El pasado 2 de noviembre, una madre fue intimidada y amenazada por personal del Sistema de Tren Eléctrico Urbano Jalisco, mientras amamantaba a su hija de dos años en las instalaciones de este medio de transporte público.
Este acto representa una violación a su derecho humano de amamantar en los espacios públicos, el cual esta protegido por la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y por la Ley estatal en la materia.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
En octubre de 2021, el Senado de la República aprobó de manera unánime la reforma a la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación, con la cual se determina como discriminatorio “prohibir, limitar o restringir el acto de amamantar en espacios públicos”.
Ha pasado un año desde que el Estado articuló de manera legal el respaldo para que las mujeres alimenten a sus bebés en cualquier lugar; no obstante, esto no es una realidad en todo el país.
El pasado 2 de noviembre, Elsa Robledo y su hija de dos años, sufrieron una violacion a su derecho, por parte del personal del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) Jalisco; a través de actos intimidatorios y amenazas exigiendo que se retirara del espacio de forma inmediata o hablarían a la policía.
Ese día, Elsa y su hija viajaron Guadalajara para realizar algunos “pendientes”, al momento de llegar a la estación la madre pagó sus boletos y antes de entrar al pasillo donde se desea al vagón, se sentó para poder cargar su celular en una de las conexiones y alimentar a su hija.
Sin embargo, varios integrantes del personal de SITEUR se acercaron para pedirle que se retirara de ahí, argumentando que “estaba prohibido”. Elsa explicó con cansancio y frustración que necesitaba cargar su celular para no quedarse incomunicada al momento de volver a su hogar, en los Altos de Jalisco. Además, pidió que le permitieran quedarse porque su hija se había quedado dormida mientras lactaba.
Pero la respuesta del personal fue negativa, la amenazaron con llamar a la policía estatal y sacarla de las instalaciones del tren. Al momento, la madre sacó su celular para grabar, puesto que fue una manera “protegerse” de las mismas.
“Voy a retirar hasta que mi hija despierte, hagan lo que tengan que hacer, yo no me pienso mover” declaró la madre en un en vivo de su perfil de la plataforma de Facebook.
Momentos después, elementos de la policía estatal llegaron y de igual forma, las obligaron a retirarse con actos intimidatorios de la estación “Plaza de Armas” de la Línea 3 del Tren Ligero.
Frente a esta violación de derechos humanos, la colectiva Mujeres en Red para la Igualdad de Género (MURIG) público un comunicado en redes sociales, en el cual narraban los hechos y le solicitaban a las autoridades correspientes que sancionaran a los elementos de la policía y personal del Sistema del Tren Eléctrico Urbano que participaron en este acto de discriminación.
Asimismo, la colectiva exigió que se realizarán las acciones necesarias para garantizar espacios seguros para la lactancia dentro de las instalaciones de cualquier unidad de transporte público.
Han pasado dos semanas del acto y las autoridades de SITEUR Jalisco sólo respondieron con un comentario en el video que publicó Elsa, en el cual expusieron que realizaron un reporte con el equipo responsable y que se comunicara con ellos.
La madre tomó la decisión de no comunicarse más de regreso, puesto que no considera que vayan a hacer algo al respecto y la situación había sido un desgaste muy grande para ella y su pequeña:
“No le vi el sentido, la verdad estaba muy indignada y luego no hacen nada, entonces para que les digo otra vez que paso. Ellos saben que paso, pero que quieran hacer algo es otra cosa”.
A la par, Sofía, integrante de MURIG, expuso solo recibieron respuesta de la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección integral de niñas, niños y adolescentes; quienes señalaron que un derecho de las infancias es el goce a la lactancia materna, por lo cual reprobaron el acto discimintario de las autoridades involucradas.
Además, a través del correo electrónico se comprometieron a ponerse en contacto con las autoridades de Siteur y del gobierno de Jalisco, con el propósito de solicitar capacitaciones para dar a conocer el derecho y la necesidad de amamantar en espacios públicos.
Sin embargo, una capacitación no es suficiente, puesto que no solo se trató de un acto de dismcirminación, sino también de violencia verbal y criminalización a las personas que lactan:
“Fue un intento de criminalizar por lactar, para mí es algo muy grave o sea cómo le vas a hablar a la policía por utilizar un espacio que pagaste y por estar lactando” expresó Sofía en una entrevista con el equipo de ZonaDocs.
Sofía, explica que este tipo de actos violentos sigue sucediendo debido a que los cuerpos de las mujeres han sido vistos para el servicio de otros. Al momento de lactar, existen prejuicios de cómo “debería de hacerse”, cubriendo su cuerpo y hasta ocultándose del ojo público.
