¿Reivindicación o reparación? UNAM ofrece disculpa pública por omisiones en la búsqueda de Mariela Díaz

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En un acto emblemático, la familia de Mariela Vanessa Díaz Valverde, estudiante de la Facultad de Filosofía desaparecida desde hace más de cinco años, recibió una disculpa pública de la UNAM por las omisiones cometidas en la búsqueda de la joven, cuyo paradero aún se desconoce.

Por Isabel Briseño / Pie de Página

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ofreció este miércoles una disculpa pública a la familia de Mariela Vanessa Díaz Valverde, estudiante de segundo semestre de Letras Hispánicas que desapareció el 27 de abril de 2018 en la alcaldía Iztapalapa.

La joven avisó a su familia que iría a Ciudad Universitaria, pero nunca regresó. Su madre, Herminia Valverde, acudió a las instalaciones universitarias para pedir ayuda ante la desaparición de su hija, pero no recibió respuesta. Tampoco de la Fiscalía de la ciudad de México. Los familiares reclamaron a la UNAM un pronunciamiento del rector, Enrique Graue, para presionar a las autoridades de la ciudad en la búsqueda de la joven, pero esto ocurrió hasta el 7 de mayo, es decir, 11 días después de la desaparición y después de una protesta de otros estudiantes.

“Hoy estamos aquí para rendir una disculpa pública por las gestiones y omisiones ante su desaparición, ocurrida hace ya más de cinco años”, declaró Graue en la ceremonia.

El rector de la UNAM reconoció que el personal universitario no compartió oportunamente información con la familia de Mariela y que no hizo un llamado a las autoridades de la Ciudad para agilizar su búsqueda y localización. En ese momento, la institución o tenía un protocolo para atender desapariciones.

En el auditorio Dr. Alberto Guevara Rojas de la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria participan la hermana de Mariela y algunas autoridades de la Universidad como el rector Enrique Graue en el acto de disculpa pública. Foto: Isabel Briseño

La magnitud del horror

“La reparación es quizá, una de las tareas más difíciles y complejas que pueda llegar a proponerse una persona o una comunidad. Reparar implica entre otras cosas ejercitar la memoria de quienes intervienen en dicho proceso para que no olviden lo que un día mínimamente le solicitamos para encontrar a Mariela, no olvidar que es importante por lo que un día no fue para Mariela es decir, las condiciones mínimas para su búsqueda urgente que sí pueden ser y deben ser para las y los demás jóvenes de esta comunidad”, señaló Gabriela Díaz Valverde, hermana de Mariela.

Llegar a la disculpa, dice, fue un logro de la familia, de las colectivas y del movimiento estudiantil. Además, el acto fue en honor a Herminia Valverde, madre de Mariel y quien falleció hace unos meses sin encontrar a su hija.

“Si algo me enseñó mi querida madre fue a no tener miedo para usar la voz y decir la verdad, así como para expresar lo que nos duele y nos afecta en la búsqueda de la justicia”

Gabriela señaló que no deja de pensar en que si en su momento se hubiese hecho una búsqueda diligente, quizá la historia hubiera sido otra. También pidió reconocer la magnitud del horror del fenómeno de la desaparición y de la violencia.

De acuerdo con el portal de la Comisión Nacional de Búsqueda hasta esta semana, hay 112 mil 265 personas desaparecidas y no localizadas en el país. De éstas, 26 mil 600 son mujeres.

La edad en la que ocurre mayoritariamente su desaparición es entre los 10 y los 14 años. De acuerdo con el último informe publicado por la misma comisión las mujeres representan el 24.7 por ciento de las personas desaparecidas y dentro de este grupo las personas menores de 18 años es decir, las niñas y las mujeres adolescentes representan el 55.3

Desde el colectivo Nos hacen falta, han realizado un registro entre el 2002 y 2020 donde existen 96 casos de personas asesinadas o desaparecidas que son parte de la comunidad de la UNAM.

Registraron 12 desapariciones, una desaparición forzada, 44 homicidios, 25 feminicidios, 4 ejecuciones extrajudiciales y 4 muertes accidentales de personas de la comunidad universitaria, de los cuales el 20 por ciento de los casos han sucedido en el recinto educativo o las inmediaciones y el 27 por ciento de todos estos casos ocurrió entre 2017 y el 2018.

