#DíaDeLasMadres
Por Mayra Hernández /@mayrahdez / @mx_back
Durante muchos años, las mujeres hemos luchado por nuestros derechos. El no idealizar la maternidad fue uno de los temas de los que se hablaron en el Primer Congreso Feminista en Yucatán en 1916, aunque muchos querían seguir con la imagen de “mamá sumisa”. Así fue como nace en nuestro país el Día de las Madres, en este querer silenciar estos temas que, en aquel entonces, menos se hablaban.
“La niñez escolar del país (será) la que rinda homenaje a las santas y abnegadas mujeres que han contribuido a la prolongación de la familia mexicana, con su noble y alto ejercicio de las funciones de la maternidad”1,José Vasconcelos
Desde que somos niñas crecemos en una construcción social escuchando frases como “cuando seas mamá”, “¿Cuántos hij@s quieres tener?, entramos a las jugueterías donde las muñecas, los bebés y las carriolas están en la sección de niñas.
Una construcción social que nos hace crecer y anhelar el ser mamás; sin embargo, de la maternidad real nadie nos habla. Nadie nos habla sobre lo doloroso que, a veces, es la lactancia, sobre los desvelos, sobre el aprender hasta cuándo dar leche materna, hasta cuándo no, sobre cómo nos sentimos culpables sí es que tuvimos que optar por leche en polvo. Nadie nos da un instructivo de cómo hacer una papilla, de cómo cambiar un pañal, de cómo entender qué necesitan cuando lloran o saber qué hacer cuando tienen un cólico.
Desde el segundo en el que nuestr@s hij@s llegan a nuestros brazos, todo cambia. Es el amor incondicional que nadie puede explicar, ese que uno siente la primera vez que les tenemos en nuestros brazos. Eso que se siente al ser madres cuando, por primera vez, l@s escuchamos llorar. Pero al mismo tiempo la maternidad viene con cambios profesionales o académicos, con decisiones que tenemos que tomar como mujeres, estando en pareja o siendo autónomas.
Tomar decisiones, tales como seguir trabajando o dedicarse a la crianza 100% de nuestras infancias, conseguir guardería o hacer toda una logística para dejarles en buenas manos mientras trabajamos, o dejar a un lado todo para criar. Recibiendo opiniones, juicios, comentarios acerca de sí eres buena mamá o no.
Logística y organización para poder tener una junta y, al mismo tiempo, correr a sacar la leche materna y poder guardarla en el refrigerador para que se la podamos dar al día siguiente.
Ser mamá es de las labores más hermosas, pero también de las más cansadas, ya que a pesar de que tengamos toda una organización para poder lograr todo, mentalmente y emocionalmente, es diferente como mujeres.
La culpabilidad que vivimos gracias a esa idea de ser la “mamá perfecta”, esas mamás de revista y de comerciales, duele muchas veces. Esta culpabilidad nos persigue cuando decidimos seguir profesionalmente, y también nos persigue si no lo decidimos así.
Es ahí cuando tenemos que ir cambiando el discurso, el aplaudir cuando una mamá quiere quedarse en casa cuidando a sus hij@s, decidiendo así hacerlo por propia voluntad. Y también aplaudir a las madres que decidimos seguir trabando y, a la par, criando.
Y qué pasa con tantas madres que el día de hoy son autónomas, no solteras, no mamás luchonas, pero sí madres que hacen todo por sus infancias después de un padre ausente o que decidió no ser responsable. Esas maternidades se han ido normalizando, llenas de juicios de la sociedad, y no nombrando a los padres que no están.
El día de hoy es un día para visibilizar la maternidad real, el aplaudir y abrazarnos como mujeres, el recordar que el ser mamá no es una razón para olvidarnos como mujeres. Recordar que la maternidad a pesar de que hay días que es dura y cansada, hay días que esas sonrisas lo son todo, son una luz que nos hace brillar.
La maternidad no la tenemos que vivir solas, la maternidad también se vive en equipo, teniendo cerca una red de apoyo. Porque criar adult@s responsables, que no repliquen lo que socialmente hemos ido deconstruyendo poco a poco, es cansado, pero también es ahí donde está la esperanza de ir cambiando todo. Sí eres mamá, lo estás haciendo bien… no existen las madres perfectas. Este diez de mayo sigamos visibilizando las maternidades reales y las paternidades responsables.
