El pasado mes de marzo fue aprobada ante el Congreso de Jalisco una serie de reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en torno a los ataques con ácido o alguna sustancia corrosiva. En éstas las y los diputados establecieron como mínimo una pena de 2 y hasta 15 años de prisión para los atacantes; sin embargo este tipo de agresión no fue considerado como intento de feminicidio.
La asociación civil Unión Diversa de Jalisco consideró que estas reformas, y sobre todo penas, se quedan contar al castigar penalmente este acto de violencia que con toda ensaña buscan agredir física y psicológicamente a sus víctimas. Esta organización ha tratado este tema desde el caso de Zoé, una mujer trans atacada con ácido en octubre de 2021 y posteriormente discriminada en un hospital privado por su identidad de género y quienes le negaron atención.
Zoé pasó hasta tres días sin atención médica especializada, ya que tras el caso de discriminación que vivió por parte del personal del Hospital Santísima Trinidad, su familia la llevaron a una Cruz Verde, sin embargo allí también ocurrió un acto de negligencia al recibirla pero darla de alta de inmediato con heridas en su cuerpo tan severas que sufrió la perdida de su oreja.
A pesar de la existencia de leyes y reformas, desde Unión Diversa de Jalisco consideran que en Jalisco no se está capacitado, en todas las instancias, para la atención a víctimas de ataques con ácido, como lo demuestra el caso de Zoé. Para ello debe brindarse una reparación integral del daño.
Por Leslie Zepeda / @lesszep2
Ilustración: Luciana Peinado
México ha registrado hasta 34 víctimas de ataques con ácido, esto en los últimos 20 años, mientras solamente un agresor ha obtenido sentencia por este delito, así lo afirma la Fundación Carmen Sánchez MX. Una de ellas es Zoé, mujer trans sobreviviente de este tipo de agresión ocurrida el 19 de octubre de 2021 en pleno Centro Histórico de Guadalajara.
Ha transcurrido ya un año y cinco meses desde el ataque con ácido y la carpeta de investigación en la Fiscalía de Jalisco continúa abierta, donde como la gran mayoría de los casos, su agresor no ha obtenido una sentencia porque, incluso, continúa prófugo de la justicia. Lamentablemente Zoé no solamente fue víctima del ataque de ácido y posteriormente de discriminación en el Hospital Santísima Trinidad.
Además, Zoé también vivió un acto de negligencia médica por parte de personal de la Cruz Verde, así lo relata Fascinación Jiménez, presidenta de Unión Diversa de Jalisco AC, cómo su familia en búsqueda de atención médica la trasladaron por sus medios a una de ellas, donde la dieron de alta poco después de revisarla y decidir que sus heridas no eran graves, esto a pesar de que una de las consecuencias del ataque fue la pérdida de una oreja.
Precisamente la organización Unión Diversa de Jalisco AC le brindó acompañamiento a Zoé y su familia, esto un par de días después de la agresión que sufrió. Fue alrededor del tercer día cuando debido al dolor y negligencia de la Cruz Verde que su familia en busca de ayudarla dio con el contacto de la asociación. Por lo que tras al menos tres días sin atención especializada, fue trasladada al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, donde finalmente recibió un tratamiento a sus heridas ocasionadas por el ácido.
A consecuencia de la agresión tuvo que ser ingresada a quirófano hasta en cuatro ocasiones, cuenta Fascinación Jiménez:
“De primera mano fue un tema de negligencia – en la Cruz Verde- porque si la revisaron, la atendieron bien, sin embargo, no sé qué esperaban ver que fuera una urgencia mayor para poder actuar. Una vez que ella ingresa al Hospital Civil viejo, creo que tuvo tres o cuatro ingresos al quirófano, entonces estamos hablando de que ella necesitaba una atención especializada urgente y que si ella hubiera decidido sí denunciar, entonces también la Cruz Verde hubiera tenido una carga legal ante esta situación”.
La presidenta de Unión Diversa de Jalisco supone que esa habría sido la sanción ya que Zoé decidió no tomar acciones legales contra el hospital privado ni contra la Cruz Verde. Una decisión que fue respetada por la asociación, ya que además comprenden que vivir un ataque de ácido significa vivir múltiples daños, entre ellos psicológico. Más que nada conocen la burocracia y revictimización en las instituciones como lo son precisamente las fiscalías.
“Ella no quiso tomar cartas en el asunto en tema legal y es muy respetable esa decisión por parte de las víctimas, es algo que siempre se debe de respetar y hacer valer sin embargo, me atrevo a decir que por el evento tan traumático, yo creo que las víctimas en el momento no quieren este entrar en esto, porque aparte los trámites son burocráticos, desgastantes y traumáticos, hasta revictimizantes”, añade Fascinación.
La asociación civil hizo lo que estuvo en sus manos: levantó una queja por discriminación en contra del Hospital Santísima Trinidad ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), que a pesar de la demora fue favorable, por lo que tuvieron que capacitar a su personal en atención a población LGBTIQ+.
