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Por Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress
Para no olvidarla y tenerla siempre presente, a cinco años de su feminicidio, en las paredes de su casa y en el altar principal, Luz del Carmen Cámara Hernández cuelga las fotografías de su hija Lizbeth Jiménez Cámara, joven de 19 años edad a quién la anhelada justicia nunca llegó.
El 10 de mayo se acerca y para la mujer, vivir un “Día de las madres” sin su hija, ha sido, es y será un momento de mucho dolor y tristeza, porque lo que ha recibido de las autoridades son omisiones e impunidad .
“Sobrevivir sin mi hija es doloroso, es triste, y más aun cuando no hay justicia, mi hija tenía el sueño de convertirse en escaramuza charra, y con ese recuerdo me quedé de ella, con su traje, con su alegría y con su amor a los caballos”, expresó.
Luz del Carmen con toda certeza y coraje narra la impunidad y corrupción que ejercieron las autoridades de justicia con el feminicidio de su hija, que era la menor de sus tres hijos.
“Lizbeth no se suicidó, a ella la mataron”, enfatiza cada vez que menciona su nombre y al presunto culpable, su esposo, casi 30 años mayor que ella.
De acuerdo con los peritos, la joven tenía golpes en su cabeza y partes del cuerpo, por eso la mamá descartó que hubiera sido un suicidio, sin embargo las autoridades de justicia nunca ejercieron acción penal contra el responsable, el cual fue asesinado el mes de abril del año pasado.
¿Y el dolor cómo lo calmo?
La mujer de 49 años de edad lamentó que por el feminicidio de su hija nunca habrá justicia, y se preguntó ¿y el dolor cómo lo calmo?, al reconocer que “Ese domingo” que Lizbeth iba a llegar a verla ya no lo hizo, al contrario le avisaron que se había quitado la vida.
Tampoco como víctima indirecta ha recibido el apoyo del estado, solo el
acompañamiento de colectivas como Consorcio para la Equidad Oaxaca y de otras mujeres madres y víctimas de feminicidio han sido su aliciente.
“Me dan un buen acompañamiento, he tomado terapias, que ayudan, pero el dolor lo llevo conmigo, no hay día que no la recuerde, que recuerde sus sueños y felicidad”, expresó.
Su madre aseguró que Lizbeth nunca le confesó que vivía con violencia, al contrario cada vez que la veía, ella le respondía que todo marchaba muy bien entre ella y su esposo.
“Para mi todos los días son domingo, porque ese domingo, 29 de abril del 2018, me avisó que pasaría a verme y nunca llegó, al contrario, me avisaron que se había suicidado y desde entonces no soy la misma”, recalcó.
La esperanza para Luz del Carmen es la justicia y que los funcionarios que no la ejercieron tengan castigo y paguen por sus omisiones, por sus actos de corrupción, porque al feminicida nunca lo detuvieron.
“Todos los días ando y Lizbeth siempre va conmigo, para sobrevivir me dedico a cuidar a personas, ese es mi trabajo, a la madre que le matan a su hija, la vida cambia, una aprende como ya dije a sobrevivir con dolor”, concluyó.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Agencia de Noticias IstmoPress que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
