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El aumento en el consumo de drogas sintéticas en la Zona Metropolitana de Guadalajara trajo de la mano el incremento sin control de “establecimientos especializados en adicciones”, quienes se internan o anexan ahí señalan que el único modelo que se sigue para rehabilitar a las personas con adicciones: es la tortura física y psicológica.
En Jalisco, sólo el 8.8 % de los establecimientos de atención residencial de adicciones cumplen con los ordenamientos legales y sanitarios vigentes.
Y por si fuera poco, los problemas se han multiplicado a raíz del incremento en el consumo de fentanilo.
Por Aitana Rodríguez /@Aitanaerg y Larisa García / @LarisaeGZ
“Lo peor que te puede suceder es que te manden a una granja. Las granjas siempre están en lugares excluidos como en medio de la puta carretera, o sea, donde no puedes escapar. Y en las granjas es donde más violencia se ha cometido”.
Granja es como Karla llama a los “centros residenciales para las adicciones”; es decir, a aquellos que proponen el internamiento como forma de alcanzar la abstinencia. Su testimonio ilustra cómo la falta de acciones de vigilancia y regulación de estos establecimientos puede vulnerar los derechos humanos de una persona.
Karla tiene 21 años, ella acudió a una clínica de rehabilitación por el abuso de drogas. Además, es familiar de personas que han pasado por este mismo proceso. Su testimonio ayuda a evidenciar los castigos y malas condiciones a los que están expuestos las personas que son sometidos a centros residenciales para las adicciones no especializados:
“A mi familiar, la hicieron pararse durante tres meses volteando directamente con la cara pegada a la pared, no podía sentarse ni hacer nada, más que ir a comer, dormir e ir juntas. Además, para el final de la semana ya estaba casi podrida la comida, pues era la misma. O sea, cocinaban como un putero para toda la semana y luego el domingo o el lunes volvían a cocinar.”
Pero este caso no es el único, pues forma parte de una larga lista violaciones a los derechos humanos que se manifiestan en diversas formas de tortura que han sido documentados ampliamente por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a través del informe de Supervisión ISP-04/2020 del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura en Establecimientos Especializados en Atención Residencial a Personas con Trastornos debido al consumo de sustancias o a comportamientos adictivos en Jalisco.
¿Qué encontró la CNDH en los establecimientos estudiados? Encontró que en el rubro de “Protección contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradante”: cinco de siete centros analizados aplican algún tipo de sanción o castigo, así como amenazas. Sumado a ello, otra técnica es el aislamiento prolongado.
Pese a este estudio y las múltiples denuncias, como la de Karla, estos centros o establecimientos siguen operando sin control y supervisión de ninguna autoridad.
¿Qué se está haciendo al respecto? No mucho, la irregularidad continúa
A pesar de que el Consejo Estatal contra las Adicciones en Jalisco (CECAJ), dice que los establecimientos residenciales de rehabilitación de adicciones deben de tener “la capacidad de garantizar al usuario el respeto a los derechos humanos y su atención clínica integral”. Las cifras nos dicen que la oferta de estos servicios se caracteriza más bien por la falta de vigilancia, la informalidad y la clandestinidad.
En Jalisco sólo el 8.8 % de los establecimientos de atención residencial de adicciones cumplen con los ordenamientos legales y sanitarios vigentes, así como con el estatus de reconocimiento otorgado por la Consejo Nacional Contra las Adicciones (CONADIC), esto significa que sólo 15 de los 185 establecimientos que operan en el estado cumplen con la normatividad federal.
Los 170 establecimientos restantes tienen únicamente el reconocimiento del CECAJ; sin embargo, la ley les obliga a tener ambos avales institucionales, pese a ello operan debido a la alta demanda que tienen para la atención de personas con algún problema de adicción.
Aunque esta situación parece bastante lejana cuando hablamos en cifras podemos verla en casos de violencia o asesinatos dentro de los centros de rehabilitación en Jalisco, mismos que han sido denunciados a través de diversos medios de comunicación.
Por ejemplo, en julio de 2022, un grupo armado atacó a balazos un “anexo”, como resultado, murieron 6 personas. El ayuntamiento de Tlaquepaque confirmó que este centro operaba sin licencias de acreditación.
