La Red Nacional de Refugios (RNR) presentó el “Análisis del Presupuesto para #Refugios rumbo al X Informe de la #CEDAW”, donde evidenciaron sus preocupación sobre la asignación de recursos que se pretende otorgar en 2024 a los refugios para mujeres y sus hijos; además expresaron que hablar de presupuestos es hablar de derechos humanos, pues con las herramientas necesarias se puede trabajar de la manera más óptima, aún cuando el gobierno sea omiso en sus labores de protección.
Por Alondra Angel Rodriguez / @AlondraAngelRo
Los refugios son lugares dignos y seguros que promueven las libertades de las mujeres, pues impulsan el ejercicio pleno de sus derechos, autonomía y habilidades. Son, además, un lugar que brinda cobijo a mujeres víctimas de la violencia machista, pero que también protegen a las hijas e hijos de quienes no cuentan con redes de apoyo sólidas o que, por el peligro en el que está su vida, deben ir a lugares seguros y confidenciales.
Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios (RNR), expresó que la Red tiene más de 20 años, y que desde su conformación sabían que el camino no sería fácil, pero: “estábamos y estamos seguras de qué íbamos a proponer opciones y modelos efectivos con enfoque de derechos humanos para acompañar a mujeres que huyen de sus hogares para salvar sus vidas, muchas de ellas junto con sus hijos e hijas”.
Agrega que hoy en día, luego de realizar el acompañamiento y ayudar miles de mujeres y de infancias, siguen realmente convencidas de la efectividad de los refugios, pues éstos entrega los elementos indispensables para que las mujeres y sus familias sanen las lesiones físicas y emocionales, lo que les permite recuperar su vida.
Esto lo logran hacer a través de la atención integral especializada y gratuita, la asesoría y representación legal, la atención médica y psicológica; además de la seguridad, el acompañamiento educativo, el abrigo profesional cálido y sororo, todo desde un enfoque de derechos humanos, igualdad, interseccionalidad e interculturalidad.
“Esa luz que salva y que alivia cuando estamos en tinieblas por la violencia que vivimos, sin ellos muchas de nosotras no estaríamos vivas”, expresó Mónica, usuaria de un refugio e integrante de la RNR.
El modelo de trabajo de la Red Nacional de Refugios está conformado por cinco dispositivos: los centros de atención telefónica y virtual, los centros de atención externa, las casas de emergencia, los refugios especializados y las casas de transición; la RNR cuenta con 75 espacios de este tipo a nivel nacional, más un centro de empoderamiento y liderazgo itinerante.
“Creemos firmemente en que las mujeres pueden salir de un ciclo violento si tienen un lugar que les acoja, acompañe y escuche”, expresó Wendy.
Ella también compartió que los refugios son importantes para el desarrollo de una persona, ya que le hace que las situaciones de violencia y los entornos peligrosos se queden de lado, se reconstruyen sus vidas y abrazan sus derechos
“Estamos convencidas que es posible crear otras realidades, erradicar la violencia contra las mujeres, pero eso debe hacerse con la misma sociedad civil, los tres órganos de gobierno, medios de comunicación, articulando sucesos y acciones y contando con presupuesto para seguir actuando de manera oportuna”.
El presupuesto para los refugios se va a apoyo para adultos mayores
Las ponentes comentaron que la asignación de un buen presupuesto es uno de los factores principales para la planeación y desarrollo de los planes y ejecución en los refugios; al respecto, Wendy precisó que, en 2003, se dio el primer presupuesto dentro de la Secretaría de Salud a los refugios y es, desde entonces, que se trabaja cada año tomando acciones y planeación para seguir manteniendo el presupuesto necesario para operar.
Sin embargo, existe una tendencia del gobierno en turno de no asignar recursos suficientes para el Programa de Apoyo para Refugios, pues se presentaron reducciones en 2019, 2021 y 2022 en los recursos asignados para los Refugios, y de 2022 a 2024 el presupuesto a Refugios se ha mantenido estancado, lo que muestra que el gobierno mexicano no está garantizando la progresividad del presupuesto para este programa.
Para el año 2024, se espera que haya un aumento casi nulo del 0.02%, lo que representa solo 119 mil 025 pesos adicionales para los Refugios que previenen feminicidios y restituyen derechos de las mujeres y sus hijas e hijos.
