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Por Juan Yves Palomar / @JuanYvesPalomar
El día dos de Enero de 2023 fue elegida por primera vez en la historia de nuestro país la primera presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, su nombre Norma Lucía Piña, una ministra con un extenso recorrido académico y laboral probado, su principal diferenciador en relación a la nominada por la presidencia, Yasmin Esquivel, es que la mayoría de sus votos han sido opuestos a la posición del ocupante de Palacio Nacional.
¿Qué significa esto para México? ¿Cuál será el impacto de su gestión en el resto del país? En primer lugar algo que queda para el registro histórico es que se comienza a romper el techo de cristal en el poder judicial, hecho que fue celebrado en su primer discurso como ministra presidente de la corte por Norma Lucía Piña al enunciar que llegaba al cargo en representación de miles de mujeres que han trabajado duro para cambiar la realidad nacional.
La nueva ministra presidente se ha manifestado en sus sentencias en posiciones progresistas, como con su respaldo al derecho a decidir de las mujeres, su defensa vehemente del medio ambiente y su posición en favor de los derechos de la comunidad LGBT+. Todas estas causas han quedado al margen de las prioridades de la autodenominada cuarta transformación. ¿Tendremos ahora una mayoría en la corte con el suficiente arrojo para balancear y corregir los excesos de otros poderes?
Con este acontecimiento histórico varios analistas interpretan que la oposición en El Congreso de la Unión se puede ver fortalecida y de igual forma, organizaciones sociales así como colectivos de activistas ven con simpatía la elección por mayoría de una ministra con posiciones a favor de las libertades y los derechos humanos. En un sexenio con un gobierno que se dice de izquierda pero que en la práctica ha demostrado y exhibido amplias contradicciones, la elección de un perfil sólido como el de Norma Lucía Piña es una importante forma de empezar con viento a favor de una sociedad diversa y con diferentes puntos de vista, este nuevo año.
Esta es una buena noticia sin duda, no por ello debemos de echar las campanas al vuelo. Tocará que esta nueva integración de la Corte afronte momentos de tensiones como cuando se resuelva la constitucionalidad de los recortes al INE, la constitucionalidad del mando militar sobre la guardia nacional, así como los procesos electorales a desarrollarse en diferentes entidades de México en este año que inicia, al igual que el proceso electoral federal a celebrarse en año de 2024, en donde el país renovará el poder ejecutivo y el poder legislativo.
Por último, será una muy relevante para consolidar una corte independiente la actuación y la movilización de una sociedad civil exigente, no solo con el poder judicial, sino también con los representantes de los otros dos poderes de la federación. Es hora de acompañar esta buena noticia y la larga carrera profesional de la nueva ministra presidente con una sociedad participativa y dialogante. Dispuesta a deliberar y corregir los excesos de quienes se creen dueños y potentados de México, ya sea que vengan de grandes empresas transnacionales, monopolios o sean funcionarios al servicio del Estado.
Proteger la constitución mexicana es la máxima tarea para la cual se creó la SCJN, velar por el equilibrio de los poderes de la Unión nos corresponde a todos los mexicanos que vivimos en esta democracia imperfecta. Que esta nueva posibilidad de equilibrios signifique mayor apertura al diálogo en el país, que este encuentro entre posiciones diversas signifique un momento de enriquecimiento cultural y la apertura a la diversidad.
Deseo la mejor de las suertes a la Corte y su nueva ministra presidente en esta nueva etapa para México.
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