#FIL2022
Durante los cuatro años de gobierno del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, han sido asesinados 36 periodistas, de los cuales, 14 han ocurrido este 2022. Incluso, la organización Artículo 19 registró que durante el primer semestre del año la mayoría de agresiones a periodistas, hasta 128, fueron ejecutadas por el Estado Mexicano.
Ante este panorama se reunieron tres periodistas especializados en investigación en el foro: “El caso mexicano: informar bajo fuego”; ahí coincidieron en que es imposible confiar en un mecanismo de protección encabezado por sus violentadores, por lo que, llaman a formar otro donde se involucre a autoridades y especialistas internacionales ajenos al gobierno.
Por Leslie Zepeda / @lesszep2
“Al matar a un periodista se está silenciando una causa, con Miroslava se silencia la Sierra Tarahumara, con Regina se silencia la narcopolítica, así lo sentenció la periodista Marcela Turati durante el foro “El caso mexicano: informar bajo fuego” como parte de una serie de conversatorios de la Bienal del periodismo “La verdad bajo amenaza”.
Además de ella, también estuvieron presentes Ricardo Raphael de la Madrid y Adela Navarro Bello, quienes coincidieron en su labor periodística con trabajos sobre narcotráfico, así como otras historias.
El punto de partida fue reconocer las deficiencias del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, activo desde enero de 2012 y que, denuncian, desde entonces no ha rendido frutos.
Según datos oficiales del Gobierno de México hay registros de hasta 495 periodistas adheridos a este programa de protección, sin embargo, esto no ha garantizado la integridad de las y los comunicadores, tal fue el ejemplo de Lourdes Maldonado, asesinada en enero de este año a pesar de formar parte el.
“60% de las amenazas contra quienes ejercemos el oficio provienen de funcionarios públicos, cuando se investiga y se llega al final se dan cuenta que lo más peligroso que existe es ponerse a denunciar el vínculo entre estas fuerzas criminales y sus socios y cómplices dentro de las diferentes estructuras de gobierno. Es muy complicado que tengamos alguna confianza mínima en las distintas autoridades para solicitar protección”, aseguró Raphael de la Madrid.
Y es que en México, la omisión, es la respuesta constante de las autoridades a los ataques contra la prensa, así lo registró la asociación Reporteros Sin Fronteras, ya que reportaron hasta un 95 por ciento de impunidad en los casos de desapariciones y asesinatos contra periodistas. No es un hecho aislado que, además, de las agresiones, en el país también se ha contabilizado la desaparición de 32 comunicadores y comunicadoras en los últimos 20 años.
Al respecto, la periodista Adela Navarro Belloa añadió, por un lado, que el mecanismo no significa ningún beneficio para las y los periodistas, por el contrario, significa vivir bajo amenaza, asedio, persecución. Por otro lado, reconoció a la impunidad como la principal motivación de los agresores:
“La corrupción y la impunidad son el principal problema de este país. Si tenemos que el 98% de los casos de investigación a asesinatos a periodistas no están resueltos, no hay asesinos en prisión, no hay autores intelectuales investigados, sancionados, entonces significa que en este país se puede matar a un periodista y sobrevivir porque no vas a ser castigado”.
Resultado de las fallas por parte del Estado en México, es que la organización Artículo 19 ha registrado que en los últimos 22 años un total de 156 periodistas han sido asesinados en México; 91 de ellos han ocurrido a pesar de la existencia de un mecanismo de protección.
Desde el punto de vista de la periodista Marcela Turati, México este 2022, ha superado todos los récords de asesinatos e, incluso, somos el país sin guerra más peligroso del mundo para ser periodistas. No obstante, este no es el primer año donde ocupamos los primero lugares como países más peligrosos para ejercer la profesión:
“Siempre que nos dicen que en México los periodistas tenemos estrés post traumático, nosotros decimos que no hay un post porque no se ha acabado esta violencia, porque la violencia es permanente. La desactivación del miedo es algo que nos preocupa mucho. Ya nos acostumbramos, la sociedad ya se acostumbró a que maten periodistas y emocionalmente nos toca atender cada vez más a periodistas que sienten que ya no pueden, que necesitan salir del país, que necesitan respirar”, lamentó Turati.
Las y los periodistas en México no solamente viven entre la incertidumbre de la violencia, sino también entre la precariedad de su labor, donde además de poner su cuerpo frente al conflicto, también deben hacerlo por un sueldo insuficiente.
“Estamos muy desprotegidos, porque esas empresas para las que trabajamos, a ver, trabajamos por honorarios, el aguinaldo es una cosa que no he visto en ningún lugar, prestaciones ninguna, seguro médico tampoco. Las condiciones para ejercer el periodismo están hechas pedazos, en una época donde tenemos qué cubrir un conflicto armado interno”, infirió Ricardo Raphael de la Madrid.
A través del periodismo de investigación es que Marcela, Adela y Ricardo encuentran servir a la sociedad, de brindarles las herramientas para tener una vida más libre, porque “donde no hay periodismo está ganando la muerte, está haciendo desplazamientos, está habiendo masacres, desapariciones, y la lucha por el periodismo es la lucha por la vida”, reconoció Turati.