Escribiéndonos Resistirmos
Por Isabela Barrera Leal, estudiante de secundaria
Desde hace más de cinco años he estado perdidamente enamorada de las matemáticas. Constantemente participo en concursos, clases, conferencias y actividades que las involucran. Sin embargo, algo que siempre me ha impactado es la poca representación femenina que hay en este tipo de eventos. Ni por un momento pensaría que esta diferencia entre la razón de la presencia de hombres y mujeres es por capacidad. Tengo compañeras, amigas y conocidas que sé que llegarán muy alto. El problema es la sociedad.
Mientras que a los varones se les impulsa a participar en competencias, a las niñas se les previene. “Pues sí, está muy difícil” o “Son demasiados niños muy competitivos”. Y es cierto, las olimpiadas son sumamente competitivas y los hombres destacan más. Sin embargo, esto es producto directo de la reducida participación femenina, y este tipo de comentarios limitantes no promueven el desarrollo ni la participación equitativa de posibles nuevos talentos. Es un ciclo que se debe romper.
En 2022, la selección estatal de Jalisco en la OMMEB estaba conformada por nueve jóvenes, de los cuales solo una era mujer. La selección nacional en IJMO 2022, concurso realizado en Singapur, contenía 23 estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato, de los que solamente seis eran mujeres.
De mis tantos entrenadores, sólo podría nombrar a tres maestras que me han apoyado e impulsado durante todo mi proceso. Estoy infinitamente agradecida por este apoyo y por poder representar orgullosamente a mi estado y país, pero un poco más de representación no caería nada mal, por lo contrario, ayudaría a encontrar a más y nuevos talentos.
Definitivamente no se puede negar que en el ámbito olímpico sí se está tomando acción para mejorar esto. A nivel estatal y nacional, existen la OFM, Limatej Femenil y, a nivel internacional, EGMO y PAGMO, olimpiadas que le dan la atención a las mujeres. Todas estas medidas definitivamente ayudan, pero el apoyo es ciertamente mucho menor.
El año pasado, la OMM (el concurso más importante a nivel nacional) se realizó en Morelos, sin siquiera plantearse la posibilidad de realizarse de forma online. Este año, la OFM, versión femenina de este mismo concurso, se está planeando con una alta posibilidad de realizarse en línea debido a la falta de donativos del público.
Aún falta un largo trayecto por recorrer para hacer de las matemáticas un espacio justo e inclusivo, pero es inspirante que sí se está tomando acción. Para lograr esto, todas y todos deben hacer su esfuerzo. Atrévete a participar y gana. Apoya a los demás y entrena.
Comparte la información para que más personas concursen. Todas pueden, y espero que se atrevan a hacer un cambio para transformar esta fascinante actividad en una que todas y todos podamos disfrutar.
Felicidades por abrirles el camino a más mujeres jóvenes a que sigan su pasión por las matemáticas. Los tiempos cambian, las puertas se abren a base de voces que se hacen escuchar.