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Por Daniela Zavala González
Alejandra compra sus artículos de limpieza a granel cada quincena porque es más barato que en el súper. Virginia va todos los días a hacer su mandado a las verdulerías de su colonia; Araceli hace una lista para el súper en donde planea las comidas de una quincena, y Gabriela compra frutas y verduras en el mercado orgánico que se pone los miércoles en Juriquilla. Aunque viven en colonias diferentes, cuentan con presupuestos distintos y sus familias no son las mismas. Las cuatro tienen dos cosas en común: administran su hogar y a todas les afecta la inflación.
Aunque se encuentra más variedad de producto en los supermercados, es más caro por el precio de la gasolina que se usa para transportar la mercancía. Foto: Daniela Zavala.
La inflación es un fenómeno económico que perjudica a cualquier persona en el país, sin importar su estatus socioeconómico. Según la organización México, ¿Cómo Vamos?, el porcentaje de inflación que tiene Querétaro es del 7% en la primera quincena de agosto. Aunque es la más baja del país, no significa que las repercusiones no sean visibles en los hogares, y, más aún, para las administradoras del hogar, quienes tienen que crear nuevas estrategias para hacer rendir los presupuestos con los que cuentan.
Hace un par de días, mi abuelita, quien es la administradora en mi casa, me mandó a traer varias cosas de la tienda para la comida. Jitomate, cebolla, cilantro, una sopa de coditos y un cubito de caldo de pollo. Cuando pedí la cuenta, casi me infarto por la cantidad que debía pagar. Al parecer no era la única, ya que la señora María Rosa Frías se quejó del alza de los precios junto con el encargado de la tiendita. En ese momento me pregunté, ¿cómo le hará para que le alcance su presupuesto? ¿Será igual en todas las colonias de la ciudad?
Alejandra, residente de la colonia Casa Blanca
Gracias a la señora María Rosa, conocí a Alejandra González, su hija, quien es administradora desde el 2019 y que no sólo administra su casa, sino también la de su tía. Mientras estábamos sentadas platicando, me comentó que ellos hacen súper “grande” una vez a la quincena en Walmart, el cual incluye cereales, leche, papel, suavitel y pinol, entre otros productos. Además, su tía encontró a un proveedor de productos de limpieza que les surte cloro y jabón para ropa, ahorrando un poco de dinero por ser producto a granel.
Aparte del mandado quincenal, Alejandra va a las fruterías y verdulerías de la colonia, como La Granada. “A estas alturas, en un día te puedes gastar hasta 200 pesos en pura verdura y fruta”, comentó. La compra de proteína varía según su precio, pero la que más consume la familia González Frías es la carne de cerdo.
“Estaba como en 140 hace poco y después fue subiendo”.
A la semana, Alejandra gasta 2,500 pesos en compras diarias de proteína, verdura y fruta. Esto llega a variar por el alza y baja de los precios todos los días. De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la inflación incrementó 0.42% la segunda quincena de agosto, respecto a la quincena anterior.
Las estrategias que ha implementado Alejandra desde finales del año pasado hasta principios de este para combatir la inflación, son: comprar en Sam’s y Costco para obtener más producto, reducir las porciones de comida, comparar los precios en diferentes verdulerías y supermercados para saber cuál es la opción más barata; no hacer gastos innecesarios y no utilizar el transporte público cuando se puede llegar a pie. No recomendó hacer una lista cuando va a la tienda porque, al subir y bajar el precio de las cosas, prefiere preguntar el costo y decidir en el momento si adquiere el producto o no.
Fraccionamiento Rresidencial Italia
Mi siguiente parada fue con la maestra Araceli Domínguez Fuentes, administradora del hogar de tiempo completo desde el 2004. Ella divide el ingreso familiar por prioridades: los servicios como el agua, luz, gas, gasolina, seguros de vida y la alimentación.
El 30% de su ingreso es destinado para las despensa de su hogar, que hace de manera quincenal en Walmart o La Comer. Las frutas, verduras y carnes, que representan otro 60% de su presupuesto, las compra en el Mercado de La Cruz o en la central de Abastos. “Sí, pero están a mayor costo , y como compro por quincena, me conviene comprar de una vez en la central de abastos”.
En total, ella destina 1,200 pesos cada quince días para la compra de alimentos. “No compro diario porque se va más rápido el dinero”.
Durante estos últimos meses, ha notado un incremento del 20% aproximadamente en los precios en el supermercado, más en la verduras y la carne.
Araceli recomienda hacer una lista para la compra de la despensa y abstenerse de los gastos innecesarios, como antojos o las cosas que realmente no se necesitan. También aconseja planear la comida para 15 días y sólo comprar esos ingredientes, así se logra ahorrar un poco de dinero y no tener que salir de casa a cada rato.
