El colectivo “Luz de Esperanza” presentó una iniciativa de reforma a la Ley para la Declaración Especial de Ausencia por Desaparición en Jalisco y del Código Civil de Jalisco; la propuesta fue recibida por Claudia García Hernández, diputada del partido político Morena, desde noviembre de 2022.
La mañana del 18 de enero, los familiares y la diputada presentaron la iniciativa en el Congreso de Jalisco, con la expectativa de obtener una respuesta del pleno del poder legislativo, y así atender las necesidades de quienes tienen el cuidado de las hijas e hijos de quienes han sido desaparecidos en Jalisco.
Texto por Aletse Torres Flores / @aletse1799
Fotografías y video por Yutxil Sánchez / @corvetteninja_
Las familias integrantes del colectivo “Luz de Esperanza” decidieron presentar una iniciativa que prioriza los derechos de la niñez que se ve afectada por la problemática de las desapariciones. Esta, fue recibida el 9 de noviembre de 2022, por María del Carmen Zúñiga Cuevas, diputada del partido político de Morena. Dos meses después, las familias de la diputada la presentaron en el Congreso del Estado de Jalisco.
La iniciativa contempla la reforma al artículo 16 de la Ley para la Declaración Especial de Ausencia por Desaparición en Jalisco y a los artículos 42 y 43 de la Ley del Registro Civil del Estado de Jalisco; y así terminar los obstáculos y lagunas jurídicas a los que se enfrentan las infancias.
Héctor Flores del colectivo Luz de Esperanza señaló que su propósito principal es la creación de un mecanismo que tome en cuenta la reparación a las víctimas directas o indirectas de la crisis de las desapariciones, con el fin de salvaguardar la integridad y tutela de la niñez que ha perdido a uno o ambos padres.
Por su parte, la diputada Claudia, explicó que la iniciativa pretende acelerar el tiempo de espera para el trámite de reconocimiento como víctimas indirectas ante la Ley Federal de Declaración Especial de Ausencia para Personas Desaparecidas
En los casos donde las infancias no fueron registradas por sus padres, deben esperar de dos a tres años para iniciar este proceso, el cual implica un examen de ADN, la presentación ante el registro civil y finalmente el reconocimiento como víctimas indirectas.
La iniciativa propone un tiempo de espera máximo de seis meses, ya que el extendimiento del proceso ocasiona que los familiares no lo realicen o que las infancias se “pierdan” en el sistema.
Siguiendo esta misma línea, con la aprobación de la reforma, las infancias con podrían ser registradas por una persona que no sea su progenitor.
Solo deberán presentar documentos que acrediten la desaparición de la madre y/o el padre. Esto permitirá generar un acta de nacimiento y, por tanto, asegurar el acceso a la personalidad jurídica y a sus derechos.
Liliana Meza, integrante del colectivo Luz de Esperanza explicó que la iniciativa contempla la posibilidad de que las madres puedan registrar a los menores de edad sin la necesidad de presentar pruebas que acrediten la paternidad de la persona desaparecida, en el caso de los hombres.
Finalmente, las familias esperan que la propuesta no se quede “congelada” en el congreso, puesto que anteriores iniciativas que han presentado no han pasado de esa fase.
“Mis nietos merecen ser reconocidos con el nombre de su padre”
Imelda Jiménez es madre César Giovanni Calderón Jiménez, joven que fue desaparecido la tarde del 2 de febrero de 2022 en la colonia Lomas de la Primavera, en Zapopan, Jalisco.
Ha pasado casi un año desde la desaparición de su hijo y la respuesta de las autoridades ha sido la misma desde el comienzo: poca e ineficiente. La madre señaló que les ha proporcionado información, pequeñas “pistas” del paradero de su hijo.
“Les llevé la cámara, les llevé todo, sigue igual. Ya no he ido ni a la Fiscalía, ni a ningún lado porque no hacen nada. Esperan que yo lo haga todo” declaró Imelda.
Es complicado que la madre investigue “por su cuenta”, puesto que al no contar con el respaldo de las autoridades, sabe que no tiene ningún tipo de seguridad que la proteja y pone su vida en riesgo.
Imelda, ha decidido no “meterse” demasiado:
“Yo no me puedo estar metiendo. Tú sabes y ellos saben que es muy complicado ahorita. Es difícil entrar a un espacio donde mi vida corre riesgo”.
César Giovanni es padre de tres menores de edad, el más grande tiene casi tres años, el segundo cumple dos años en abril y su hija menor tiene apenas siete meses de edad. No obstante, ninguno de los infantes cuenta con el apellido de su padre, debido a que fue desaparecido antes de poder realizar el trámite.
Imelda, puntualizó que al momento de querer registrar a sus nietos con el apellido de César las autoridades se lo negaron, argumentando que los menores “no tenían derecho” al apellido de su padre porque se encuentra desaparecido.
Por lo mismo, la madre espera que sea aprobada la iniciativa garantizará los derechos que le corresponden a sus nietos y con suerte “ahora sí” recibir la ayuda de las autoridades.
Pero por el miedo y el contexto al que se enfrentaron, la pareja de César decidió registrar a los menores de edad solo con sus apellidos, con el propósito de protegerlos y que las autoridades no se los “quitaran”.
Imelda sabe que al no tener el apellido de su padre, el sistema no los reconoce como víctimas indirectas y, por ende, no tendrían derecho a los apoyos que se plantean en la iniciativa.
Sin embargo, la abuela espera presentar su caso a las autoridades y, con ello, que valoren si es posible que reciban algún apoyo económico. En caso de que no, Imelda está decidida a brindarles lo que necesiten sus nietos.
“Yo entiendo a la mamá, no quería que se los quiten…ahora solo queda apoyarles con pañales y leche, ya que pues son bebés, eso necesitan” compartió Imelda.
Asimismo, espera poder cuidarlos cuando se lo permitan y surja la oportunidad. Para ella, lo más importante es salvaguardar a sus nietos por su “amor” desaparecido.
Finalmente, la única exigencia de Imelda es que las autoridades busquen a su hijo y a su vez, le otorguen a sus nietos los derechos que merecen:
“Yo solo quiero que busquen a mi hijo, que me lo regresen. También, hagan algo con la iniciativa, que nos escuchen y que nos entiendan. En mi caso son mis nietos, pero hay muchas personas igual que yo”.