Y entonces, cuando lo realizan de forma pública, y no utilizan alguna manta, es cuando comienza generar “incomodidad” y se empieza a castigar a las mujeres:
“Tiene que ver con una visión excluyente de las mujeres que tienen que están criando, solo se les permite si siguen sus reglas y si se atreven a cambiar estas “reglas” es cuando deciden ser violentas con ellas”.
Por otra parte, Elsa recalca que el argumento que más utilizaron fue que está prohibido según el reglamento del transporte público, sin especificar qué acción. Mayoritariamente le solicitaron que se levantara y retirara, sin importarles lo que ella les comentara.
Para la madre, la reglamentación es contradictoria con lo que indica la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación del país y del estado, puesto que viola sus derechos humanos.
“No estaba haciendo nada malo, nomas me decían que el reglamento no me dejaban estar ahí, desconecte mi celular, les dije que me dieran chance por mi hija que se me durmio, pero no entendían” comentó Robledo.
El reglamento de Siteur menciona en el artículo 6º que está prohibido hacer uso de las instalaciones, zonas de acceso y unidades para manifestarse, pedir limosna, o realizar alguna actividad contraria a las buenas costumbres. Asimismo, prohíbe el ingresó a zonas prohibidas y sentarse en el piso de las estaciones y/o trenes.
Y en el artículo 7ª señala que se debe de colaborar con todas aquellas indicaciones que sean por parte del personal de SITEUR y no contravengan a la moral y a las buenas costumbres.
Elsa y su hija no cometieron ninguna de estas infracciones, ella estaba sentada fuera de la estación del tren, sin obstruir el paso al vagón de la misma. Ni estaba pidiendo limosna, ni manifestándose, ni realizando algún acto “contra las buenas costumbres”.
Lo único que hizo Elsa fue alimentar a su hija después de un largo día en un espacio público para poder regresar a su hogar. La madre estaba ejerciendo su derecho.
“Sus reglas no funcionan según la necesidad biológicas de la niñez, a lo mejor no se entiende que a un infante necesita dormir cuando está cansado, necesita comer cuando le da hambre y que tiene que hacerlo en el lugar donde se encuentre y no donde sea cómodo para el resto de la sociedad” sentenció Sofía.
Tanto las integrantes de MURIG como Elsa exigen que las personas involucradas sean sancionadas por la violación dedrechos humanos que realizacoón. Además, señalan que todas las unidades de transporte público deberían de obtener una capacitación con perspectiva de derechos humanos y un protocolo de prevención y acción para evitar este tipo de situaciones.
La madre, espera que en un futuro puedan realizar espacios para las personas que lactan y nadie más tenga que vivir la violencia y miedo que sintió ese día:
“Yo ya no espero que atiendan mi caso, pero sí que lo conozcan y jamás vuelvan a actuar de esa forma con ninguna madre”.
Finalmente, la colectiva de MURIG, exigen la creación e implementación de una política pública que respalde y proteja el derecho de las personas que lactan, con el propósito de erradicar la discrimianción y violencia hacia las mismas.
“Necesitamos un mecanismo que todas las instituciones conozcan, que pueda tener el vínculo con cada una y se haga algo al respecto” concluyó Sofia.
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Niega SITEUR intimidación
Mediante una nota aclaratoria enviada a ZonaDocs, el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) aclaró que no existió ni intimidación ni amenazas en contra de Elsa Robledo y su hija de dos años, pues a su parecer lo único que hicieron fue pedirle de manera amable se movieran de la zona en la que se habían ubicado.
Así lo explican, a través del área de comunicación social.
“En dos ocasiones se acercan a ella una persona de vigilancia y posteriormente el auxiliar de estación con personal de vigilancia. Ambos le solicitan moverse, por su seguridad, de la zona en la que se encontraba sentada debido a que ese punto (a un costado de las máquinas VRT) es de alto tránsito de personas usuarias. No se hizo ninguna llamada a las autoridades como menciona la nota”.
Además aseguraron que por un seguimiento personal a Elsa y su hija, realizado por medio de las cámaras del Centro de Control de Operaciones en la Línea 3, pudieron constatar que
“La persona presuntamente agraviada llega a la estación Guadalajara Centro las 15:03 hrs con una menor de edad caminando; desde que llega al sitio se conecta a la corriente eléctrica y durante todo el tiempo de su estadía realiza llamadas telefónicas”.
Pero lo más importante para SITEUR fue señalar que “en ningún momento amamantó a la menor de edad, la tapó, se quedó dormida y permanece ahí hasta las 16:28 que ingresa por torniquetes y se traslada con dirección a la estación Central de Autobuses”.
Por tanto, consideran que jamás se cometió agravio alguna en contra de Elsa y su hija, pues aseguran que el personal de Siteur “actuó en apego al artículo 6, numeral 14 y al artículo 12 del Reglamento de Mi Tren y Sitren“, esto a pesar del video testimonial que la propia Elsa grabó el día de los hechos.