El Hospital Santísima Trinidad se excusó ante el CONAPRED que no se debió a un acto de discriminación, a pesar de que la familia de Zoé afirmó que decidieron no atenderla al no coincidir su documentación de identificación con ella. Aún así el hospital negó esta declaración y dijo negar la atención porque no tenían la capacidad de atender las heridas, una estrategia legal según interpreta Fascinación Jiménez.
“Creemos que esto es bastante grave por parte del hospital que le negaron la atención por un caso de discriminación y porque la víctima no quería, ni podía denunciar ese momento, ya que se encontraba entre quirófano y quirófano Si no tienen el equipo y no son capaces, lo que deben de tener es un protocolo para que se canalicen ese tipo de pacientes. Eso deberían de tener todos los hospitales, no nada más este hospital. En caso de que nieguen las acciones, estos negocios pueden llegar a ser clausurados, multados e incluso cerrados”.
Para Unión Diversa de Jalisco el caso de Zoé representa la poca capacidad con la que cuenta el Estado, específicamente en Jalisco, por atender estas agresiones perpetradas contra mujeres. Para Fascinación Jiménez esto evidencia una serie de negligencias por las que pasan las víctimas de ataques con ácido. Por ende, reconoce que el gobierno no cuenta profesionales especializados, tampoco sensibilizados en atender a personas en vulnerabilidad como lo es la población LGBTIQ+.
“No estamos hablando de cosas banales, estamos hablando de vidas humanas y las vidas de las chicas trans importan, que además son parte de la población LGBT más vulnerable, son las que viven mayores violencias, ellas tienen un promedio de vida de 35 años. Entonces creemos que están en un doble estado de vulnerabilidad por su identidad de género y por ser mujeres”, enfatiza.
“Esta ley se queda corta”, reforman Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
El pasado 14 de marzo diputadas y diputados del Congreso de Jalisco hicieron una serie de reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, esto con 34 votos a favor. Los resultados se traducen en penas de 2 a 15 años de prisión a personas que perpetúen ataques con ácido o cualquier otra sustancia corrosiva. Así como supone la regularización de venta de sustancias químicas corrosivas, cáusticas, tóxicas o inflamables.
Asimismo, afirmaron que en caso de involucrar una razón de género la pena por el ataque podría ser mayor, de hasta 20 años de prisión, e igualmente cuando el agresor tenga algún tipo de relación, ya sea de pareja, o cualquier, como laboral, consanguínea, familiar, etc. Durante la presentación de estas reformas fue mencionado justamente el caso de Zoé entre los casos que resaltan en Jalisco.
Y es que bajo este escenario el caso de Zoé, como mujer trans víctima de ataque de ácido, es que resulta importante relatar su vivencia. Así lo indica Fascinación Jimenez, quien desde su representación como presidenta de Unión Diversa de Jalisco, se posicionaron ante las reformas aprobadas por el Congreso de Jalisco, ya que no consideran suficientes para atender un problema como este, de tal magnitud.
“Ahora que salió esta reforma aquí en Jalisco sí creímos que se quedó corta, en el sentido de que es muy amplia la pena, o sea, creemos que dos años le pueden dar a un atacante y creemos que es súper leve. Porque un ataque de ácido es algo que busca dañar permanentemente, psicológicamente, físicamente, emocionalmente por siempre, que puede hacerte un daño tanto físico como puedes perder la vida”.
Lo más lamentable es que esta reforma no considera los ataques con ácido ni siquiera como un intento de feminicidio, un punto que para Fascinación debería contemplarse inicialmente para buscar la prevención del delito.
“Debería de ser de un delito que se abra como carpeta de intento de feminicidio y debería de ser grave, no entendemos porque la pena de dos años. Creemos que se quedó corta en ese sentido y que en torno a esta reforma también debería de haber otro tipo de acciones”, insiste.
Como lo fue en el caso de Zoé, para el resto de víctimas no ha habido una reparación integral del daño, sobre todo es necesario el acompañamiento integral a las víctimas, dado que no solamente es necesaria la atención médica, sino que sea especializada dadas las heridas que pueden ocasionar las diferentes sustancias químicas, y principalmente los estragos psicológicos, por lo que debería de brindarles atención psiquiátrica también, puntos que estas reformas no contemplan.
“Son daños que llevan tiempo, a veces se necesitan cirugías, asesoría psicológica, a veces incluso psiquiátrica porque hay secuelas en temas de ansiedad, de delirios de persecución. Es inmenso el tema, que no nada más es un parche, es un tema profundo”.
En México hay múltiples leyes, ahora reformas a estas, Centros de Justicia para la Mujer y demás instancias que atienden la violencia de género; sin embargo, para Fascinación Jiménez, ninguno de estos instrumentos es suficiente para atender la violencia machista y contra atacar al sistema patriarcal que más allá de atenderla, la acrecenta.
Por ello, es fundamental atender las diferentes violencias desde la prevención, es decir, el machismo. Porque para ella la cosificación de las mujeres es uno de los principales problemas por atender, que la integridad de las mujeres no valga, en dado caso, dos años de prisión como lo plantean en estas reformas.