Amealco: lugar de manantiales en sequía 

¿Cómo es que llegó a quedarse sin agua, un municipio cuyo nombre significa “lugar donde el agua brota entre las rocas”?

Paola López, estudiante del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro.

Amealco de Bonfil se encuentra a tan sólo una hora de la capital de Querétaro, y es un lugar que te envuelve con sus bosques. Su nombre significa lugar de manantiales o lugar donde brota el agua por entre las rocas; sin embargo, está enfrentando una gran sequía. 

Las comunidades que viven en el cerro de Chitejé de la Cruz, en Amealco, se están quedando sin agua, principalmente, por el cambio climático y las frecuentes sequías. Por ello, se ven limitados al uso de la misma y tienen que reutilizarla durante semanas para poder continuar con sus actividades diarias.   

El propietario de Rancho Calixto, Clemente Obregón, mencionó que hay pozos suficientes en el territorio, pero uno de los problemas es que la demanda ha aumentado, pues la población ha incrementado considerablemente y el agua se tiene que repartir con la misma infraestructura.

Del mismo modo, señaló que las tuberías son viejas y no soportan tanta presión, pues tienen sarro, lo cual influye en el caudal y dificulta el paso del agua. Sin embargo, el problema principal está en las sequías que el municipio está sufriendo en los últimos años, pues “los manantiales están más bajos y la capacidad de precipitaciones también ha disminuido notoriamente” aseguró Clemente.  

A lo largo de la historia, las sequías han sido un fenómeno constante, pero cada año están aumentando tanto en frecuencia como en intensidad. El cambio climático es un tema que se nos ha introducido desde que somos pequeños, en la escuela, en las noticias, en los libros, etcétera. Somos conscientes de las consecuencias que este tiene; no obstante, pasan desapercibidas hasta que sus impactos nos empiezan a afectar directamente.   

Es así como no tenemos que ir tan lejos como a países de África para entender la urgencia de atender esta problemática. Querétaro está presentando altos y alarmantes índices de sequía que aumentan año con año.

Actualmente, los 18 municipios del estado presentan algún nivel de sequía.

De acuerdo al Monitor de Sequía de México de la CONAGUA, de la superficie del estado se reporta que el 12.8% está en sequía extrema, 44.1% en sequía severa y 43.1% en sequía moderada, cubriendo así el total del estado.

Amealco se encuentra dentro de la sequía extrema, lo cual implica pérdidas en cultivos o pastos, alto riesgo de incendios, escasez de agua y restricciones en el uso de esta. 

Las comunidades que habitan en Chitejé de la Cruz se encuentran ante desafíos causados por la escasez de agua. En repetidas ocasiones, se han quedado sin el suministro de esta durante un mes completo, lo cual impone una carga difícil a los habitantes. 

Un testimonio que ilustra este problema es el de María de la Cruz, quien atiende la Tienda La Naranja en su día a día. “Lamentablemente la falta de agua es algo que pasa todo el tiempo” compartió María.

Además, relató que enfrentaron la falta de agua durante todo el mes de abril del presente año y que se ha convertido en un fenómeno normalizado dentro de las viviendas. Esta situación ha provocado que los habitantes estén preparados para enfrentar la sequía teniendo que adaptar ciertas acciones rutinarias para sobrellevar esta problemática.

Otro claro ejemplo son Juana y Sara, pues también se han visto forzadas a tomar medidas secundarias para lidiar con la problemática. Una de sus soluciones implica dirigirse hacia un pozo ubicado detrás de la escuela primaria Cuauhtémoc.

Para ello, se levantan alrededor de las cinco de la mañana para hacer fila junto con otras personas de la comunidad que también quieren suministrarse. Llenar sus galones de agua se convierte en una tarea que consume no solo gran parte de su tiempo, sino también de energía.

Regresar del pozo a sus casas a llevar agua a sus familias les toma casi un día completo, pero es esto lo que les permite continuar con sus actividades cotidianas. 

Una vez que obtienen un poco de agua del pozo, tienen que administrar cuidadosamente el uso de la misma para llevar a cabo las actividades rutinarias y básicas del hogar para satisfacer sus necesidades como las de su familia. Juana explica que frecuentemente se encuentra en una situación en la que debe decidir si destinar el agua para su aseo personal o reservarla para la cocina y el lavado de trastes.

