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Patricia Mayorga impartió un taller de periodismo sobre defensa del territorio en la Escuela de Periodismo ZonaDocs. Habló sobre la importancia de tener contacto directo y tejer redes con las comunidades atravesadas por la violencia y el extractivismo. Para ella, la clave para hacer esta labor con integridad y cuidado está en “entrenar el cuerpo, las emociones y la estrategia periodística”.
Por Redacción ZonaDocs
La periodista chihuahuense Patricia Mayorga se ha formado en la cobertura de defensa del territorio a base de experiencia práctica mediante su trabajo sobre los conflictos ambientales y de violación de derechos en la Sierra Tarahumara.
Mayorga es cofundadora del medio digital independiente Raíchali, enfocado en coberturas sobre población indígena, problemas del campo, corrupción y violaciones a derechos humanos en Chihuahua.
Estos fueron los aprendizajes que compartió con la Escuela de Periodismo de ZonaDocs.
Las comunidades al centro
Es necesario poner el centro a las comunidades mestizas rurales y a las poblaciones indígenas, dice Patricia Mayorga; “son las menos visibles, más alejadas y menos cubiertas en la mayoría del periodismo”.
“Mi principal brújula e informantes son las comunidades. Si alguien tiene conocimiento de su territorio, son ellas. Son escrupulosas en la documentación verbal”. Aunque debe haber trabajo previo, aclara: “No puedes llegar sin un contacto en la comunidad y un panorama. Hay que conocer sus formas de organización, para no incurrir en errores”.
En 2017, tras el asesinato de su colega Miroslava Breach, Mayorga salió de México para resguardarse. Ambas periodistas habían trabajado temas similares, lo cual ponía en riesgo a Mayorga.
Si alguien no me soltó en esos tres años, fueron mis fuentes de la sierra. Siempre me documentaban casos. Llegué a sacar notas exclusivas desde el exilio gracias a ellos. Era un compromiso fuerte: si me buscan es porque hay pocas opciones de cobertura. Confían en mí.
Mayorga mencionó que el desplazamiento forzado es un fuerte indicador para abordar conflictos sobre territorio. A diferencia de otras manifestaciones de la crisis de violencia, permite una oportunidad para que las personas cuenten sus vivencias:
“es una ventaja dentro de la gran tragedia del país. En el desplazamiento están vivos y presentes. Tienen mucha información, no para extraerla, sino para empezar a tejer con ellos y documentar”.
Mayorga dice que recordar los testimonios que las personas comparten con ella la mantiene fuerte y focalizada.
Una mirada compleja sobre el crimen organizado
“No ayudan” las narrativas que pintan los conflictos como una “guerra entre cárteles” dice Mayorga.
Es importante en nuestras coberturas no magnificar a los personajes del cartel. Nos han vendido que el narcotráfico es un monstruo con muchas manos y que no tiene rostro, que no se puede combatir, usan la idea del mecanismo del terror para infundir un miedo paralizante, ¿eso a quién le conviene? El miedo está más fuerte que nunca.
Incluso, las coberturas con una perspectiva más completas muestran “cómo las personas del crimen organizado muchas veces también son parte de la comunidad”. El foco debe ponerse en dónde va la responsabilidad; “falta voluntad social, política y empresarial” para resolver el problema.
Además, las historias sobre el territorio deben reflejar las actividades del crimen organizado en el extractivismo, más allá de hablar solamente de narcopolítica. En Chihuahua, por ejemplo, la tala ilegal ha crecido aún más que el narcotráfico, según Mayorga.
Sustento para generar impacto
Mayorga plantea siempre tener claro el mapa de los intereses en juego en cada situación: “siempre hay que pensar a quién le conviene”.
Una nota puede generar más impacto al escribir “no sólo la denuncia o la historia de violaciones de derechos”, sino incorporando más tipos de argumentos e información:
- Debe haber un sustento legal, por ejemplo, al conocer muy bien la ley agraria y la ley minera. El periodista debe tener claro qué es lo se defiende en cada caso: si se trata de una comunidad indígena, un ejido, o una propiedad privada. Esto es necesario para un trabajo más especializado y que tenga mayores consecuencias.
