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En México, el movimiento feminista es más fuerte que nunca. Miles de mexicanas luchan desde el interior del país y, en el exterior, desde otros continentes y fronteras para que no se asesine, desaparezca, violente o falte unx más.
Así nació Furia Mexicana, colectiva que se ha convertido en referente y en una de las colectivas feministas latinas con mayor presencia en España. Esta es parte de su historia y su proceso de resistencia feminista como una red de apoyo internacional, más allá de las fronteras de su continente.
Texto y fotografías por Dayra Abigail González Herrera / @dayra__gonzalez
De acuerdo con el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), para 2020, 12 millones 120 mil 633 personas de origen mexicano se encontraban en el extranjero. De éstas, el 53% eran mujeres. En España, el número oficial de residentes mexicanas es de 36 mil 111 y Barcelona es la segunda provincia con mayor número de habitantes con esta nacionalidad.
Cada año son más las mexicanas que buscan mantener en el centro la visibilización de la violencia feminicida y machista que atraviesa a la sociedad y al Estado. El poder del feminismo, no sólo en México sino en toda Latinoamérica, ha sido posible gracias a las colectivas feministas que presionan día con día a los gobiernos de sus países, incluso, desde fuera de su continente.
Furia Mexicana es ejemplo de estas formas de resistir más allá del lugar de origen y en clave de comunidad.
Días antes al 8 de marzo de 2020, Estefanía buscó en redes sociales a otras mexicanas que tuvieran interés en participar en la marcha española representando a México. La respuesta fue inmediata, y ante la violencia que se vivió ese año, muchas se congregaron para realizar pancartas con motivo de los feminicidios en México.
Fueron alrededor de 300 mexicanas las que aún a miles de kilómetros del país, estaban indignadas y rebasadas por la violencia de sus compatriotas. Aún cuando no las tocaba en lo personal, quedarse calladas ya no era tolerable.
Los cánticos de las mexicanas durante la marcha eran en sumo diferentes a los de las catalanas. Las pancartas con cifras y las denuncias expuestas, impactaron a todos los que las veían. Mientras en Barcelona, el 8M se comparte una energía de comunidad y empoderamiento, para las mexicanas el sentimiento de luto, impotencia e injusticia es lo que predomina.
El contraste entre una marcha mexicana y una catalana es muy diferente. Al menos, hasta ahora, el gobierno no ha respondido con barricadas policiales o amedrentamientos a las manifestantes
Las respuestas violentas son casi nulas y se ha otorgado el espacio necesario para que las colectivas feministas mexicanas se expresen, aseguran las colectivas sobre la participación de las policías en sus acciones de protesta “aquí no tenemos problema” y “se vive de diferente manera porque no tenemos miedo. No tenemos miedo de que te vayan a llevar o que vaya a haber algún tipo de represalia”.
A pesar de lo diferente que era este contingente, en España eran apoyadas y respaldadas. Conociendo los diferentes motivos de lucha, fue que las catalanas en cierto momento corearon durante la manifestación: “Hermanas, amamos, su furia mexicana”, frase que después no sólo sería su bandera de lucha, sino su nombre como colectiva de mujeres organizadas fuera de su país de origen.
Después de la marcha llegó la pandemia y con ésta un alto a muchas de las actividades cotidianas. Sin embargo, las mexicanas que residían en Barcelona ya contaban con un grupo de WhatsApp que mantenían como principal medio de comunicación para crear una comunidad.
Hoy en día, Furia mexicana es una colectiva horizontal feminista, cuyo objetivo principal es visibilizar lo que ocurre en México, específicamente respecto a la violencia feminicida. Son entre 10 y 15 mujeres las que componen el grupo dinamizador y mantienen operante las actividades de la colectiva.
Carolina F. es parte de la agrupación. Con 7 años de residencia en Barcelona, ha formado parte de Furia mexicana desde su nacimiento. Y, aunque reconoce que hay momentos en los que el ánimo merma y la motivación disminuye, afirma segura que se mantiene constante en la lucha. De hecho, cuando se le pregunta por sus motivaciones, referencia a sus allegadas en México como principal motor: “no tengo hijas, pero tengo sobrinas”.
“Si no lo hacemos nosotras, entonces ¿quién?”
En México, al menos 10 mujeres son asesinadas todos los días. Además, se estima que más del 70% de las mujeres han sido víctimas de violencia. Entre estos datos, destacan otros números que dimensionan la realidad de la violencia feminicida: y es que, el 86% del territorio se encuentra en Alerta de Violencia de Género y Desaparición.
La violencia es tan cotidiana, que se ha normalizado.
“Por todas las mujeres que dejé allá” es algo que Carolina mantiene como motivante para no rendirse en su denuncia continua. Tengo “el privilegio de vivir aquí” y aunque “mis hermanas no pueden tener este beneficio”, “yo no soy la que está mal”. En Barcelona, “puedes vivir” y en México, esta lucha “a muchas les puede costar la vida”.
Por otro lado, Nardy S. es una de las dos responsables de redes sociales de la cuenta. Nardy dejó México hace 4 años y a pesar de atravesar circunstancias personales difíciles, en Furia mexicana ha encontrado una comunidad de apoyo que la respalda y con la que ha creado lazos de amistad.
“Migrar es eso, te quedas sin tu red de México, sin la familia” aseguran las integrantes de la colectiva. Y aunque todas atraviesan distintos procesos personales y profesionales al momento de migrar, aseguran que la red de Furia mexicana posibilita “apoyarnos unas con otras con los saberes de todas”.