Asimismo, cuando destina una parte del agua para lavar los trastes, coloca debajo de ellos una cubeta vacía para que el agua que cae de los platos esté nuevamente almacenada en una cubeta que después utiliza para el baño. Lo mismo hace al lavar su ropa.  

Ahora bien, el aseo personal se ve influenciado significativamente. En temporadas en que las viviendas no reciben agua, se ven obligados a ducharse no más de una vez por semana, “cuando no hay agua nos tenemos que bañar una vez cada ocho días” expresó Juana.

Esto puede ser gravemente perjudicial para la salud de los habitantes. La higiene personal es esencial para prevenir enfermedades y mantener una buena salud, además la probabilidad de contraer enfermedades infecciosas transmitidas por el agua aumenta. 

Otra consecuencia de las sequías son los incendios.

En Chitejé han ocurrido un número significativo de incendios, además de que estos han aumentado su frecuencia e intensidad en los últimos años, lo cual en gran parte es debido a la deforestación, pero las sequías también tienen un rol significativo en la frecuencia e intensidad de los mismos.

Por ello, Amealco al presentar sequía severa, es bastante propenso a incendios y más en zonas boscosas como lo es Chiteje de la Cruz. 

Un ejemplo de esta situación es un incendio que persistió durante una semana debido a la dificultad para extinguirlo por completo. Este era supuestamente apagado, pero las llamas volvían a crecer volviéndose un ciclo que ocurrió tres veces.

Esto ocurrió cerca de la Tienda La Naranja, y María de la Cruz expresó que no había agua suficiente para apagarlo, por lo que fue una experiencia bastante preocupante para ella y su familia, pues temían que el fuego se extendiera hasta su hogar y no tener con qué apagarlo. 

 Ahora bien, es importante resaltar que las consecuencias del cambio climático y de las sequías no son las mismas para todos los habitantes. A diferencia de Sara, Juana y María, Clemente ha tenido los recursos suficientes para poder construir toda una infraestructura para que en su rancho no afecte gravemente la escasez de agua.

Clemente menciona que ahora tiene canales blancos hechos de un material similar al PVC con la finalidad de llevar agua de un lugar a otro y así poder almacenarla en un pequeño bordo que le funciona como riñón y de esta forma bombear agua a otros bordos. De esta forma él puede continuar cuidando de su invernadero y de sus propiedades.  

Como solución a corto plazo, el gobierno municipal ha mandado pipas de agua a estas comunidades para suavizar la situación de quedarse sin agua durante semanas. Sin embargo, “se debe hacer algo más, pues es como poner un parche temporal que no soluciona el problema de raíz” comentó Sara. 

La sequía en Amealco es un claro ejemplo de los efectos del cambio climático. Este es un  fenómeno que no solo afecta a esta localidad, sino a todo el mundo, pues los ecosistemas y sistemas climáticos están interconectados en todo el mundo. Puede tener consecuencias en cascada sobre la economía, ecosistemas y todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, según el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.

Así pues, tiene consecuencias en la producción de alimentos y los precios de los productos básicos, lo que puede tener repercusiones en la seguridad alimentaria a nivel regional y nacional. 

El testimonio de habitantes como Sara, Juana y María de la Cruz muestra la realidad que enfrentan. La falta de acceso al agua ha obligado a estas personas a adaptarse de manera extrema. Desde levantarse antes del amanecer para hacer largas filas en un pozo hasta reutilizar el agua para tareas básicas como cocinar, lavar trastes o bañarse.

Su vida se ha convertido en una lucha constante por asegurar el acceso a un recurso vital como es mencionado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible  

En última instancia, debemos reconocer que la sequía en Amealco es un recordatorio tangible de que el cambio climático es una realidad que impacta nuestras vidas cotidianas. La gestión responsable del agua y la adopción de prácticas más sostenibles son pasos fundamentales que debemos tomar para proteger nuestro futuro y el de las próximas generaciones. La historia de Amealco nos recuerda que la sequía no es un problema aislado, sino un desafío global que requiere una respuesta global. 

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Este reportaje fue realizado en el marco del Bloque de Producción periodística convergente del Tec de Monterrey Campus Querétaro, del cual ZonaDocs fungió como socio formador. 

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Somos un proyecto de periodismo documental y de investigación cuyo epicentro se encuentra en Guadalajara, Jalisco.

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