El cortometraje “Él, detrás del arma” recibió el premio Hecho en Jalisco en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Su director, Gabriel Esdras, en entrevista con ZonaDocs compartió algunas reflexiones sobre él mismo y su reacción ante la premiación de esta pieza documental.
Por Andrés de la Peña / @andres_dlpe
Este cortometraje, proyectado por primera vez en la calle Nicolás Romero del barrio de Mezquitán, donde creció Esdras, abre de manera impactante: “en 2020, el abuso policiaco azota la ciudad de Guadalajara, México”. No se puede, ni se debe, dejar de relacionar el cortometraje con los eventos del 4, 5 y 6 de junio de 2020.
Al respecto, Edras comenta:
“Me gusta aprovechar el medio de la creación cinematográfica para mantener una memoria histórica aquí, de Guadalajara; creo que este proyecto, a su manera, logra aportar, logra documentar esta realidad este que se vivió y que se vive sobre el abuso policíaco”.
En aquellas fechas se dio un proceso de movilización social para exigir justicia por el asesinato de Giovanni López a manos de policías de Ixtlahuacán de los Membrillos. El 4 de junio las manifestaciones fueron reprimidas con gases lacrimógenos y escuadrones antimotines, y varias personas fueron desaparecidas por la policía.
El 5 de junio se llevó a cabo una manifestación frente a la Fiscalía de Jalisco que, además de llevar las demandas de la anterior, exigía la liberación de las personas capturadas el día anterior. Esta marcha fue amedrentada por policías vestidos de civiles, en vehículos sin marcas oficiales, que fueron el transporte con el cual la Fiscalía de Jalisco secuestró a más de 100 personas, robó sus celulares, y los dejó abandonados e incomunicados en lugares como la carretera a Chapala y el Cerro del Cuatro.
“Policía vestida de civil, en camionetas sin placas, desaparece ciudadanos en las calles”, dice el siguiente título al inicio del filme. Él, detrás del arma sigue la historia de los hermanos Marcos y Samuel: un jóven dentro del movimiento social contra el abuso policial y el otro, un poco mayor, cambiando su vida como parte de una pandilla para volverse guardia de seguridad─.
“Está chido que se dé un reconocimiento a este proyecto sobre todo porque es un proyecto estudiantil, es un proyecto con poco presupuesto y un proyecto, pues, hecho con la misma gente del barrio”.
El equipo del corto lo produjo como un proyecto para su segundo año de licenciatura, por lo cual recibir un premio fue una gran y muy grata sorpresa. Sin embargo, eso también significa que fue un proyecto difícil de hacer. La historia vincula los procesos violentos de 2020 con el contexto de las pandillas, la familia, y el proceso de maduración para pasar a ser un adulto; estos temas se entrelazan porque así los vivió Esdras en aquellas fechas:
“En la pandemia tuve que convivir de a huevo con mi familia todo el tiempo. Entonces ves los problemas que le preocupan al otro muy de cerca y éstos se volvieron mis problemas por esta cercanía (…) En 2020 yo tenía 18 (…) tenía este sentimiento de responsabilidades cada vez más grande, la muerte era cada vez más cercana”.
Para las juventudes tapatías, el encierro por la pandemia fue un tiempo frenético, donde no solo se enfrentaron al encierro y la pandemia en sí, sino que también vivieron estos procesos represivos y brutales.
“El estar encerrado y estar viendo un mundo distópico de manifestaciones, abuso policíaco, La Primavera incendiándose y todo esto me puso en un mood de decir: pues sí, el entorno está pidiendo a gritos que madures y que tomes acción de alguna manera”.
En cambio, las temáticas relacionadas con el grafiti, las pandillas, y las formas de expresión de las culturas urbanas vino de la interacción entre Esdras y su tío durante el encierro. Así terminaron de cuajar los distintos temas para hacer un cortometraje cohesivo y apasionante.
Esdras forma parte del colectivo Tercer Ojo, que produjo el cortometraje. Uno de sus objetivos es producir contenidos contraculturales de diferentes tipos (además de audiovisuales) y llevarlos a la calle. Por eso, el cortometraje tendrá varias proyecciones más en diferentes espacios de la ciudad
“Somos muy partidarios de exhibirlo públicamente. Haremos proyecciones vecinales como la que hicimos en abril. Esas proyecciones públicas son posibles y de hecho tenemos varias en puerta. Todavía no hay ninguna confirmada, pero sí hay varias apuestas de proyectarlo aquí en Guadalajara al público en general”.
Igualmente, Tercer Ojo estará celebrando nuevos festivales de contracultura donde buscan exponer otras obras de crítica social:
“Estamos organizando algo que se llama el evento contracultural, que es como un festival interdisciplinario donde mostramos arte de muchos lados de la contracultura. La edición cero fue donde proyectamos el corto, y ya estamos planeando las siguientes ediciones, donde queremos llevar al barrio más cortos, más grafiti, más música, todo tipo de arte que se pueda. Quiero invitarles a que estén atentos.”
Igualmente, Esdras extendió una invitación para que diferentes artistas contacten a Tercer Ojo vía Instagram (@_TercerOjo) para reclamar un espacio en el evento.