Los gastos hormigas se deben eliminar, ya que un gasto paulatino en cantidades mínimas, al final terminan siendo 500 pesos a la semana de antojos. Esto se evita con una buena administración del presupuesto familiar.
El Garambullo
Mi tía Virginia, o como mejor la conocemos en mi familia, Chapis, ha sido administradora del hogar toda su vida. Cada domingo, durante la comida, nos cuenta sobre su familia y las cosas que hace para sacarlos adelante. Por esta razón, ella era la persona ideal para preguntarle cómo le ha afectado la inflación en sus compras diarias.
Ella sólo compra en el supermercado: jabón, aceite y papel higiénico, ya que prefiere ir al mercado de su colonia porque está más barato.
“Pero cada día que va uno a la tienda o a la carnicería, pues ya subieron de precio las cosas. Ayer costaba 10 pesos el frijol, hoy cuesta 40 pesos. Al otro día ya cuesta más caro…”, comentó.
Si compra carne, en un día gasta 500 pesos y si solamente compra verduras, 200 pesos. Sus prioridades a la hora de hacer el mandado son el frijol, sopa y verduras. Cerca de su casa, hay una verdulería que vende productos un poco maltratados o ya maduros, pero son más baratos.
“Todo está carísimo. El dinero, el poco dinero que uno recibe, no alcanza.”
Una de sus técnicas para que rinda su presupuesto es no comprar por kilos, sino por pieza. Consumir carne dos días a la semana, en especial la de puerco o pollo porque son las más baratas. No adquirir la verdura en el supermercado porque está más cara que en el mercado de su colonia. Una nueva alternativa que está implementando es sembrar su propio jitomate en su casa para ahorrar dinero, e invita a las demás personas a hacer lo mismo.
Juriquilla
La señora Gabriela Sánchez es mamá de una colega periodista mía. Desafortunadamente, por las condiciones climatológicas en Querétaro, no pudimos conocernos presencialmente, pero gracias a las nuevas tecnologías, nuestra reunión pudo ser por Zoom.
Gabriela me platicó que el producto que más compra y al que le destina mayor presupuesto son las verduras. Cuando compra fruta, adquiere la que es de temporada porque es más económica que el resto. Sólo un integrante de su familia consume carne y la reemplaza con legumbres, como el frijol, las lentejas y el garbanzo, que son más baratas.
La mayoría de sus estrategias de ahorro consisten en hacer gastos semanales. Un día cocina toda la comida de la semana en vez de cocinar a diario. También va al mercado dentro de Juriquilla a hacer sus compras principales con un calendario semanal, así entonces los miércoles va a un mercado orgánico proveniente de Hidalgo, ya que los precios que ofrece no aumentan de manera excesiva en las frutas que consume.
“Pensando sólo en comida, en el mercado, por ejemplo, yo creo que sí me gasto a la semana, como unos 1,500 pesos. Pero si le agregamos el huevo, el queso, que todo eso lo compro aparte, fácil vendrían siendo unos 3,000 pesos por semana”, comentó.
Área de derivados de la leche y sus precios en el supermercado. Foto: Daniela Zavala.
Alejandra y Virginia recalcaron que es difícil atenerse a un presupuesto fijo cuando los productos de la canasta básica incrementan todos los días. La mala alimentación es una consecuencia de la inflación, como comenta Virginia. “Nomás no come uno como debe de alimentarse porque no alcanza y cada día va a estar peor”.
El salario mínimo en México es de 172.81 pesos diarios, según la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos. Si multiplicamos esto por 15, que representan los días correspondientes a una quincena laboral, nos da 2,592.15 pesos. En la siguiente infografía, se observa el precio de la canasta básica en diferentes supermercados de la ciudad.
Al optar por la opción más económica, que es Bodega Aurrera sucursal Constituyentes, la despensa de una quincena daría un total de 1,066.38 pesos. Y sólo se tendrían 1,527.77 para pagar los servicios básicos, el transporte, la renta, las deudas, vestido, etcétera.
Todo esto lo hace una administradora del hogar, y muchas veces sin ayuda de ningún otro miembro de la familia. El organizar las cuentas de una familia entera es una responsabilidad que la sociedad les adjudica, y ninguna se negó a tomar este importante papel porque era lo que “tenían que hacer”.
Gracias a ellas, es que tenemos qué comer, qué vestir y una vivienda digna. Hay que estar agradecidos con ellas por todo lo que hacen por el bienestar social, y más en estos momentos en los que atravesamos por una inflación a nivel mundial.
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Este reportaje fue realizado en el marco del Bloque de Producción periodística convergente del Tec de Monterrey Campus Querétaro, del cual ZonaDocs fungió como socio formador.
