La movilidad en Guadalajara

Pesimismo Esperanzador

Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ

Sin duda alguna que el colapso que vive la ciudad todos los días, nos orilla a pensar soluciones de largo plazo, que alivien el serio problema de movilidad que tiene la Zona Metropolitana de Guadalajara, que ahora vuelve a ponerse en la palestra pública, a propósito de la consulta sobre las soluciones en torno al problema de movilidad que viven los vecinos que deben tomar la Avenida Adolfo López Mateos; y donde se ha generado un debate en torno a la construcción de un segundo piso en esa vialidad. Aunque ahora el debate está centrado en este problema particular, no podemos dejar de mirar este asunto en su conjunto y con toda la complejidad que tiene.

Es sabido desde hace años que el crecimiento desordenado de la ciudad es una de las causas que más influyen en este asunto, pero no podemos entender este problema sin la conjunción de varios factores, que a continuación detallo:

    1. A lo largo de los últimos años se han creado organismos y se han promulgado normativas en torno al desarrollo urbano en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sin embargo; estos esfuerzos no logran gestionar una verdadera regulación en este asunto, ya que la ley se trata de evadir a toda costa por algunos particulares y las capacidades institucionales se quedan cortas para controlar a todos los actores económicos involucrados en el desarrollo urbano de la capital de Jalisco.
    2. No existe un consenso social mínimo sobre el crecimiento de la ciudad, hasta dónde se debe crecer, hacia dónde se puede crecer, incluso no hay una idea compartida sobre lo que la gran capital debería de ser como ciudad. Muchos actores sociales están al margen de esta discusión y no tenemos claro un horizonte de futuro porque resolver las urgencias nos lleva la vida y los que han dictado por la vía de los hechos las políticas de crecimiento son los desarrolladores urbanos.
    3. Se ha dicho hasta la saciedad que tenemos una cultura que sobrevalora la tenencia de autos particulares, ya que no sólo se busca para el transporte en una ciudad caótica, sino que se instaló como un mecanismo cultural que lo asocia con el éxito y con el ascenso social. Esto contribuye a que tengamos una de las ciudades más motorizadas del país.
    4. Aunado a lo anterior, y también se sabe desde hace años, el transporte público en la ciudad, a pesar de algunos avances notorios, sigue siendo malo, caro, ineficiente, de baja calidad y contaminante. Aunque hay loables esfuerzos para atajar este problema, lo que aparece con mucha evidencia es que tenemos un servicio de transporte público que está muy lejos de lo que necesitamos para convertirse en una verdadera alternativa para todas y todos.
    5. Las alternativas de movilidad no motorizada han aumentado y se ampliaron a nuevas zonas de la ciudad, sin embargo, hay una parte importante de la población que se opone a este tipo de soluciones y además no contamos aún con un sistema verdaderamente articulado de ciclovías que permitan generar trayectos más largos de forma segura. Hay que decir que la cultura vial de los automovilistas ha mejorado y también que más bicicleteros que van asumiendo las normas viales, pero aún hace falta mucho camino por recorrer en este campo.
    6. El crecimiento explosivo en el uso de la motocicleta se ha convertido en un problema, ya que los conductores de estos vehículos son los que más faltas de vialidad cometen, son los que están generando más riesgos y los conflictos que provocan han rebasado a las autoridades. Una parte importante para resolver el colapso de movilidad en Guadalajara, pasa por generar los controles necesarios a los conductores de motocicletas, que sin violar ningún derecho de estas personas, se respeten las normativas existentes y se genere una mejor convivencia en las calles.
    7. Otro de los asuntos que no podemos dejar de lado es el problema que provoca la entrada de tráileres a la ciudad, y una de las principales razones de esto; es porque seguimos teniendo un mercado de abastos que se encuentra en el corazón de la metrópoli. A esto se suma que esta zona de la ciudad es “tierra de nadie” y bodegueros y dueños de camiones de carga de pesada, toman la zona pública para su uso personal y podemos ver camiones estacionados en doble fila o calles de uso habitacional que son utilizadas por talleres y estacionamientos de tráileres. Por supuesto que la contaminación atmosférica y auditiva de la zona es muy alta.
    8. Finalmente, hay actores sociales y políticos que siguen pensando que con “una” solución se resolverá el problema y lo que aparece cada vez más claro, es que es un problema complejo que requiere de la implementación de “varias” soluciones de forma coordinada, que desde varios frentes generen una mejoría sustantiva en este problema que nos afecta día con día.

Esperemos que el diálogo en torno al problema en la Avenida López Mateos nos lleva a ver el panorama amplio de la movilidad y por consiguiente, que se generen las soluciones necesarias.

Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com

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Pesimismo esperanzador
Pesimismo esperanzador
“Pesimismo esperanzado” es una columna escrita por Jorge Rocha, Profesor e investigador del ITESO.

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