Cientos de familias salieron a tomar las calles del centro de Guadalajara este 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desaparición. Reconociendo que las desapariciones son una de las problemáticas más agravadas en el estado llamaron a las autoridades a parar el incremento de los casos y, con ello, a generar acciones efectivas que permitan el regreso de sus seres queridos.
Y es que, aseguran que en Jalisco todas y cada una de las desapariciones son forzadas, puesto que, en palabras de las familias que integran el Colectivo Luz de Esperanza, “es imposible que desaparezcan a una persona sin la aquiescencia del gobierno”.
Hicieron un llamado urgente a la población y a la sociedad civil organizada, a quienes pidieron solidaridad y empatía para reaccionar frente a una crisis que parece no detenerse: “necesitamos el apoyo de todas y todos para que esto pueda parar y para que no haya ningún desaparecido o desaparecida en cada familia del estado de Jalisco” expresaron.
Por Dalia Souza / @DaliaSouzal
Fotografía de portada Mario Marlo / @mariomarlo
“Ayer escuché que las familias de los desaparecidos morimos todas las noches y volvemos a nacer todos los días con la esperanza de encontrar a nuestros hijos con vida” afirmó el señor Héctor Flores, líder del Colectivo Luz de Esperanza junto a cientos de familiares de personas desaparecidas en Jalisco, quienes se unieron a marchar este miércoles 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.
Reunidas a las afueras de Palacio de Gobierno y luego de recorrer en marcha varias avenidas de la ciudad desde la Glorieta de las y los Desaparecidos -punto de salida de la movilización-, llamaron a las autoridades a detener la crisis de desapariciones que azota a esta entidad. Según declaró Liliana Mesa, líderesa del Colectivo Luz de Esperanza, al menos diez familias nuevas se suman todos los días a la agrupación, lo que demuestra, en sus palabras, las dimensiones de esta problemática:
“¿Imagínense nada más, si somos más de 20 de colectivos de desaparecidos en Jalisco, ¿cuántas personas desaparecidas más hay al día?” cuestionó la madre buscadora. “Seguimos con la misma incertidumbre, no regresa ningún desaparecido y ninguno se va por su propia cuenta” advirtió.
En ese sentido, junto a Héctor Flores, afirmaron que las desapariciones en Jalisco “son todas forzadas”, puesto que, en sus palabras “es imposible que desaparezcan a una persona sin la aquiescencia del gobierno”.
“Venimos a conmemorar algo que nunca tuvo que haber pasado: una aberración, que el Estado se vuelva en contra de sus gobernados, que el Estado participe de actos de tortura, de privación ilegal de la libertad, de homicidio y de ocultamiento de cuerpos. La desaparición forzada por definición, en Jalisco, todas las desapariciones son forzadas, si nos apegamos, cada uno de los más de 18 mil desaparecidos son víctimas de desaparición forzada, no existe la desaparición entre particulares porque es imposible que desaparezcan a una persona sin la aquiescencia del gobierno”.
“Queremos que nuestros familiares regresen con vida, queremos que haya de verdad una solución y que paren estas desapariciones” insistió Liliana Mesa y agregó que, aunque el Gobierno estatal “se jacta de decir que las cosas avanzan, seguimos con lo mismo”. “Las familias estamos cansadas de las mimas promesas” expreso.
“De un año para acá las cosas no han mejorado. En nuestro colectivo @LuzEsperanz_ofi llegan diariamente 10 casos nuevos, si somos más de 20 colectivos en el estado, imaginen la magnitud de la crisis” dice la señora Liliana frente a Palacio de Gobierno en #Jalisco pic.twitter.com/Jeg2DJNfkm
— ZonaDocs (@ZonaDocs) August 30, 2023
Por ello, llamaron a la unidad y convocaron a cada uno de los frentes, movimientos, redes, organizaciones, colectivas y colectivos del estado para participar en esta “lucha que es de todos y todas”, así como para “no bajar la guardia por la presentación con vida de cada persona desaparecida del estado”.