Semanas más tarde, con alcohol y pistola eléctrica quemaron a una niña de 11 años en el albergue “Casa de Vida camino a la fortaleza”, ubicado en la colonia Santa Isabel en Tonalá. La niña era tratada por ansiedad y ataques epilépticos. En este centro, donde también se trataban a personas con problemas en adicciones, no contaba con licencia.
Un mes después, en agosto del mismo año, fue clausurado un centro de rehabilitación que operaba sin licencia en la colonia de Zalatitan en Tonalá, la clausura ocurrió tras la denuncia, expuesta en redes sociales, de un joven de 21 años que fue torturado y quemado.
Luego de estos hechos, las autoridades estatales reaccionaron; por ejemplo, el diputado Julio Cesar Hurtado presentó la iniciativa para reformar la Ley de Prevención, Atención Integral y Erradicación de las Adicciones en Jalisco, su propuesta consistía en crear “un nuevo padrón de centros de rehabilitación con la certificación del Estado”, esto no sucedió.
Por su parte, el gobernador Enrique Alfaro, en julio de este mismo año, anunció que se levantaron 24 infracciones a casas-habitación que operan como supuestos centros de rehabilitación.
Posteriormente, en agosto, el gobernador Enrique Alfaro anunció un plan de trabajo en el que el Gobierno del Estado, en colaboración con los ayuntamientos del Área Metropolitana de Guadalajara e instituciones competentes, dieron un ultimátum de dos meses para que los anexos consiguieron las certificaciones necesarias para brindar tratamiento o serían clausurados. Aunque el ruido mediático fue mucho, los resultados fueron escasos.
¿Por qué se multiplican los centros de rehabilitación? Una de las respuestas está en la reestructuración del mercado de drogas
“Consumí de todo, excepto el fentanilo que es lo moderno, pero yo ya tengo siete años limpio, y eso antes no existía. Yo llegué a consumir todas las drogas sociales y las que conocí bajo un mismo argumento que fue la marihuana, pero yo nunca dije que había probado drogas sólo por socializar”.
Este testimonio fue dado por Luis Quintana, un fotógrafo de 29 años quien es consciente de que existen nuevas drogas que a él no le tocó probar en sus tiempos de consumidor, pero que identifica hoy generan mayor adicción que lo que a él le tocó probar.
Este cambio en el mercado no es una cosa sólo de México, es un fenómeno mundial que fue resultado de la aparición de nuevas sustancias psicoactivas que se denominaron drogas de síntesis. Según un artículo científico, esta transformación comenzó a finales de la primera década del 2000, pues 106 países reportaron la aparición de 739 nuevas sustancias psicoactivas a la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Esta restructuración del mercado de las drogas ha tomado fuerza con las drogas sintéticas debido a que células criminales se encargan de todo el proceso de producción y distribución. Las drogas sintéticas, además de ser más adictivas por las alteraciones que provoca en el organismo, son más rentables por múltiples factores, pues: son más baratas, tienen una elaboración más rápida, no necesitan de un gran espacio para elaborarlas, como es el caso de la marihuana y la amapola.
Un ejemplo de lo anterior es el fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. Desde hace décadas se puede fabricar en un laboratorio sin usar la amapola y tiene muchas presentaciones: aerosol, pastillas, parches o inyecciones.
Con una dosis de dos miligramos se puede causar la muerte de la persona consumidora: por ello, usualmente es combinada con otras drogas para tener un mayor efecto a un costo menor.
A continuación, podemos visualizar esta relación de costo utilidad elaborado por el Centro Nacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo de Colombia.
Esta situación de rentabilidad para los grupos delictivos es la misma que ha permitido que México se convirtiera en uno de los principales productores y distribuidores de precursores químicos para fabricar metanfetamina, comúnmente denominada cristal. Gradualmente, la metanfetamina ha reemplazado a la cocaína y a la marihuana como principales fuentes de ingreso. Y Jalisco es cuna en la producción de este tipo de droga.
“Yo llegué y pedí ayuda a los 22. Mis 21 fueron totalmente autodestructivos porque fue cuando dije sí a todo. Estoy hablando de metanfetamina, estoy hablando de benzodiacepinas”.
