El martes 18 de abril, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), se realizó el Crystal Kiki Ball, un espacio donde vogueras de diferentes casas, 007’s y personas de la comunidad LGBTQI+ celebraron y conmemoraron la escena del Ballroom en Jalisco.
Por Luisa Páez / @luisaa__pz
Fotos: Luisa Páez y Yutxil Sánchez
Los “Kiki Balls” son espacios que buscan visibilizar los derechos de todas las personas que conforman la comunidad LGBTI+, algo que hacen del través del baile y una expresión libre de sus cuerpos.
El Crystal Kiki Ball fue organizado por la Casa Kiki House of Prisma y Pable Abaroa, estudiante y participante del taller de vogue que se imparte en ITESO para fomentar la inclusión y las diversidades sexo-genéricas.
En este participaron vogueras pertenecientes a diferentes casas como Kiki House of Prisma, Kiki House of Medussa, Kiki House of Minerva; vogueras 007 que son personxs que no pertenecen a alguna casa, pero que son parte importante de esta cultura en la escena tapatía, así como personxs de la comunidad del ITESO quienes, en algunos casos, tuvieron la oportunidad de caminar por primera vez en un ball.
El evento que se realizó en el Auditorio Pedro Arrupe inició con el performance de lxs personxs que pertenecen al “Taller de Vogue” de ITESO; después se dio la bienvenida y s presentó el Legends, Statements and Stars, una ronda en donde se resalta a quienes han contribuido a la cultura del ballroom, específicamente, en la escena tapatía.
Después se explicaron las bases de la competencia se presentó a la mesa de jueces que estuvo conformada por Gorgy Medussa, Noyomi Medussa, Miller 007, Narciso Prisma y Trikis 007, quienes fueron clave para elegir a quienes se iban a llevar el Grand Price de cada categoría.
El ball (la competencia) se dividió en dos bloques; en el primero, las categorías fueron Best Dressed, Runway, Hands Performance, Face y Nails. En el segundo bloque “Old Way”, las categorías fueron: Baby Vogue OTA (Open To All) y Vogue Femme.
Mas allá de quienes resultaron ganadores, Crystal Kiki Ball cumplió el cometido de mostrar un “Kiki Ball” en toda su esencia, pues el Auditorio Arrupe, como nunca antes, respiró la diversidad y la libertad que implica la apropiación de las diversas identidades y su manifestación a través de la aceptación y el movimiento de los cuerpos.
Al finalizar el ball, Charlotte Prisma se dirigió hacia el público para reconocer la importancia del respeto a los derechos de la comunidad trans y para recordar que una de las razones principales por las que caminan en el ball: “Es para visibilizarnos y resistir”.
Así mismo, Diossa Medussa mencionó la labor de la colectiva Sombrilla Roja en la generación de redes de apoyo y seguridad entre personas que se dedican al trabajo sexual.
Con este evento, para las, los y les asistentes, se evidenció la importancia de los “Kiki Balls” que no sólo son espacios de resistencia e identidad, sino también de celebración y conmemoración de la comunidad que se reconoce diversa.