Tanto Nardy, como Carolina se consideran privilegiadas y afortunadas por la oportunidad de residir en el extranjero. A pesar de los desafíos personales, reconocen que “las mujeres migrantas nos enfrentamos a muchas cosas” y “hay muchas realidades”, pues, aunque no llegaron huyendo de la violencia, sin duda es “un factor que te orilla a tomar la decisión.”
A pesar de que la violencia no las atacaba en México, en España, a las autoridades mexicanas les incomoda el movimiento.
El Consulado de México ha mostrado resistencia hacia grupos mexicanos. “Hemos ido a protestar al consulado cuando ha habido feminicidios, asesinatos”. “Protestamos en el evento de pueblos mágicos que se hizo el año pasado porque acababa de pasar el feminicidio de Debanhi Escobar. Es incongruente el festejo cuando en México hay tanta violencia, pero la respuesta del consulado fue “mandar en ese momento a la policía”. A pesar de la respuesta de México, la policía de Barcelona se mostró “sólo” interesada en conocer la dinámica que planeaban ejecutar.
En Barcelona, las colectivas mexicanas no están solas y los grupos feministas de la región se han acercado a Furia mexicana para colaborar. Con espacios para denunciar la violencia contra las mujeres que sucede en México, invitaciones a protestas, manifestaciones o eventos. Las colectivas de Catalunya se han mostrado interesadas y empáticas ante lo que la colectiva de mexicanas tiene por compartir.
Han concedido espacios para difusión, abierto canales de comunicación y realizado invitaciones a exposiciones, conferencias y pláticas que ponen en la mesa el feminismo desde varias perspectivas. Todo esto, reforzando de nuevo la idea de que lo más importante es el bienestar de las mujeres y la búsqueda de una sociedad equitativa.
Prouviolencia, Feminicidio.net, Ca la dona, Hélia, laBonne, son algunas de las colectivas que buscan el contacto para que Furia mexicana imparta charlas, colabore con universidades y esté presente en el movimiento en España.
Aunado a esto, Furia mexicana se enfoca y participa en el movimiento por la regularización de migrantes en Barcelona. A lo largo de 2022 trabajaron conjuntamente para conseguir 500 mil 000 firmas en una Iniciativa Popular Legislativa (IPL) que busca regularizar a personas que llevan años viviendo en España pero aún no cuentan con la documentación legal.
Además de la difusión, otra labor que desarrolla la colectiva es realizar periódicamente conferencias, charlas o talleres que brinden herramientas de ayuda e información ante situaciones de violencia. Ejemplo de lo anterior, son las sesiones virtuales de autodefensa que imparten.
“Somos muchas las que queremos cambiar las cosas” afirman.
En Madrid, Mariposas monarcas migrantes, son otra colectiva mexicana que al igual que Furia mexicana, lucha desde la distancia por visibilizar la violencia interna del país.
De hecho, uno de los proyectos a futuro de Furia mexicana, es enlazarse con otras colectivas mexicanas que están presentes en más países europeos para complementar y nutrir esta red de apoyo internacional.
Su principal medio de comunicación con otras colectivas y mujeres ha sido Instagram, sin embargo, confiesan que esto ha representado un desgaste emocional en sus vidas.
Nardy refiere que su salud mental, muchas veces se perjudica por el bombardeo de información y casos de violencia hacia las mujeres mexicanas. Recibir constantemente solicitudes para difundir nuevos casos de desaparición y decepcionarse después ante una falta de consecuencias hacia las personas responsables, genera frustración y desesperación.
“He despertado con pesadillas” refiere Nardy. Son ellas las que gracias a su difusión y movilización han favorecido procesos de difusión para localizar a mujeres desaparecidas, además de dar mayor alcance a los casos. A veces un poco de viralidad permite que las autoridades tomen en serio las carpetas de investigación y se realicen las investigaciones pertinentes, explican.
Nardy reconoce que el trabajo en redes es difícil, pero del que no pueden prescindir, pues “siempre llegan mensajes agradeciendo”, ya sea porque han compartido una ficha de búsqueda o un caso de violencia. Furia Mexicana tienen un compromiso con cada una.
Poco a poco se suman más colectivas a esta red que ha demostrado que una de las mejores maneras para visibilizar ante las autoridades los casos, es cuando en redes sociales resuenan las miles de historias de violencia. “Hay tantos casos que olvidamos” y que tal vez antes “estabas en otro momento de tu vida y no empatizábamos tanto”, pero siempre podemos replantearnos, informarnos y deconstruirnos para responder ante las injusticias. Porque los casos “siguen pasando” y la indiferencia no cambiará la realidad.
Furia mexicana es una plataforma empática y sorora, que visibiliza y concientiza sobre la violencia machista y feminicida en México desde Barcelona, España. A pesar de los desafíos que no debería conllevar la lucha por la justicia, ellas se mantienen firmes y se motivan por las generaciones que vienen, porque saben que ellas también quieren ayudar.
“Ya no nos van a parar” ni a ellas, ni en México, ni en cualquier otro país, finalizaron.
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Es un proyecto auspiciado por la Fundación Internacional de Seattle (SIF, por sus siglas en inglés), a través del Fondo para Jóvenes de Centroamérica y México (Fondo CAMY) y Philanthropy Lab de la Universidad de Washington (UW).