Estas fueron las palabras que Luis Quintana usó cuando se le cuestionó sobre cuál fue su “droga de impacto”; es decir, aquella que lo llevó a pedir ayuda profesional.
En Jalisco, con datos del 2022, las drogas de mayor impacto son las metanfetaminas (62.6 %), el alcohol (21.06 %) y la marihuana (9.18 %), sin diferencia entre el género, esto nos muestra como el “nuevo mercado” de las drogas se ha fortalecido en Jalisco gracias a la metanfetamina estimulante promovido por grupos delictivos, de la zona occidente del país .
El posicionamiento de los Estimulantes de Tipo Anfetamínico (ETA), trae consigo una serie de problemas sociales, económicos y sobre todo de salud pública que se reflejan en un aumento considerable de la demanda de atención especializada debido al ETA, pues su consumo pasó de representar el 12.9% en 2013 al 55.2% en 2020, según datos sistematizados por el Observatorio Mexicano de Consumo de Drogas y Salud Mental.
Pese a ello, vale la pena aclarar que en el caso del fentanilo, la heroína y otras drogas sintéticas no presentaron un alto nivel de demanda de rehabilitación en las encuestas nacionales sobre la materia, esto porque de acuerdo a un estudio sobre la caracterización de servicios de rehabilitación realizado por la CONADIC: “los consumidores de este tipo de sustancias no viven habitualmente en un hogar formalmente establecido y no necesariamente acuden o reciben tratamiento”, a pesar de eso si se ha reportado un aumento en la demanda de tratamiento por uso de estas nuevas drogas.
¿Y esto cómo afecta a los procesos de rehabilitación?
El posicionamiento de los Estimulantes de Tipo Anfetamínico (ETA), como se mencionó anteriormente, se explica porque “el cristal” fue la causa del 53.8% de la población que acudió a solicitar tratamiento en centros de rehabilitación no gubernamentales según datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (SISVEA).
Además, también se posiciona como la droga predominante en 23 de los 32 estados de la república mexicana; así mismo es la principal droga consumida en los usuarios que acuden a tratamiento en Jalisco, con un 65.6%, tal y como se informó en el SISVEA.
Ante la magnitud de esta problemática y la incapacidad del Estado surgen diversas acciones de la sociedad civil para dar respuesta a la escasa e inaccesible oferta profesional del sector público que no se da a basto para ayudar a quienes desean rehabilitarse.
Entre estos esfuerzos surgen los grupos de ayuda mutua que consisten en el acompañamiento y diálogo de personas que comparten un problema de adicciones y que, comúnmente, se manejan con: “El Modelo de 12 Pasos” propuesto por la Asociación de Alcohólicos Anónimos.
Modelo de atención o acompañamiento que, hoy en día, se réplica en centros residenciales llamados “anexos o granjas”, cuyo servicio está dirigido principalmente a personas de escasos recursos que tienen problemas de adicciones.
En comparación con los establecimientos profesionales que son clínicas u hospitales que se crean formalmente y cumplen con los requisitos que se estipulan en la ley, y que además cuentan con tratamiento médico y psicosocial acorde a principios científicos.
Los establecimientos de ayuda mutua son un servicio de internamiento con terapia usualmente guiada por ex consumidores que no garantizan un servicio profesionalizado, pero que es la única opción para una parte importante de la población, pues sus costos son accesibles.
“Yo puedo ser terapeuta y tú. Juan Papas puede ser terapeuta”, menciona Luis Quintana haciendo referencia a que las personas que brindan atención en establecimientos que trabajan bajo la modalidad de ayuda mutua no suelen tener una preparación profesional para desempeñar su labor.
A pesar de que no se puede descalificar totalmente la aportación de los establecimientos de ayuda mutua en la rehabilitación de las personas, el informe realizado por la CNDH señala que este tratamiento: “no parece ser efectivo en los casos de pacientes que tienen un nivel alto en la gravedad de la adicción o que han sido expuestas a drogas de alto nivel de riesgo”; aunado a ello, estos lugares han demostrado que no son capaces de garantizar el respeto a los derechos humanos.
