– “¿Por qué los migrantes vienen a pedir dinero si siempre veo que traen ropa de marca?” dijo una transeúnte a Luis, migrante hondureño, quien lleva cinco meses transitando las calles de distintos estados de México.
-“Porque en mi país la ropa de marca es más barata que la comida”, le contestó.
Este es el andar de Luis García, un migrante de origen Hondureño que llegó a Guadalajara, Jalisco luego de recorrer varios estados del país en busca de encontrar una vida más digna en Estados Unidos. Aún mantiene la esperanza de llegar con bien a su destino, pero en más de una ocasión, relata, ha querido regresar a su país.
Por Ana Paola Mares Villalobos / @anapaomaresv
Luis García tiene 42 años y nació en San Pedro Sula, Honduras. Cuenta con gracia cómo es que lleva el nombre de un exfutbolista mexicano del América (Luis García Postigo), a pesar de que su equipo favorito son Las Chivas de Guadalajara.
Es una persona carismática, inteligente, respetuosa y fiel creyente de su dios. A bordo del tren “La Bestia”, él y su familia -conformada por su esposa y sus cuatro hijos- van recorriendo la ruta migratoria en esperan de llegar a su destino en Estados Unidos.
Durante el 2022, la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP) de la Secretaría de Gobernación, reportó 444 mil 439 eventos de personas en situación migratoria irregular en México, provenientes de todo el continente americano, las islas de El caribe y Europa. En estas entradas al país el 69.38% (308 mil 359) fueron hombres y 30.6% (136 mil 080) fueron mujeres.
Luego de Venezuela (97 mil 078 eventos), Honduras es el segundo país de donde provienen las personas extranjeras que ingresaron a México sin documentación, con 72 mil 928 eventos; le sigue Guatemala con 69 mil 515 y Cuba con 41 mil 475. En el quinto lugar se encuentra Nicaragua con 40 mil 825 eventos de personas que ingresaron a México con esta nacionalidad.
La misma Unidad informó que durante este mismo año, se registraron mil 682 eventos de personas extranjeras en situación migratoria irregular en Jalisco, específicamente en Guadalajara, la capital del estado. En su mayoría se trató de hombres (mil 269) y el resto mujeres (413) según los reportes.
Luis relata que junto a su familia decidieron dejar su país porque vivir ahí “ya que muy inseguro”, para muestra, relata que hace 6 meses mataron al hijo del expresidente de Honduras, Porfirio Lobo: “si eso pasa con los hijos de políticos, imagínate cómo vivimos los ciudadanos” se cuestiona. De acuerdo con el Consejo Ciudadano Para la Seguridad Pública y la Justicia Penal De México, San Pedro Sula ocupa el lugar número 14 entre las 20 ciudades más peligrosas del mundo.
Pero no sólo San Pedro Sula es peligroso. México, también lo es y, mucho más, para las personas migrantes, quienes se encuentran en un estado de vulnerabilidad y desprotección. Sin embargo, Luis asegura que ha tenido tanto “buenas experiencias”, como malas en su estadía en este país de tránsito. Está agradecido con quienes viven aquí, pero por experiencia, “no se fía de cualquier persona”. Recuerda que, en una ocasión, mientras se encontraba en un crucero, un hombre en una camioneta ostentosa le llamó y le propuso darle 700 pesos si lo dejaba llevarlo a un motel y penetrarlo. Luis, entre confundido y enojado, no tuvo más que decirle que no.
–“Pero si tú tienes necesidad” respondió el agresor.
–“Sí, pero el que tengas dinero no te da derecho a faltarme al respeto y ahorita le puedo hablar a una patrulla porque me estás acosando” le refutó Luis.
La violencia sexual que experimentan los hombres, sobre todo, para quienes se encuentran en condición de movilidad, es menos visibilizada que aquella que viven las mujeres, pero existe.
Ya en 2012, la organización Sin Fronteras aseguraba a través de su informe Construyendo un modelo de atención para mujeres migrantes víctimas de violencia sexual, que “la violencia sexual, en todas sus expresiones, dentro de la migración no es un fenómeno aislado” y que, si bien, “es un problema que afecta principalmente a las mujeres”, no excluye a los hombres.
La explicación que ofrece la organización internacional, radica en reconocer que estas manifestaciones de violencia son toleradas dentro de los países de la región, incluido México, pero, sobre todo, que en el caso de las mujeres “tiene como fundamento el hecho de que son víctimas de una discriminación y de un papel social que, históricamente, las ha colocado en condiciones de inferioridad”. En ese sentido, valdría la pena mencionar que, junto a su condición de género, como personas migrantes, en un país como este, su vulnerabilidad aumenta frente a las personas o grupos que les consideran como sujetos sin derechos, susceptibles a sufrir cualquier forma de violencia.
