Desde Mujeres
Por Vianey Amairani Estrada Ramírez / @DesdeMujeres
“Feminine Rage”, si has estado activa en las redes sociales seguramente has escuchado sobre este término. Cada día aparecen más publicaciones en los medios de comunicación que muestran a las mujeres expresando su ira en todo su esplendor. Algunos ejemplos de feminine rage se pueden ver en películas como: Pearl (2022), Gaslight (1944), Midsommer (2019), Hidden Figures (2017) o en series como Euphoria (2019).
Esta tendencia se caracteriza por mostrar a personajes femeninos en momentos de vulnerabilidad, angustia, enojo y frustraciones. Vemos a estas mujeres llegando a su límite y sacando su sentimientos de una manera pasional. Esta irá se crea a partir de problemas que vivimos las mujeres en nuestra cotidianidad. El acoso, la discriminación, la sexualización y la represión frecuentemente son situaciones que lamentablemente vivimos y podemos ver como nuestra realidad se refleja en la televisión, el cine, la literatura y las redes sociales.
Considero que la temática del enojo feminino se ha vuelto tan atractiva dentro de las redes sociales porque nos permite tener nuestro momento de catarsis. Podemos visualizar a otras mujeres expresar las emociones que nosotras reprimimos por miedo a cómo nos verá la sociedad. Nos permite dejar de ver este enojo como algo momentáneo y aceptarlo como parte de nosotras, de reconocernos como seres humanos que sienten y tienen derecho de ser honestas con el enojo que sentimos.
Aún cuando la sociedad categoriza a las mujeres como seres emocionales o sensibles, no está bien visto que expresemos nuestras emociones en su plenitud. La sociedad aplaude a las mujeres que pueden regular sus emociones y a las mujeres que expresan sus sentimientos las clasifican como histéricas, emocionales e irracionales. Sin embargo estas representaciones de female rage nos muestran a mujeres que sienten ira sin tratarlas como histéricas, simplemente son seres humanos que sienten dolor y enojo por las injusticias que viven; no invalida nuestros sentimientos ni nos hace sentir menos por sentirlo.
Yo también encuentro un cierto alivio cuando veo estos videos, y ¿por qué no lo sentiría? En un país lleno de inseguridad, donde las mujeres sufrimos de acoso, discriminación y un miedo cotidiano, es sumamente complicado guardar la ira que sentimos. Pero ver a mujeres representando el enojo que sentimos y ver que existe una comunidad de mujeres que compartimos estas emociones me ayuda a reconocer que no es algo que debo esconder.
Quizá el female rage se ha popularizado porque estamos cansadas. Estamos cansadas de que nuestros derechos no sean respetados, que nuestras preocupaciones no sean atendidas, que nuestros miedos no se tomen en serio. Estamos cansadas de vivir frustradas por no poder expresar lo que sentimos sin ser juzgadas. Más allá de ser una tendencia, es el reflejo de los cambios sistémicos que se deben realizar para poder vivir sin miedo y de una manera segura.
El movimiento #MeToo que comenzó en el 2017 es un ejemplo de mujeres compartiendo su frustraciones y enojo sobre el acoso que han vivido a lo largo de sus carreras o vidas, pero también un ejemplo de un cambio social y cultural que podemos lograr cuando compartimos estas experiencias vividas y buscamos apoyo entre nosotras.
Es importante que tomemos el tiempo de sentir con plenitud nuestras emociones, pero también podemos compartir nuestras frustraciones, nuestro enojo, unirnos en la colectividad y mirar hacia nuestro interior para analizar cuáles son las condiciones que están provocando estas emociones a mujeres en todo el mundo. Podemos convertir esta furia en un instrumento político para nuestra mejora y crear mejores condiciones para nuestro presente y futuro.