Las principales críticas de la CNDH a los centros de rehabilitación no regulados por el Estado son: que carecen de protocolo de atención y de procedimientos con validación y evidencia científica.
Además de que la mayor parte de los centros operan sin equipo, personal e infraestructura adecuados según los lineamientos marcados por la Norma Oficial Mexicana para la Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones, y también porque estos servicios residenciales no cuentan con instalaciones amplias y, por tanto, generan hacinamientos que violentan sus derechos.
Esto concuerda con lo que señala la CONADIC en el Informe sobre “La Caracterización de los Servicios para Personas que Consume Heroína, Fentanilo y otros Opioides en la Frontera Norte”, y en donde puntualiza que los centros residenciales operan como un negocio para quienes los administran; por ello, es que con el tiempo pierden la sensibilidad para atender de manera adecuada a los usuarios que pagan por ayuda.
Esto a pesar de que la mayoría de los operadores considera que “ningún centro residencial continúa aplicando métodos que violenten los derechos humanos”; sin embargo, la realidad es muy distante, pues los maltratos físicos y psicológicos persisten.
Prueba de ello, es lo que se vive en centros de rehabilitación que operan bajo estrategias terapéuticas basadas en la fe religiosa.
“Hay otros tipos de movimientos que son `Los Despertares´ lugares donde el padrino mete a su casa a 50 gentes. Esto es piramidal y funciona porque son como sectas, es horrible. Llega gente que dejó de drogarse gracias a su padrino y le dicen: `tú vas a trabajar mijo y me vas atraer el dinero, y esto es piramidal carnal´. El 80% de lo que ganes me lo vas a dar, porque es para los demás, es para ayudar”.
Lo anterior lo comparte Luis Quintana, quien tuvo la experiencia de estar en centros residenciales y ambulatorios de rehabilitación no regulados que operan bajo un modelo de negocio.
Brecha de atención: usuarios de drogas al margen del acceso a la salud
De acuerdo con datos de la CONADIC, publicados en una nota de El economista, el precio para rehabilitarte por el abuso de algún tipo de droga en los centros privados en el país va desde los 2 mil 500 hasta 263 mil pesos. Mientras que los tiempos de tratamiento varían entre uno y hasta seis meses.
Cuando internaron a Luis Quintana, nos contó que su primer pensamiento fue “bendito sea no fue la primera opción un anexo, fue una clínica de rehabilitación.”
Así mismo, Karla nos explicó:
“Si eres una persona con dinero probablemente vas a acabar en una clínica de rehabilitación como lo son Oceánica, Casalua o Fénix que son lugares fresas, estar ahí es lo mejor que te puede suceder, pero sólo si tienes dinero. En mi caso, mis papás acabaron debiéndole a la clínica como 100 mil pesos”.
Lamentablemente esa no es la situación de la mayoría de la población, pues en Jalisco el salario mensual promedio es de 5 mil 899 pesos. Una persona que gane eso tendría que trabajar 17 meses y no gastar absolutamente nada para costearse una atención como la que Karla recibió.
Por otro lado, el tipo y la calidad de atención a la que pueden acceder las personas que tienen un consumo problemático de drogas depende no sólo de las acciones regulatorias del gobierno o de tus ingresos económicos sino también de cuestiones relacionadas con el lugar de residencia y el género.
En Jalisco, las personas que viven fuera de la ZMG o en localidades rurales tienen más dificultades para acceder a un servicio de atención especializado en adicciones, ya que más del 90% (155 de 170) de los establecimientos residenciales especializados en adicciones registrados ante el CECAJ se encuentran en los municipios de la AMG, mientras que sólo 15 de los 125 municipios del estado de Jalisco cuentan con por lo menos un establecimiento residencial especializado en adicciones regularizado y sólo 5 de ellos están fuera de la ZMG.
En cuanto al género hay una gran brecha de atención, tal y como lo evidencia Karla:
“Las figuras de poder como los padrinos, es bien común que tienen novias bien jóvenes, que son morritas recién anexadas o recién salidas del anexo, que no tienen tiempo limpias, que son personas vulnerables emocionalmente y que ellos cuidaron de ellas”.
