28 mil Organismos Comunitarios de servicio de agua y saneamiento (OCSAS) atienden a 24 millones de personas en México, según el Colegio de México (2017); por ello, en el marco del Día Internacional de la Gestión Comunitaria del Agua (celebrado el 14 de septiembre), Fundación Avina lanzó la campaña #EllasHablanPorElAgua, la cual busca visibilizar la labor de las personas responsables del cuidado del agua, tanto para el uso doméstico como comunitario,
En la campaña, conoceremos esta labor que recae mayoritariamente en las mujeres; así que serán ellas quienes nos cuenten sus experiencias y los desafíos que aún tienen en la toma de decisiones dentro de la gestión comunitaria del agua.
Por Aitana Rodríguez / @aitanaerg
La labor del cuidado del agua en comunidades no sólo tiene poco reconocimiento sino también poca visibilidad desde las instituciones públicas; aunado a ello, en el país existen marcos jurídicos y normativos son poco favorables para las mujeres que, mayoritariamente, realizan esta labor.
Circunstancia que se ha agravado por la infraestructura insuficiente y el deterioro de los recursos hídricos que se han visto afectados por el cambio climático, así lo consideran las Organizaciones Comunitarias de Servicios de Agua y Saneamiento (OCSAS).
Las OCSAS son estructuras organizadas por grupos de vecinos en zonas peri-urbanas o rurales donde generalmente hay poco o nulo acceso a los servicios públicos o privados.
Por medio del trabajo mancomunado y estatutos de autogobierno, dirigen sus esfuerzos para establecer sistemas de captación, potabilización y distribución de agua además del trabajo de saneamiento.
“La gestión comunitaria del agua ha cumplido un rol histórico en las zonas rurales de México y de la región. Su rol ha sido vital para tratar de resolver el grave problema de falta de acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene que afectan la salud de los niños y niñas, y por ende su escolaridad y capacidad de desarrollarse plenamente”, así lo señala la Fundación Avina, organización global que impulsa cambios de raíz (sistémicos) a gran escala a través de procesos colaborativos-, organización que además impulsa #EllasHablanPorElAgua, campaña que pretende visibilizar y reconocer el trabajo de las mujeres dentro de las OCSAS como agentes de cambio social.
Esta campaña podremos se sustenta en la historia de 10 mujeres que son gestoras comunitarias del agua en México. Entre sus testimonios podemos conocer cómo desde el liderazgo y la participación en la toma de decisiones se promueven de prácticas que cuidan el agua y los mantos acuíferos. Además, cada una de ellas, comparten en sus experiencias al enfrentar las difíciles condiciones que enfrentan en el cuidado y sostenibilidad del agua en los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Yucatán.
Guadalupe Tesillos, tiene 33 años, es madre, esposa, y desde hace ocho años es presidenta del Comité del Agua de su comunidad en Calakmul, Campeche. Ella es gestora comunitaria del agua, participa y promueve proyectos para la purificación, cuidado de la calidad y almacenamiento del agua. Y su testimonio es uno de los que puedes conocer en las 10 historias de la campaña #EllasHablanPorElAgua.
La labor de las mujeres como gestoras y al que quiere hacer reconocer esta campaña está estrechamente relacionado con las labores de cuidado que realizan y Guadalupe Tesillos nos dice:
“Bueno, me imagino que cada cabeza es un mundo y si nos ponemos a pensar, las mujeres, pensamos de una manera diferente a los varones, nosotras somos las que vemos la necesidad en casa; en este caso, del agua, pensamos en cómo bañamos, cómo cocinamos y preparamos los alimentos”.
También nos cuenta que si bien hay servicio donde les venden agua purificada, no siempre se cuenta con los recursos económicos para adquirirla.
“Nosotras tenemos que ver de donde vamos a conseguir el agua que vamos a traer a casa, y si es apta para beber, porque pues también pasan vendiendo agua purificada y todo, pero si no contamos con el recurso tampoco compramos porque acá la mayoría de las personas son campesinos. O sea, que si nosotras nos ponemos a hacer una lista para priorizar a dónde vas a dirigir el dinero que te dan a la semana, lógicamente que no te alcanza” Guadalupe Tesillos, gestora del agua.
Hablar sobre las historias de estas mujeres es una forma de:
“darle valor al trabajo y lucha que se está haciendo, porque no es sencillo, sin embargo, ahí estamos, no lo dejamos a un lado, seguimos adelante y que si hay otros lados que nos están viendo y nos van a escuchar se pueden unir al trabajo porque pues todos juntos podemos hacer mucho, claro, pero unos cuantos no podemos solventar a todos”
Esta campaña es a su vez un recordatorio de la relevancia de las organizaciones comunitarias que brindan el servicio de agua y saneamiento a poblaciones locales o peri-urbanas de menor densidad demográfica, así se expresó en el V Encuentro Latinoamericano de Gestión Comunitaria del Agua:
“Casi en silencio, sus prácticas innovadoras y perseverantes de gestión de recursos hídricos están demostrando la vitalidad de la sociedad civil latinoamericana, al tiempo que contribuyen a la efectividad el Derecho Humano al Agua, en especial para los menos privilegiados, y fortalecen la salud democrática en la Región”.
Este trabajo de recopilación de testimonios fue producido por Fundación Avina y realizado en el marco del Proyecto conjunto: Fortalecimiento y Consolidación de la Gestión Comunitaria del Agua y Saneamiento en México entre las organizaciones Cántaro Azul A.C., Centinelas del Agua A.C., Fondo para la Paz I.A.P., y Fundación Avina.
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Aquí puede consultarse de manera íntegra: