Medios Aliados
Por Daniela Reyes / Causa Natura
El nado de turistas con megafauna como ballenas y delfines pretende regularse en Baja California Sur conforme a una propuesta de creación de una nueva área natural protegida, impulsada por organizaciones civiles, llamada Reserva de la Biosfera Dos Mares.
Las organizaciones civiles Depesca, Beta Diversidad y Orgcas impulsan la creación de la Reserva, una categoría de área natural que pretende proteger 19.2 millones de hectáreas del Golfo de California y del Océano Pacífico que rodean Baja California Sur, al noroeste de México, del turismo no regulado, de la minería submarina y la pesca industrial.
La propuesta del área natural fue presentada ante Semarnat, que valorará si se presenta al presidente Andrés Manuel López Obrador para que emita un decreto.
Parte relevante del proyecto es un plan de manejo interespecie que regularizaría actividades turísticas sin permisos ni autorizaciones de Semarnat.
Entre ellas las relacionadas al nado con especies como delfines, tortugas y mobulas que empezaron a crecer considerablemente en Baja California Sur sin que existan planes de manejo que regulen la interacción humana con estas especies.
Actualmente, hay un Plan de Manejo para la Conservación y Aprovechamiento no extractivo de Tiburón Ballena a través de la observación y nado y otro para observación de lobos marinos en La Paz, capital de dicho estado. Sin embargo, no los hay para el resto de megafauna marina que existe en las costas de la entidad.
De acuerdo con la reciente propuesta presentada, en la zona de amortiguamiento del área natural (de alrededor de 10.4 millones de hectáreas) se permitirá la pesca ribereña, pesca deportiva y turismo responsable.
Para que este tipo de turismo sea posible la reserva propone regular estas actividades turísticas a través de un plan de manejo multiespecie en lugar de hacer un programa por cada una de las especies, y que éste incluya a las mantas gigantes, mobulas, tiburones, marlin rayado, delfines y tortugas.
“En la Reserva lo que se propone es un plan multiespecífico donde tú tienes tu permiso como en Cabo Pulmo, Revillagigedo o Espíritu Santo, y en el plan de manejo de la reserva se establece cómo se va interactuar con cada una de esas especies y reconoce 10 subsecciones porque sabemos que cada sección tiene sus particularidades y su propio consejo”, señaló Frida Lara, coordinadora científica en Orgcas en un foro de socialización de la iniciativa.
Se trata de una propuesta que sostiene que el desarrollo económico va a la par de la biodiversidad.
“Es un turismo basado en la naturaleza, en el cual crece la biodiversidad y crecen los ingresos y nos va mejor, porque hay playas limpias, arrecifes sanos, avistamiento de megafauna y pesca exitosa”, añadió.
Francisco Gómez, director del Museo de la Ballena, señaló que en este plan interespecie se debería generar una guía de toda la megafauna marina y establecer qué actividades se pueden hacer con ellas, pero se inclina por que se incorpore la idea de no ingresar para interactuar con ellas en el mar en cualquier ubicación.
“Necesitamos dejarlas vivir e irrumpir lo menos posible en su hábitat. Hay polos bien interesantes que podrían desarrollarse para atraer el buceo recreativo, más que andar correteando y acosar a las especies, definir algunos puntos claves para que la gente se pueda meter a bucear y ocasionalmente van a ver a estos organismos pero con un conocimiento más amplio, quizá tenga un impacto menos negativo”, señaló.
Los prestadores de servicios turísticos de La Paz, como Arturo Bocos, externaron algunas dudas respecto a los recursos con los que contaría la Reserva de la Biosfera para que instrumentos como el plan de manejo interespecie funcione y no sea sólo de papel.
Por su parte, las organizaciones promotoras aseguraron contar con un plan de financiación privado que permitiría operar el área y cumplir con estos planes.
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Este artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.