, la cual fue asesinada en 1990 a manos de su pareja. Más de 30 años después demandando justicia feminicidio todavía impune.
Felicidades, Fernanda!