La brecha de género en la oferta de servicio es muy pronunciada tanto en la modalidad residencial como ambulatoria. Según datos del CECAJ (2022), en el estado sólo hay 15 centros de rehabilitación residenciales reconocidos por la CONADIC, y sólo dos de ellos son femeniles, dicha diferencia no es algo propio del estado de Jalisco sino que se repite en otros estados, sobre esto la investigadora Corina Giacomello advierte en uno de sus estudios que:
“al no existir suficientes centros residenciales femeniles, las mujeres con adicciones son tratadas en instalaciones mixtas en las que muchas veces son sometidas a violencia sexual, estructural, discursiva y normativa en razón de género.”
En lo que respecta a la demanda según un informe del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, publicado en 2020, en Jalisco: 8 mil 481 personas acudieron a solicitar tratamiento a alguno de los centros gubernamentales o no gubernamentales de la Red Nacional de Atención a las Adicciones, de las cuales, 17% por ciento fueron mujeres y 83% fueron hombres.
Agregado a lo anterior, según el estudio de CONADIC, se pudo identificar que la motivación para ingresar a tratamiento está comúnmente relacionada con el esfuerzo por no perder a sus hijos aunque en los centros de rehabilitación las madres no pueden acudir al tratamiento con hijos.
Además se considera en este estudio que frecuentemente las mujeres tiene antecedentes de abuso sexual a edades tempranas y se observa la poca sensibilidad para manejar adecuadamente este tipo de casos en los tratamientos.
Esos datos resultan preocupantes porque es un fenómeno de escala mundial, en el World Drug Report 2022 se menciona que a pesar de que las mujeres que consumen drogas en la Región de América del Norte ha aumentado, persiste una brecha en la demanda de atención por parte de las mujeres, que se hace más ancha en el caso de las mujeres que consumen ETA: “casi una de cada dos personas que consumen estimulantes de tipo anfetamínico en el año anterior es mujer, pero solo una de cada cinco personas que recibe tratamiento por trastornos por consumo de esas sustancias es mujer”.
“En los lugares no regulados, pues sí pasan cosas que nadie quiere hablar de ellas, pero se te advierte que hay muchos problemas con hombres. Que hasta hay un término para ello de que “el tercerpasear a la banda”, o sea, de que el tercer paso es escoger a un compañero. Muchas personas específicamente hombres cuando llega una chica nueva que no tiene nada limpia, pues luego luego la quieren ayudar, pero simplemente con una intención sexual”, confesó Karla.
Estos datos y testimonios nos muestran el panorama al que se enfrentan las personas que buscan ayuda por un consumo problemático de drogas en un contexto de reestructuración del mercado que facilita el acceso a drogas mucho más adictivas.
El camino de estas personas para recibir una atención que garantice el respeto a los derechos humanos está obstaculizado no solamente por la discriminación y criminalización estructural, sino también por su clase socioeconómica, por el sexo asignado al nacer o, simplemente, por el lugar en el que residen.
La falta de acciones y resultados de las promesas del Estado, es, otra muestra de incapacidad, desinterés e irresponsabilidad de solucionar una problemática que va en aumento. Por el incremento de la oferta de las drogas en las calles de la Zona Metropolitana de Guadalajara, el incremento de personas dependientes a ellas y, por lo tanto, la creación de más centros de rehabilitación que operan como un negocio, ya que más que buscar garantizar la salud de las personas pretenden, en su lugar, que permanezcan en el centro para seguir generando ganancias.
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Guía de orientación para elegir un centro residencial de atención de adicciones
Pasos preliminares
¿Cómo sé si necesito ayuda especializada?
Paso 1: Sé honestx contigo mismx, tú conoces mejor que nadie tu cuerpo y tus necesidades, pregúntate: ¿es inconveniente o implacentero tu consumo?
Paso 2: Sí aún tienes dudas puedes realizar esta prueba: http://www.cij.gob.mx/autodiagnostico/index.asp ¡Recuerda que lo más importante es responder con honestidad!