Luis y su familia han sido víctimas de discriminación, xenofobia y racismo por personas mexicanas y por autoridades. Recuerda que una tarde cuando acudió con sus hijos y esposa a solicitar la ayuda de las personas a un restaurante un policía les corrió del lugar diciéndoles “pinches migrantes cabrones”.
Por esto y más, Luis se ha visto tentado a regresar a su país; no porque sea su deseo. La falta de oportunidades y los problemas de salud que han presentado lo han llevado en más de una ocasión a pensar en volver. Pero es más fuerte el sueño de llegar a Estados Unidos para conseguir un trabajo que les permia vivir dignamente en Honduras, dice. Su plan es laborar ahí un par de años para después regresarse a su país con un mejor nivel de vida.
En el trayecto, también han experimentado discriminación y limitaciones para acceder a su derecho a la salud.
Hace dos meses, Luis estuvo a punto de regresar a su país para tratarse, pues tiene un bulto en la muñeca izquierda que le causa mucho dolor, y es que, pese a que visitó varias clínicas y hospitales en México para solicitar atención médica, ésta no le fue brindada porque no cuenta con una documentación regular.
Si bien, el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, establece en su Objetivo número 15 que los Estados deben “incorporar las necesidades sanitarias de los migrantes en las políticas y los planes de salud nacionales y locales”, esto no se cumple del todo, como lo cuenta precisa Luis.
El Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social a través de su estudio El acceso a la salud de la migración irregular en México del año 2021, expone “ya existían obstáculos al acceso a la salud en las Américas antes de la pandemia por COVID-19, lo que complicó más la situación en el 2020 para los migrantes irregulares en esta región”. De manera particular, advierte que en México “ya existían obstáculos” previo a la crisis sanitaria, mismos que se suman a “los bajos niveles en el acceso a la salud”, no sólo para su población. Esto “hace suponer que la población migrante irregular se encuentra actualmente en una situación difícil” señala el documento.
Frente a estas deficiencias en el sistema de salud, la asistencia humanitaria que brindan albergues y casas del migrante, así como organizaciones o personas solidarias que deciden ofrecer su ayuda, hacen la diferencia. Luis, por ejemplo, se encontró con un médico que de buena voluntad le ofreció sus servicios sin ningún costo.
Antes de llegar a México, Luis vendía Enciclopedias Océano. Menciona con pasión que las leía primero para saber qué era lo que vendía a sus clientes. Les explicaba todo el contenido para así impulsar sus ventas y hablarles con la verdad acerca del producto. Él podría estar haciendo eso en el país de su preferencia, es decir, aquí en México, en Honduras o en Estados Unidos. De acuerdo con el reporte Inmigración en México: Más apertura, menos barreras, de la organización México Cómo vamos, si el país aprovechara el talento migrante, el Producto Interno Bruto podría crecer hasta 7%.
Habiendo pasado por varios estados de la república, Luis y su familia consideran que ya es momento de irse de Jalisco y buscar otro lugar, aunque todavía no saben a dónde, su objetivo es subir lo más posible hasta encontrarse con el país vecino.
Y aunque saben que ahí afuera sigue existiendo personas que todavía no entienden su situación, en su andar están seguros de que se encontrarán con muchas más que serán buenas, compasivas y hospitalarias con ellos.
Luis recuerda con alegría una de esas tantas veces. Su familia y él habían llegado a una iglesia cristiana en el estado de Querétaro llamada Leche y Miel, Tierra Internacional de Avivamiento.
“¿Cómo están, hermanos?” preguntó el pastor durante el servicio religioso, “bien” respondieron todos. Al terminar, relata Luis, decidió acercarse al orador para compartirle que, en la iglesia de su país, las personas en lugar de responder “bien” a la pregunta “¿cómo están?” contestan “bendecidos, prosperados y en victoria”. Así, al día siguiente, cuando volvieron a la iglesia, el pastor le preguntó directamente a Luis y a su familia ¿cómo están?, a lo que constaron “bendecidos, prosperados y en victoria”. Acto seguido el representante cristiano se dirigió hacia toda la comunidad para hacerles la misma pregunta: “¿cómo están, hermanos?” y todos respondieron: “bendecidos, prosperados y en victoria”.
Luis asegura que fue un momento muy bonito y que dios los ha estado ayudando a llegar a su destino. Eso les da esperanza para continuar con su camino.
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Esta historia fue realizada en el marco del Bloque de Producción Periodística de Opinión del Tec de Monterrey Campus Guadalajara.