- “Si no respaldamos con el dato duro es difícil obtener respuestas de la autoridad”. Para ello, “el sistema de transparencia es una súper herramienta”.
Estos ejes contribuyen a plasmar la historia desde una perspectiva de responsabilidad.
“Entrenar el cuerpo, las emociones y la estrategia periodística”
El tiempo que Patricia Mayorga pasó en el exilio fuera del país le permitió reconocer que sentía miedo, entenderse a sí misma y hurgar en su motivación:
“Puedes seguir haciendo periodismo a donde vayas. Todo esto me dio a entender que me llevo, me tengo a mí y estoy viva. Fue un parteaguas”.
Sus reflexiones fueron una oportunidad para identificar qué consideraba necesario cambiar en su forma de trabajar para cuidar su bienestar. Ahora, ella sugiere tomar en cuenta lo siguiente:
- Es importante conocer qué nos mueve, dice: “¿Por qué nos apasiona contar por qué esos cerros están pelones o por qué esas casas se hundieron? ¿Por qué nos indignan tanto estas injusticias? Analicen. Le da sentido, fuerza y foco a lo que hacen”.
- “Cuando tengo miedo, lo nombro. Lo manejas como tu aliado. Es un sensor, pero que no te paralice. Lo he canalizado a saber que quiero ejercer un periodismo estratégico: si me pasa algo, no hay nota”. Tener miedo en el contexto actual es lógico, dice Mayorga. El acompañamiento psicosocial de especialistas y con redes de compañeros también es un apoyo importante.
- No hay que aislar a nuestras familias de nuestro trabajo. Hay que hablar de periodismo con ellas y encontrar formas de hacerlas parte: “Si yo llegara a faltar, qué caos les dejaría”, Mayorga dice que, al ocultarles cosas, se quedarían “teniendo que descifrar qué paso por haber querido ‘protegerlos’”. En cambio, ahora ve que, si ella se cuida y está bien, puede estar con su familia. Incluso hay que considerar a la familia dentro de los protocolos de seguridad.
- “Hemos avanzado en hacer análisis de riesgo”, Mayorga señala que en cada cobertura es importante conocer el panorama: los actores involucrados y qué le puede pasar a la gente de la que se escribe. Además, una labor de monitoreo, con apoyo de otras personas, debe contemplar los detalles técnicos de transporte, conexión a internet, seguridad digital. “Suena muy elaborado, pero no es más que entrenamiento para hacer prácticas necesarias”.
- El apoyo, la colaboración y la capacitación entre colegas periodistas significa un trabajo más digno. “Lo que más daño nos ha hecho es la competencia. ¿Contra quién compites? No hay que ganar una nota. Primero nuestra integridad física y emocional”. Mayorga es directora ejecutiva de la Alianza de Medios y Libertad de Expresión en la Red de Periodistas de a Pie. Considera que crear y trabajar desde medios de periodismo independiente es muy necesario, “aunque nos precaricemos un poquito más”, en especial para poder abordar los temas y las perspectivas que ha trabajado.
“Nosotros los periodistas de alguna manera estamos en el frente de guerra”, dijo Mayorga, “¿Qué se hace? Entrenar el cuerpo, las emociones y la estrategia periodística”. La fuerza puede salir de una misma, dijo: “Si no la alimentas y canalizas, no la vas a ver, entrenar y cultivar”.
Concluyó que “las generaciones que vienen nos dan mucha esperanza y aprendizajes”.
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Es un proyecto auspiciado por la Fundación Internacional de Seattle (SIF, por sus siglas en inglés), a través del Fondo para Jóvenes de Centroamérica y México (Fondo CAMY) y Philanthropy Lab de la Universidad de Washington (UW).