Es necesario mencionar que los refugios se sustentan de manera jurídica en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la NOM 046, así como en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belem do Pará) en su artículo 8, y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), en su recomendación general núm. 35 (2017) sobre la violencia por razón de género contra la mujer, por la que se actualiza la recomendación general núm. 19.
Sin embargo, el compromiso del gobierno de garantizar el derecho de las mujeres de contar con espacios de refugio está demasiado lejos de cumplir con el artículo 58 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
“Hay refugios que no han firmado convenios de colaboración para recibir el presupuesto 2023, estamos ya en septiembre, así como también hay refugios que no han recibido presupuesto alguno”, comentó Wendy.
Destaca también la importancia de evidenciar que los presupuestos deben estar sujetos y considerando la inflación a la cual se somete el país, ya que debido a esto hay presupuestos en 2023 que están siendo igual en proporción que en el año 2021 e, incluso, menor que el que se proporcionó en 2021, lo que limita la capacidad para adquirir los bienes y servicios que brindan en los Refugios.
Se debe analizar los aumentos no sólo en términos de cifras, sino también en relación con el efecto que se espera lograr para garantizar una vida libre de violencias, igualdad y no discriminación para las mujeres, especialmente, en las oportunidades reales que brinda este recurso para que las mujeres, y sus hijas e hijos puedan iniciar su proceso de empoderamiento.
“Si un estado no invierte en la prevención y atención de violencias contra las mujeres no podrá eliminar las desigualdades y discriminaciones ni desarrollar su sociedad ni economía sostenible e integral. No olvidemos que hablar de presupuestos es hablar de Derechos Humanos, ¡Vivan las mujeres! ¡Vivas nos queremos!”, concluyó Wendy.
Andrea Larios de Fundar, Centro de Análisis e Investigación presentó el Análisis Presupuestario del Programa de Apoyo a Refugios, hecho en conjunto con la RNR, ahí destacó que:
“Una vez que nos metimos a analizar lo que integra el Anexo 13, nos dimos cuenta que bajo él se están etiquetando una gran proporción de recursos para programas sociales prioritarios. Dentro del Anexo el programa que tiene la mayor cantidad de recursos es la pensión para adultos mayores. Si lo comparamos como proporción del total del presupuesto del anexo, la pensión tiene asignada 60.5 por ciento de los recursos, los refugios tienen tan sólo 0.7 por ciento del gasto total”.
La herramienta de transparencia Anexos Transversales, dentro del anexo 13 de Erogaciones para la igualdad entre hombres y mujeres, prevé que para el 2024 el 89% del presupuesto dentro de este anexo se destinará para programas sociales prioritarios, donde el tema de refugios no tiene cabida y por lo que no hay una verdadera progresividad en la asignación de recursos.
“Toda la información y todo análisis presupuestario debe ser vista a la luz del impacto que genera sobre la vida de las mujeres, sus hijas e hijos”, denunció Andrea Larios.
Por su parte, Lucia Melgas, investigadora y activista, comentó que los anexos transversales y, en especifico el anexo 13, son apartados conseguidos gracias a la lucha feminista, no es un regalo del gobierno por lo que parece irónico que algo que ha costado tanto trabajo conseguir se les despoje alegando no ser algo “prioritario”.
Por tanto, considera que hay una negligencia y omisión del Estado para garantizar los derechos de las mujeres:
“Es paradójico y lo que nos está mostrando es una misoginia estatal con respecto a lo que es los derechos de las mujeres por varias razones, debería haber un reconocimiento del problema, porque se ha buscado minimizar la violencia contra las mujeres”.
Precisó, además, que el presupuesto otorgado para los derechos y bienestar de las mujeres como cualquier otro proceso debe ser progresivo, ya que “los derechos humanos deben ser progresivos, no regresivos” y destaca que este tipo de acciones afecta no solo al refugio, sino también a salud sexual y reproductiva y a la prevención de violencia.
“Necesitamos que haya criterios claros, transparencia en el uso de recursos, pero sobre todo que el congreso asuma su responsabilidad de ajustar los presupuestos, cambiar el anexo 13, cumplir con sus obligaciones, porque de nada sirve que sigan haciendo leyes que no cumplen”, concluyó Lucía Melgas.
