En Pie de Paz
Por Giovana Patricia Ríos Godínez / @GiovanaPRG *
La Inteligencia Artificial (IA) forma parte de una revolución tecnológica que trasciende nuestras vidas. Esta fomenta el uso de los algoritmos para predecir, reconocer y tomar decisiones todos los ámbitos de la vida. ¿Cuáles son los retos en materia de construcción de paz, ética y derechos humanos ante el auge de la IA? Esta es la pregunta que nos invita a la reflexión ante la urgente necesidad de construir paz en un mundo tecnológicamente desafiante que genera incertidumbre.
La IA llegó para quedarse; sin embargo, a finales de 2023 su uso se ha generalizado en un ámbito débil o estrecho, es decir, enfocado a tareas específicas; por ejemplo, el uso del Chat GPT. Sin embargo, se trabaja a pasos agigantados en la construcción de una IA general o lo que llaman la superinteligencia artificial, misma que busca tener una inteligencia igual o superior al de los seres humanos con la capacidad de ser autoconsciente, resolver problema y planificar. Si bien esto es aún teórico, los ámbitos donde se están realizando más innovaciones son el armamentístico y en la ciberseguridad.
Los beneficios que la IA puede ofrecer a la humanidad se localizan en realizar previsiones estratégicas ante situaciones de desastres medioambientales, democratización del conocimiento, el aumento de avances científicos y el procesamiento de datos; empero, las consecuencias negativas también son claras; por ejemplo, la IA puede afianzar gobiernos autoritarios, se puede usar en el manejo de armas autónomas como las bombas tácticas y fomentar el recrudecimiento de guerras cibernucleares. Asimismo, la hipervigilancia y el uso en sistemas de justicia para predecir comportamientos criminales promueven la discriminación y debilitan los derechos humanos, además de afectar de manera desproporcionada a los grupos en situación de vulnerabilidad y marginación.
¿Es posible que la IA sea un aliado en la construcción de paz ante el panorama de violencia global? Las Naciones Unidas e instituciones eclesiales como es la Iglesia Católica se han pronunciado sobre ello. En el caso de la Jornada Mundial de la Paz que promueve el Vaticano, se ha anunciado que en 2024 el tema será la inteligencia artificial donde el Papa Francisco invita a un diálogo sobre el significado de uso reconociendo que tiene “un potencial disruptivo y efectos ambivalentes”, por lo que debe ser vigilada para que su desarrollo no tenga una lógica de violencia y discriminación. Se plantea una aplicación ética y responsable de las inteligencias artificiales (en plural) para que estén al servicio de la casa común y de la humanidad. Dos ámbitos que desde el Vaticano consideran esenciales en este debate ético es la educación y el derecho como espacios de fomento y reflexión de valores y generar una estructura de legalidad nacional e internacional para el uso de estas tecnologías (Vatican News, 2023).
La Oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos presenta dos escuelas de pensamiento que moldean el desarrollo de la IA. La primera se centra en la autorregulación por parte del sector privado que la desarrolla, esto implica que no siempre tiene normativas reguladoras claras centrando la autorregulación en un beneficio más económico que ético. En la segunda escuela está en el enfoque de los derechos humanos en el ciclo de vida de las IA. Este enfoque observa la aplicación de la IA desde el proyecto, el para qué de su creación, la recopilación de datos, el diseño, su desarrollo, la implementación y los resultados obtenidos (OHCHR, 2023).
El uso de la IA puede utilizarse tanto en ámbitos públicos como privados para aumentar el abuso del poder, pero puede ser también un dispositivo para el acceso a la justicia, la aplicación de leyes, evitar la corrupción, fomentar la protección social, etc. Pero para que esto sea éticamente viable, se necesita que existan leyes basadas en derechos que regulen su uso y fomenten medidas de prohibición cuando no se implementen de manera ética y no se ponga al ser humano y al planeta en el centro. La IA como herramienta en la construcción de paz tendrá por objeto el bienestar de la humanidad, favorecer la inclusión, el respeto a los derechos humanos y que el centro de su desarrollo no se centre en el capital y la violencia.
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Coordinadora de la Maestría en Derechos Humanos y Paz ITESO, integrante del Centro de Estudios para la Paz (CEPAZ) y Secretaria de la Red Nacional de Paz ANUIES. giovanarios@iteso.mx