Paso 3: Si aún tienes dudas sobre el internamiento y si es posible, acude a alguno de los servicios públicos ambulatorios especializados en adicciones y salud mental que ofrece el CECAJ y el CIJ:https://cecaj.jalisco.gob.mx/temas-del-cecaj/contenido-centros-nueva-vida y http://www.cij.org.mx/
Nota: Antes de acudir a cualquier servicio atención sin importar si es público o privado, ambulatorio o residencial, conoce tus derechos como paciente en este link: http://www.conadic.salud.gob.mx/Residenciales/Cartel_Derechos_del_paciente2020.pdf
Paso 4: Si decidiste que la atención residencial es la que necesitas ahora toca decidir si quieres un servicio público o privado.
Público |
Privado |
El modelo con el que operan se llama “modelo profesional de atención especializada en adicciones”, es decir Modelo profesional, es el servicio de atención que brindan los profesionales de la salud, a través de la hospitalización. | Operan bajo los modelos
Modelo de ayuda mutua, es el servicio que se ofrece en las agrupaciones de adictos en recuperación, utilizando los programas de A.A y N.A. Modelo mixto, es el tratamiento ofrecido por ayuda mutua y el modelo profesional. Modelos alternativos, son aquéllos que brindan servicios de tratamiento a través de diversas técnicas y métodos sin poner en riesgo la integridad física y psicológica del usuario, y que son diferentes a los de la medicina alopática |
Si te decidiste por un servicio privado de atención sigue estos pasos antes de hacer tu elección
Paso 1: Revisa el “DIRECTORIO DE ESTABLECIMIENTOS ESPECIALIZADOS EN EL TRATAMIENTO DE LAS ADICCIONES EN MODALIDAD RESIDENCIAL RECONOCIDOS POR LA CONADIC” según la ley en este documento se encuentran solo aquellos centros capaces de garantizar el respeto a los derechos humanos y la atención clínica integral.
Paso 2: No te confíes, aunque el centro de tu interés aparezca el directorio de la CONADIC, “googlealos” o búscalos en las redes sociales, ahí encontrarás opiniones o indicadores extra sobre las características de la atención que brindan.
Paso 3: Una vez en el establecimiento verifica que cumpla con las siguientes características:
Si estás buscando atención para ti o para alguien de tu familia estos son algunos de los requisitos que pueden ser indicador de un tratamiento integral en los centros de rehabilitación:
- Procurar que el servicio tenga un modelo de atención mixto: es el tratamiento ofrecido por la combinación de ayuda mutua y el modelo profesional.
- En la parte visible del exterior del establecimiento, deberá exhibirse el nombre legal y/o comercial, así como el CLUNI que es la Clave Única de Inscripción al Registro Federal de las Organizaciones de la Sociedad Civil.
- En el trámite de ingreso del paciente se debe indicar el tiempo que durará el tratamiento. Cabe mencionar que la duración de tratamiento necesaria puede variar según el paciente en un parámetro de uno a tres meses.
- El usuario que ingrese debe ser valorado por un médico en un periodo no mayor de 48 horas. Cabe mencionar que en el caso de ingresar a centro de rehabilitación de ayuda mutua debe ser bajo la propia autorización del usuario de drogas.
- Es fundamental confirmar que las personas encargadas del establecimiento cuenten con evidencia de capacitación en adicciones y de salud mental. Si es profesional de la salud deberá contar con cédula profesional y si es una persona en recuperación de una adicción, deberá de tener al menos dos años en abstinencia y capacitación en tratar adicciones.
- Debe contar con personal de salud como médicos, psicólogas y psicólogos o personal de enfermería con cédula profesional. O en todo caso deben contar con un documento que integre los servicios de salud cercanos para referir a las personas usuarias para la atención de las adicciones y/o de otras condiciones médicas asociadas, incluidas las psiquiátricas.
- Además deben de tener un manual que enuncie los materiales o procedimientos que se emplean para tratar al paciente de forma cronológica y con parámetros de evaluación.
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Fuente CONADIC
Guía Operación establecimientos residenciales.pdf (salud.gob.mx)
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Es un proyecto auspiciado por la Fundación Internacional de Seattle (SIF, por sus siglas en inglés), a través del Fondo para Jóvenes de Centroamérica y México (Fondo CAMY) y Philanthropy Lab de la Universidad de Washington (UW).