“Carlos escucha, tu madre está en la lucha, Carlos escucha, te amo, hijo.”
Texto y fotografías por Miranda Chavarria / @mirandachavarria
“Cuando matan a mi hijo, trataron de estigmatizarlo, de incriminarlo y desgraciadamente, mucha gente pensó que era un militar infiltrado, porque antes de que lo mataran hubo una campaña de dos años, diciendo que era un militar infiltrado”, son las palabras de María de Lourdes Mejía, madre de Carlos Sinhué Mejía Cuevas, quien a 12 años del asesinato extrajudicial de su hijo el 26 de octubre de 2011, continúa buscando justicia.
“Mamá Lulú”, como otras madres buscadoras llaman cariñosamente a María de Lourdes, hace protesta cada aniversario en algún lugar para exigir justicia por el asesinato de su hijo, esta vez fue a las afueras de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX), quien a su vez dijo que el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, habría ratificado que Carlos Sinhue fue asesinado por un supuesto crimen pasional, pues se encontraron disparos en el área pélvica del activista y delitos contra la salud.
Lourdes Mejía, cuenta también que días antes del crimen en contra de su hijo, lo habrían estado amenazando durante meses, supuestamente por su activismo político. En ese entonces, Carlos Sinuhé se unió a varios colectivos sociales e, incluso, llevaba una bitácora en donde él había documentado que dos de los estudiantes de la FES-Cuautitlán, lo estaban siguiendo.
De igual manera, Lourdes declaró que al poco tiempo de que le arrebataran la vida a Carlos, intentaron matarla también a ella:
“lo reporté a la Fiscalía, al MP que estaba en ese tiempo, y me dijo “no se preocupe si le hubieran querido matar, le hubieran matado”, esa fue la respuesta del Gobierno del Distrito Federal en ese tiempo”.
Carlos Sinuhé Cuevas Mejía, fue partícipe de procesos de organización estudiantil al interior de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los cuales buscaban que existieran espacios a comedores y fotocopias a menor precio, así como en proyectos de autogestión y autoconsumo de productos para contribuir a la mejora de condiciones precarias de las y los estudiantes
Carlos Mejía fue asesinado con 16 disparos con armas de uso exclusivo del ejército, a unos metros de su domicilio ubicado en Topilejo, por la carretera libre México-Cuernavaca, era estudiante de la FFyL por la UNAM. Hasta el momento no hay detenidos y la Secretaría de Seguridad Pública, la Procuraduría General de Justicia —en ese entonces a cargo de Miguel Ángel Mancera— y el Tribunal Superior de Justicia, autoridades responsables del caso, les dijo a la madre de Carlos que las carpetas de su investigación, se echaron a perder después de que la oficina se inundara. Lourdes, también señaló que al momento de la ejecución de su hijo, había presencia policial.