Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO
Los días pasados fuimos testigos del enfrentamiento interno de personajes políticos pertenecientes al partido Movimiento Ciudadano, que tiene como telón de fondo una adelantada disputa por la candidatura de este partido a la gubernatura de Jalisco. El pretexto del conflicto fue la marcha-boicot de militantes y simpatizantes del partido naranja en contra de la Feria Internacional del Libro (FIL), acto calificado por muchos y por mí, como una enorme torpeza política. Frente al enfrentamiento que protagonizan Enrique Alfaro y Raúl Padilla, desde hace varios meses, se subió otra confrontación entre el eje político Lemus-Frangie (presidentes municipales de Guadalajara y Zapopan) en contra de Alberto Esquer y Manuel Romo (Secretario de Asistencia Social y el presidente estatal de MC).
Las redes sociales fueron el escenario de la “metralla política” entre estos personajes, que evidenció la existencia de fracturas y desencuentros muy importantes entre las fuerzas políticas que integran MC, y donde se “juraron” lealtades de un lado y del otro. La salida a flote de esta disputa nos deja entrever que la definición de candidaturas para la gubernatura, las presidencias municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara y de las diputaciones locales, será un proceso tortuoso, áspero, conflictivo y muy complicado. Frente a lo que sucedió, el Gobernador Enrique Alfaro llamó a la concordia y la negociación, pero está claro que el primer mandatario del estado, buscará influir lo más posible en estas definiciones, sobre todo porque también está en juego el poder político que podrá ejercer luego del año 2024 cuando deje este cargo.
Algunos aspectos que resultan preocupantes luego de este enfrentamiento, están referidos a la gobernabilidad de los municipios de Guadalajara y Zapopan de aquí en adelante, ya que el pronunciamiento público de las y los regidores de MC en Guadalajara a favor de Alfaro o la participación de legisladoras y legisladores de este partido en la marcha-boicot contra la FIL, puede afectar al buen gobierno de estas demarcaciones, que pueden empezar a sufrir de un “intenso fuego amigo” sabiendo que a estas administraciones todavía les quedan dos largos años de gestión pública. Esperemos que no sean las y los ciudadanos que habitan estas localidades los “paganos” de este conflicto político-electoral.
Por supuesto que también podemos ver a otros “tiradores” a la gubernatura viendo desde las gradas este conflicto y que probablemente buscarán capitalizar en su favor las fuertes diferencias entre estos dos grupos políticos. Seguramente también los posibles candidatos y candidatas por el partido Morena también seguirán con mucho detenimiento el camino que tome este enfrentamiento, ya que si la fractura en MC se consolida, los grandes beneficiarios de este conflicto pueden ser los miembros del partido del presidente de México, que por ahora han mostrado mucha cercanía con el gobernador, pero que al acercarse las elecciones, los acuerdos de mutuo entendimiento que ahora existen, se pueden romper entre menos tiempo falte para la realización de los comicios del año 2024.
Es muy posible que la entrada del llamado periodo de “Guadalupe-Reyes” apacigüe los ánimos dentro del partido naranja, y que llegue una tensa calma en las fiestas decembrinas, pero entrando el año 2023, es muy probable que las hostilidades entre estos grupos políticos vuelvan a aflorar. Otro asunto sobre lo que habrá que estar atentos es el posicionamiento político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), que asumiendo que sus posibilidades de competir por la gubernatura son muy limitadas, es posible que opten por apoyar a alguna o alguno de los jugadores competitivos de cara al 2024, ir solos en este momento los puede poner en una situación de riesgo y de perder aún más posiciones, por lo que seguramente estarán vislumbrando la posibilidad de alianzas locales.
Finalmente, para las y los ciudadanos no es lo mejor ni lo más conveniente ser testigos de encontronazos políticos con este grado de hostilidad, asumiendo que siempre es mejor la civilidad política y contar con una plataforma mínima de acuerdos. De otra forma podemos llegar a una polarización que provoque incapacidad de gobernar, y este escenario sería el peor para todas y todos. Habrá que estar al pendiente del derrotero que tome este nuevo capítulo de la política local que coloca la disputa por la gubernatura como un proceso que ya está completamente abierto.
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