Después de la conferencia, familiares de Mariela y de otras personas desaparecidas realizan una caminata por la UNAM y se ddetienen el jardín donde Luis Roberto Malagon donde perdió la vida el 18 de agosto 2017, en donde fue ahogado, familiares denuncian que el personal de la Universidad dio información falsa respecto a la muerte del joven estudiante. Foto: Isabel Briseño

“La comunidad no va a olvidar“

“Hoy estamos aquí, porque las autoridades de la UNAM tienen una política de trato a las familias de personas desaparecidas y asesinadas que es profundamente revictimizante. Hablamos de lo que han elegido no hacer, de lo que han hecho de manera tardía y de lo que hacen de manera errónea y dañina”, señaló Roxana Romero Román, integrante del colectivo “Nos hacen falta”.

Indicó que las autoridades no solamente no aprovechan todas las capacidades que reúne la máxima casa de estudios para apoyar a la búsqueda de las y los miembros de su comunidad, sino que la Universidad ha demostrado un actuar sistemático ante los casos de violencia que ha consistido en negar su responsabilidad y estigmatizar a las víctimas e inclusive obstruir procesos de justicia.

“La comunidad no va a olvidar. No va a olvidar que cuando Mariela Vanessa fue desaparecida, su familia y la comunidad fuimos a rectoría con tres peticiones claras para ayudar a encontrar a nuestra compañera. La respuesta de Rectoría, al menos en dos ocasiones el 9 y 16 de mayo de 2018, fue cerrar las puertas con reja, candados, cadenas y apagar las luces, ese fue el mensaje de Rectoría: las puertas están cerradas para las víctimas de su comunidad”, señaló Roxana Romero. 

Por su parte, en nombre de la Universidad Nacional Autónoma de México, el rector Enrique Graue Wiechers ofreció una disculpa pública por las omisiones cometidas ante la desaparición de la estudiante Mariela Vanessa Díaz Valverde.

Acompañado por el coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez; y la directora de la FFyL, Mary Frances Teresa Rodríguez Van Gort, el rector de la UNAM afirmó que, en este caso, la falta de entrega oportuna de información a la familia por parte del personal universitario y la exigencia tardía de su búsqueda y localización, contribuyeron a las dificultades que enfrentó la familia ante las instancias responsables de la investigación para su localización.

“Si bien corresponde a las fiscalías de Justicia la investigación de los delitos, me disculpo, en nombre de la Universidad Nacional Autónoma de México, ante ustedes y ante toda la comunidad universitaria, por lo que pudimos hacer y que no hicimos o hicimos insuficientemente”, expuso ante Gabriela Díaz Valverde.

¿Quién es Mariela?

El colectivo “Nos hacen falta” nació en 2015 con la intención de acompañar a las familias de personas desaparecidas y asesinadas de la UNAM. Foto: Isabel Briseño

Mariela Vanessa Díaz Valverde desapareció en la alcaldía Iztapalapa el 27 de abril del 2018 hace cinco años cinco meses y 14 días hasta hoy.

De acuerdo con una reconstrucción de los hechos elaborada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la joven salió de su casa sin avisar a su madre, ni a su hermana, No regresó. La madre de Mariela denunció la desaparición ante el entonces Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), pero a pesar de que la familia de la joven declaró no tener indicios de que fuera una ausencia voluntaria, el centro clasificó la ausencia de la joven como «extravío».

Los familiares acusaron negligencia de las autoridades, entre otras cosas, porque extraviaron los videos del área donde estuvo la joven por última vez. En 2021, la Fiscalía General de Justicia de la ciudad ofreció una recompensa de 250 mil pesos a quien proporcionara información que ayude a encontrar a la joven, pero no ha tenido resultados.

Su hermana dice que Mariela es la representación de la bondad para todas las personas que la rodeaban, porque ponía atención a cada detalle y sabía escuchar y estar presente.

Gabriela exigió a las autoridades que hagan lo que les corresponde desde su responsabilidad y sobre todo desde la humanidad y lamentó el hecho de tener que exigir empatía y no se haya brindado genuinamente desde un principio.

“El daño solo se repara si estamos dispuestos a recorrer el camino juntos y a reconocernos como seres humanos en el proceso para poder avanzar en nuestras exigencias de justicia y verdad”. 

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Este texto se publicó originalmente en Pie de Página, se reproduce en virtud de la #AlianzaDeMedios de la que forma parte ZonaDocs:

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