María de los Ángeles Carrillo Hernández, madre de Brayan Eduardo Medina desaparecido el 18 de julio de 2020 en Teocaltiche, Jalisco junto a su amigo Daniel Rodríguez, cuestionó lo que la mayoría de las familias dentro de la movilización: el actuar omiso, negligente, demorado e, incluso, deshonesto de las autoridades del estado encargadas de buscar a sus seres queridos:
“Busco a mi hijo desde hace tres años, desde el 18 de julio de 2020, el gobernador, Enrique Alfaro, el 28 de julio de 2020 me prometió que estaban trabajando, que estaban investigando, pero el gobernador no cumple su palabra, es un mentiroso. Llevo buscando tres años a mi hijo y nunca me ha dado ya la cara y las autoridades no hacen nada” afirmó.
De manera puntual, María de los Ángeles Carrillo reclamó que el Estado en lo local y lo federal continúen siendo incapaces de garantizar el cese de estos crímenes, especialmente en la región de Los Altos Norte y Sur de Jalisco, zona donde su hijo y su amigo fueron desaparecidos y en donde prevalece un contexto de inseguridad, violencia y desapariciones producto de la presencia de la delincuencia organizada:
“Saben que la delincuencia organizada está muy fuerte en los Altos de Jalisco, desde hace más de tres años. Estas desapariciones tienen mucho tiempo en los Altos y mi hijo y su amigo nomás fueron a trabajar y ahí los desaparecieron. Siempre nos han dicho que la delincuencia organizada es lo que está fuerte ahí, en todo el estado”.
Y es que, además de la desaparición de estos dos jóvenes en Teocaltiche -hace tres años-, en las últimas semanas y meses ha quedado en evidencia el escenario de desprotección que enfrentan las familias de esta región, así como, las juventudes, quienes son principalmente víctimas de estos delitos. Muestra de ello es la desaparición reciente de cinco jóvenes el 11 de agosto en Lagos de Moreno y la desaparición -también grupal- de cuatro mujeres en el municipio de Encarnación de Díaz, en el mes de julio.
Anna Karolina Chimiak, codirectora del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), presente en la movilización, recordó que estos hechos demuestran que nos encontramos frente a “una situación preocupante y alarmante”, donde se observa “un incremento de las desapariciones”.
Aunado a esto, destacó que, frente a la desprotección y la vulnerabilidad, las familias de las personas desaparecidas en el estado y la propia sociedad, “han demostrado su hartazgo y su indignación”, sin embargo, señaló que hace falta una postura más amplia y colectiva.
En tanto, afirmó que el Gobierno del estado y las distintas instituciones han sido incapaces de reconocer la problemática “de forma plena y, sobre todo, de asumir su responsabilidad”. Y es que, advirtió que el contexto les ha rebasado en su capacidad y responsabilidad, ya que, no han conseguido prevenir las desapariciones y erradicarlas.
Entre los pendientes, consideró que se encuentra el cumplimiento y la implementación del marco normativo en materia de desaparición, tanto a nivel nacional, como a nivel local. En el caso de Jalisco, dijo que aún queda por resolver la aprobación del Programa Estatal de Búsqueda, además de los reglamentos que vuelven operativa la Ley de Personas Desaparecidas para el Estado de Jalisco, así como, de la Comisión Estatal de Búsqueda, “que son claves para operativizar sus actividades y sus mecanismos de coordinación” explicó.
“Si no los encontramos, entonces no votamos” reclaman las familias que marchan por sus seres queridos desaparecidos en #Jalisco este #30deAgosto pic.twitter.com/ZfogsHQesf
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Manifestó que en materia de prevención hace falta priorizar “acciones integrales”, puntualmente, a través del Ejecutivo Estatal, quien tiene a su cargo la creación de estos mecanismos; no obstante, Anna Karolina Chimiak destacó que, si bien, las autoridades han declarado que “se está trabajando en ellos”, no se ha tenido información sobre sus avances y tampoco se ha llamado a las familias de personas desaparecidas, personas de la academia y de la sociedad civil organizada para participar de estos procesos de elaboración.
Finalmente, no dudó en recordar que la postura de las autoridades frente a las exigencias de las familias de personas desaparecidas en el estado ha sido la persecución y la intimidación, incluso, las agresiones directas a través de actos de desprestigio, descalificaciones y hasta los intentos de borrar la memoria con la remoción de antimonumentos, murales o fichas de búsqueda.
“Ha sido una acción constante sistemática y ha demostrado esa apuesta de las autoridades de minimizar la problemática, pero sobre todo también demostrar la ignorancia y desvinculación completa de lo que está pasando en el estado y además la falta de empatía y sensibilidad” concluyó.