Doxa MCC
Por Joaquín Arteaga Sánchez.
Me entrevisté con el artista Mario Wandu sobre su obra TEDIO y la potencia del arte para comunicar, de una manera particular, problemáticas sociales.
¿Quién es Mario Wandu? Es un artista visual y curador independiente radicado en Guadalajara, Jalisco. Sus principales líneas de investigación tienen que ver con corporalidades disidentes.
Cuerpas para las cuales los espacios no son tan agradables, como las personas con discapacidad, el cuerpo prieto, el cuerpo gorde, el cuerpo trans, las cuerpas que no son bienvenidos en el mundo del arte tapatío, porque Guadalajara, como dijera Gisela Carlos Fregoso, investigadora de la UDG, es una ciudad clasista y racista. Entonces, pienso en joder al sistema e incluir estos cuerpos que también son mi cuerpo.
Me decidí por acercarme a Mario Wandu porque cuando me encontré con su pieza “TEDIO” en la expo “Venta de garage” me quedé con muchas preguntas sobre las posibles colaboraciones que podrían existir entre periodistas y artistas, en particular aquellas relacionadas con las consideraciones éticas de informar sobre temas tan complicados como la trata de personas o la violencia gore en México.
“TEDIO” es una pieza audiovisual concebida inicialmente como texto en 2013 por el artista Mario Wandu, y posteriormente, en 2017, ejecutada como obra de teatro en colaboración con la actriz Claudia Marín. En palabras de su autor, esta obra contiene “algo de verdad pero también mucho de mentira”.
La historia que narra TEDIO se centra en el monologo de un personaje que fue víctima de prostitución infantil. El personaje narra su historia desgarradora, pero finalmente logra escapar y construir su propia fundación para la protección de los derechos de la niñez.
“Decidí hacer una obra de teatro en donde una actriz interpretará este personaje en un formato de stand-up comedy, imitando las charlas de superación tipo TED Talks. La obra se presentó en formato de teatro en 2017; ese mismo año fue grabada para la elaboración de una obra de video performance, la cual fue editada recientemente y en 2023 es presentada como video performance”.
El título hace referencia a la organización TED Conferences cuyo eslogan es ‘ideas que vale la pena difundir’. El monólogo de la protagonista se presenta con el mismo formato de las TED Talks, pero resulta extraño el tono ácido e irónico del monologo debido a la discordancia del tema y lo controlado del espectáculo.
El monologo sigue las pautas del storytelling. Es decir, asume un tono emotivo y esperanzador que va marcando un ritmo sencillo y atractivo para la audiencia y con ello, logre conectar a partir de la exaltación, casi dramática, de los aspectos más emotivos de la historia. De entrada este tono es el que parece incomodar a los espectadores de TEDIO.
Durante la entrevista, Mario Wandu mencionó que ha recibido muchas críticas por esta pieza y que en su mayoría apuntan a un sentimiento de burla hacia el espectador.
“Me gusta que la gente se pueda llegar a sacar de onda y que le dé comezón, que se incomoden, que tengan la necesidad de irse del espacio”.
También comentó que esta polémica se suma al material de trabajo de sus piezas, y que normalmente la gente que se siente ofendida es porque se sienten espejeados. Sin embargo, cuando la gente se queda y ve el video completo, ocurre algo distinto, algo que Mario Wandu describe como una conexión o empatía del espectador con la problemática social desde un lugar que no es el de privilegio.
Debo aclarar que la propuesta del artista Mario Wandu me atrae por esta incomodidad que desata. Me parece sumamente creativa, en tanto entendamos el enfrentamiento como un espacio de creación. Me parece que es una comezón que te deja preguntas, y las preguntas que a mí me suscitaron tienen que ver con las recomendaciones y consideraciones que se revisan en el cruce de ética y periodismo ¿Cómo informar desde una práctica humana y comprometida con las luchas sociales?
Me imagino que en este sentido, la comezón que me provocó TEDIO está relacionada con aquello que hacía visible la polémica y que desde las discusiones morales sobre periodismo y medios de comunicación tienden a ocultarse.
Pienso que la polémica de la pieza surge a partir de que la obra de manera directa sugiere cierto grado de complicidad con el espectador, y al mismo tiempo relaciona tres temas difíciles, pero necesarios de afrontar en la actualidad: la espectacularización del dolor, la revictimización provocada por medios de comunicación y la mercantilización del dolor y las víctimas de la violencia en México.
El trabajo de Mario Wandu articula estos tres temas a partir de relacionar la trata de personas con una crítica del derecho moral que se adjudican de manera arbitraria algunas instituciones y figuras públicas. En este sentido, el tema de la trata de personas es parte de una crítica más compleja.
“Esta obra se relaciona con muchos de los temas que me interesan: la necropolítica, el biopoder, la crítica al sistema heteropatriarcal y hegemónico desde una visión transfeminista”.
Esta complejidad, como lo veíamos al comienzo del texto cuando enlistábamos los intereses de Mario Wandu como artista, aborda el cuerpo y lo personal como nodos que van articulando el arte como práctica política.
Volviendo a los cruces entre periodismo y arte. La investigación, la consulta de fuentes, estar en el lugar y el trabajo de relaciones públicas forma parte una parte clave en el desarrollo de TEDIO, y se podrían beneficiar mucho del quehacer de un periodista.
Particularmente Mario Wandu, se acercó a instituciones de protección de derechos de la niñez, realizó cursos sobre derechos humanos y consultó registros de la CNDH e INEGI, para informarse sobre el tema de trata de personas en Jalisco.
“Me Infiltré en algunas instituciones de protección de derechos de la niñez, de las cuales prefiero no decir el nombre, con la intención de vivenciar las problemáticas de la niñez. Descubrí la problemática de las redes de trata y las limitaciones de algunas instituciones que tienen que ver con la atención a estas redes”.
Después de esta fase de investigación Mario Wandu, mencionó se hizo necesaria incorporar preguntas sobre ética en el proceso de creación de la obra, cuidando no revictimizar ni utilizar la historia de manera irresponsable, así como la omisión de nombres y referencias directas a instituciones.
Quedan muchas preguntas y anotaciones de la entrevista con Mario Wandu. Sin embargo les invito a conocer más de su obra y estar al pendiente de su trabajo como gestor en su perfil de Instagram: @mariowandu. Para finalizar este texto cierro apuntando que la obra TEDIO desafía las convenciones del arte y la moralidad, generando incomodidad y cuestionamientos en el espectador. A través de su trabajo, el artista busca visibilizar y cuestionar las problemáticas sociales, incluyendo a aquellos cuerpos que a menudo son excluidos del ámbito artístico.