El sábado 28 de enero se celebró una subasta de arte en apoyo a 6 organizaciones civiles dedicadas al cuidado de niñas y mujeres adolescentes. ¿El arte que se subastó? Poemas ilustrados, hechos por 17 niñas y adolescentes de estas organizaciones. El tema de los poemas son los sueños y las añoranzas que estas niñas llevan consigo.
Por Andrés de la Peña / @andres_dlap
Las jóvenes artistas contaban con una diversidad de edades. Participaron 6 mujeres adolescentes de entre 13 y 15 años (Sahori, Fátima, Nahomi, Alejandra, Amairani y Mariana); siete niñas de entre 9 y 10 años (Alejandra, Elena, Isabel, Mayra, Mayté, Alexia y Aidé) y tres niñas de 4 años (Dana, Leiza y Julieta). Todos los fondos recaudados se destinaron a las organizaciones de las cuales pertenecen, y donde reciben diferentes tipos de apoyos y cuidados.
Las organizaciones participantes son Centro de Integración Tapalpa, Casa Hogar Naandi, Unidos por la Seguridad, Así es Terapia, el Colectivo de Niñas de Lomas del Centinela y Walkali, todos colectivos ciudadanos enfocados a los cuidados.
Patricia Ramírez Reynoso es diseñadora e ilustradora, dueña de la marca “Tiza”, de ilustración y arte en ropa. Tiza organiza un proyecto social orientado a mujeres cada año y de cara al 8 de marzo; este año se decidió enfocar a las niñas y mujeres adolescentes, y de ahí surgió la chispa para organizar la subasta de arte. Patricia ilustró los 17 poemas que se concentran en un pequeño libro titulado: “Soy Niña y Sueño”.
Ella explica que estos poemas y textos vinieron de una serie de preguntas que cada niña respondió:
“La primera pregunta era si pudieras ser un animal que animal serías, si tuvieras un superpoder cual superpoder sería, qué deseas para todas las niñas del mundo y, si pudieras volar, a dónde volarías”.
“Mi superpoder es dar amor a otras niñas”, escribe Elena. “Sueño que me tienen mucho respeto”, redacta Fátima. Mayra, en su texto ilustrado con la imagen de un perro de perfil con una mariposa posada en la cabeza, responde: “Deseo que nosotras las niñas siempre luchemos por ser nosotras mismas. Mi superpoder es la perseverancia”.
Mónica Varela colabora con las 6 organizaciones donde participan las 17 niñas y adolescentes; ella tuvo un rol importante en la gestión pero también en el diseño de las preguntas y las actividades que resultaron en los textos ilustrados. Mónica refirió que la subasta, además de recaudar fondos para lograr un impacto directo, tuvo el objetivo de visibilizar a las niñas y adolescentes al compartir su opinión y sus sentimientos. También, mencionó, es importante reconocer el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil de Jalisco que atienden a poblaciones vulneradas.
Julieta, Dana y Leiza, las tres artistas más jóvenes del evento, compartieron algunos detalles sobre sus textos en entrevista con Zona Docs. Julieta, por ejemplo, eligió un unicornio para su ilustración, y explicó que le gustaría volar a Estados Unidos porque considera que es un lugar divertido. Quisiera tener el superpoder de ayudar a las personas para que no se maltraten.
Leiza, que eligió a la mariposa como su animal favorito, por su capacidad de volar, tiene el sueño de visitar la playa en Mazatlán. Su superpoder deseado es ayudar a su mamá a lavar los trastes. Dana, en cambio, insistió en que su animal favorito tenía que ser una casa, porque su deseo es que todos tengan una, y en su texto menciona con orgullo que ella ayudó a construir su propia vivienda. Gema, la mamá de Dana, y su abuela, Berenice, estaban ahí también; mientras cuidaban a las tres niñas respondieron algunas preguntas también, mencionando que estaban muy orgullosas de ver el texto de Dana ilustrado y publicado.
Ale, de 15 años, también concedió una entrevista para ZonaDocs. Ella, mayor de las jóvenes artistas, eligió al colibrí como animal favorito, y lo pidió azul porque ese color la hace sentir feliz y tranquila. Ale quiere dedicarse al trabajo social, y si pudiera volar a otro lugar le gustaría ir a Honduras para desempeñar esa labor.
Actualmente estudia alimentos y bebidas, y es descrita por la directora de su organización como una ávida lectora: disfrutó mucho leyendo Bajo la Misma Estrella y Buenos Días, Princesa. Alejandra considera que el mayor problema que enfrentan las personas actualmente es la economía, y quiere trabajar en eso.
Carmelita, la fundadora de la casa-hogar Naandi, explicó un poco sobre su experiencia atendiendo a niñas y mujeres adolescentes durante 25 años. En esas dos décadas y media han acompañado a poco más de 270 niñas y adolescentes.
“Ha cambiado mucho la sociedad. Los problemas antes eran más bien que encontrábamos a las niñas con falta de oportunidades, con bajos recursos, venían también de ambientes muy desintegrados pero siempre estaba la mamá. Hoy en día no hay familia: ahora las niñas que atendemos viven en espacios donde no hay ni mamá ni papá. Antes, aunque las niñas vivieran en una situación de pobreza, tenían valores y tenían fé”.
Eso, explica Carmelita, resulta en muchos abandonos emocionales:
“Hoy vienen con un rezago de amor, de ternura, de abrazos, de valores y de una familia muy fuerte. Se necesitan años para reponer esa falta de afecto, y a veces no se logra”.
Al final, todas las 17 ilustraciones con sus respectivos textos encontraron compradores, aunque los momentos más emotivos de la velada fueron las lecturas que se hicieron de los mismos.
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Aquí pueden seguir el trabajo y labor de Tiza:
Excelente evento, gracias por la difusión