Carmen Vázquez decidió hacer públicos los eventos previos a los hechos del 10 y 11 de julio, donde seis personas perdieron la vida y 12 resultaron heridas a causa de una serie de explosiones provocadas por minas antipersonal, colocadas en un predio ubicado en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, tras el reporte de una supuesta “fosa clandestina”.
Después de estos eventos, la periodista y funcionaria del municipio de Tlajomulco le pide a las autoridades estatales que la protejan de cualquier riesgo por haber denunciado y les exige una respuesta sobre el caso.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
La tarde del 11 de julio, seis personas perdieron la vida y 12 resultaron heridas a causa de una serie de explosiones provocadas por minas antipersonas colocadas en la calle Flaviano Ramos, en el centro de Tlajomulco, Jalisco.
En la ubicación se encontraba personal de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas de Jalisco y de la Policía Municipal de Tlajomulco, quienes buscaban restos humanos, presuntamente tras haber recibido más de una denuncia anónima señalando que en ese lugar había una “fosa clandestina”.
El gobernador estatal Enrique Alfaro declaró sobre lo sucedido que se trató de “una trampa para nuestros elementos” y mencionó que se pararían las búsquedas de fosas clandestinas, por llamadas anónimas.
“Queremos explicar lo que sucedió: el día de ayer una ciudadana que participa en los colectivos de madres buscadoras recibió ayer (martes) una denuncia anónima diciéndole que hay un punto donde había presuntamente restos humanos”, señaló en un video.
Esto detonó protestas de defensores de derechos humanos, así como de colectivos de familiares de personas desaparecidas, quienes han basado sus búsquedas en reportes anónimos. Los colectivos convocaron a una “Mega Marcha” para pedirle al gobernador que atendiera sus denuncias y no detuviera su búsqueda.
Días después, Carmen Vázquez, coordinadora general de Construcción de Comunidad de Tlajomulco, relató cómo la contactaron tres personas para reportar la localización de la supuesta fosa clandestina en una finca en construcción de la colonia Larios de Tlajomulco y fue ella quien decidió levantar el reporte.
“Yo he trabajado con mamás buscadoras desde hace años, yo sé cómo funciona y cómo hacen las llamadas. Y yo les creí, primero a la mamá y luego a las otras dos personas que denunciaban la supuesta fosa” declaró en el video.
Los atentados del 11 de julio en Tlajomulco
Carmen Vázquez, narró que todo comenzó aproximadamente a las 2:00 de la tarde cuando una madre buscadora le marcó a su teléfono para pedirle que acudiera a una “fosa clandestina” donde se encontraba su hijo desaparecido.
Ella optó por seguir protocolos, pedirle su oficio de la denuncia que decía que había hecho previamente al 911 y al ver que “no la encontraba”, optó por hacer una nueva y ver si personal de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas podía acudir junto con ella al lugar.
20 minutos después Carmen Vázquez, declara, recibió otra llamada de un hombre que afirmaba haber trabajado en el narcotráfico y le exigió que acudiera a una fosa donde había enterrado supuestamente más de 50 cuerpos y creía que estaba el de su hermano.
“A mi se me hizo raro la verdad” compartió Carmen en su en vivo, quien señaló que en la segunda llamada le dieron el mismo domicilio que en la primera y “casi” le exigieron que se presentará.
Entonces, fue cuando recibió una tercera llamada de una persona que dijo que “paseando a su perro se topó con la fosa y el fuerte olor”, incluso, dijo que su mascota sacó partes de los cuerpos.
Después de canalizar la información a personal de la fiscalía, varios elementos acudieron al lugar y se llevaron la sorpresa de “no encontrar nada”, mandando fotos de evidencia y asegurando que el lugar era como las indicaciones, pero no se veía ningún cuerpo.
Al día siguiente, narra Carmen, la insistencia de las personas creció, la mamá le marcó llorando para que sacara a su hijo de la tierra, el hombre con rudeza le pedía que no se tardará en ir y de nuevo, que le perro de la tercera persona se encontraba con restos humanos.
Toda este insistencia por teléfono y mensajes, llegó a confundirla, quien expresó que aunque la situación le parecía extraña, optó por creerle a las personas:
“Una nunca se imagina que vayan a hacer lo que hicieron, uno obra de buena fe”.
Nuevamente, elementos de la Fiscalía y de la policía municipal acudieron al lugar y se adelantaron en la búsqueda. Ellos llegaron antes que Carmen Vázquez, quien también es comunicadora y periodista, debido a que, según detalla, su carro estaba tirando aceite. Momentos después recibió una llamada informando de las explosiones en Tlajomulco.
“Yo pensé que eran en la gasera y marcamos mandado allá la ayuda, pero una nunca se imagina que al lugar que tenía que ir es donde explotó” mencionó en su video.
“Un proceso interminable de denuncia”
Estrés, miedo e impotencia fueron los sentimientos que experimentó Carmen cuando se enteró de las explosiones, ya que después tuvo que dirigirse a la Fiscalía del Estado para hacer una declaración de lo que había pasado y relatar los hechos.
Luego de la denuncia, dice, dejó su teléfono como evidencia para que revisaran los mensajes con las personas y, a la par, para que rastrearan las llamadas que había realizado en más de una ocasión con las tres personas involucradas.
“A mí las autoridades estatales me dejaron cuatro los primeros días y me tuve que cuidar yo sola, con mis recursos”.
No obstante, Carmen relata que pasaron cuatro días sin obtener una respuesta clara de las autoridades, luego detuvieron a dos personas, pero ella señaló que no estaban involucradas en las explosiones.
Y al pasar otros seis días y ver la investigación sin avances, decidió narrar de manera cronológica lo que estaba pasando y lo que había pasado el 10 y 11 de julio en sus redes sociales, pese a que las autoridades le “recomendaron” no hacerlo.
Vazquéz, ya tiene uno de los dispositivos de “Pulso de vida” (programa donde se le da seguimiento a las medidas de protección dirigidas a mujeres víctimas de violencia) y ha recibido apoyo de la policía municipal de Tlajomulco.
“Si me dan mis rondas, me pitan y yo siempre les agradezco que estén aquí afuera, pero son los únicos que me ayudan” sentenció la funcionaria y también periodista.
Le pide a las autoridades estatales que “no la vuelvan a dejar”, puesto que cambiarse de casa, de celular y tener el pulso de vida no le garantiza seguridad. Ha recibido constantes amenazas a través de sus redes sociales, donde la culpan del suceso y “le recomiendan” tener cuidado.
“Yo fui, les dije el nombre de usuario, ya no se si lo dieron de baja o investigaron para saber quién era” compartió Carmen.
Su principal exigencia es una resolución al caso para obtener justicia para las víctimas, precisa, así como para deslindar a las familias buscadoras de la denuncia que ella realizó y protección por parte del estado.
