Los resultados de la Encuesta Nacional de Gestión Menstrual permiten, por primera vez, hablar con certeza sobre la experiencia de las mujeres y personas menstruantes en México. Si bien, muchas de las dificultades a las que ellas se enfrentan ya se habían denunciado, ahora las consecuencias de los estigmas y la falta de infraestructura se pueden comprobar mediante datos: 7% de la población no tiene agua entubada en los baños de su casa y 20% deja de asistir al trabajo o la escuela al menstruar.
Por Ximena Torres / @ximena_tra
Fotografía interior y de portada Twitter Menstruación Digna México
Cuando menstruaron por primera vez aproximadamente 69% de las personas en México no tenían nada o tenían muy poca información al respecto. 91% de ellas usan toallas sanitarias desechables que compran cada mes y hay quienes dejan de realizar sus actividades cotidianas como hacer deporte, ir a trabajar o ir a la escuela por este proceso biológico. La causa principal son los dolores que experimentan.
Además, se enfrentan a la falta de infraestructura necesaria para gestionar su sangrado, a dificultades económicas para comprar los productos que necesitan y aún viven las consecuencias de la falta de educación sobre el tema.
La presentación de estos datos y afirmaciones es posible gracias a la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGME) que realizó Menstruación Digna junto con UNICEF México y Essity, una compañía internacional de productos de higiene y salud.
Menstruación Digna es una organización conformada por colectivas de todo el país. Surgió en 2019 a partir de la necesidad de atender los obstáculos que tienen la personas en México para gestionar su menstruación. Por ejemplo, la falta de saneamiento y agua entubada en las escuelas, el alto porcentaje de ingresos que las familias destinan a toallas sanitarias y tampones, lo injusto que era pagar impuestos por estos productos de primera necesidad, entre otros.
Sin embargo, esta información se componía de aproximaciones y provenía de fuentes secundarias porque nunca se había desarrollado un instrumento para recolectar datos sobre gestión menstrual a escala nacional. De ahí que uno de los ejes de trabajo de Menstruación Digna fuera impulsar “investigaciones que generen datos sobre el tema”.
“No existían datos específicos en cuanto a gestión menstrual. La #ENGME cierra brechas y permite tener mejor conocimiento para atender las necesidades de gestión a nivel local. Hecha para los tomadores de decisión, iniciativa privada y público en general” señalaron el 12 de octubre pasado, cuando se dieron a conocer los resultados de la encuesta.
Para realizarla se consultaron a 3 mil personas que menstrúan o menstruaron alguna vez en su vida, provenientes de todo México, con particular atención en Aguascalientes, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Tamaulipas.
La mayoría de las participantes se identificaron como mujeres, pero también respondieron personas trans. Se recolectaron datos de la población de entre de entre 12 y 79 años, integrantes de la comunidad LGBTIQ+, afrodescendiente e indígena.
Sobre infraestructura y legislación
Entre las personas encuestadas 24% dijeron que en sus escuelas o trabajos no tienen asegurado el acceso a baños con agua entubada, mientras que 7% vive la misma situación en sus hogares. Casi un tercio (30%) de las participantes reconocieron que tampoco tienen el papel higiénico asegurado.
Más de la mitad (56%) dijeron que no le proveen productos gestión menstrual de manera gratuita, este es otro de los ejes de trabajo de Menstruación Digna. Después de logar que se eliminara el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de toallas, tampones y otros artículos en octubre de 2021, la organización ha trabajado en contextos locales para impulsar la gratuidad.
Por ejemplo, en Jalisco el Congreso del Estado acordó destinar 7 millones de pesos del Presupuesto de Egresos del 2022 para comprar y entregar productos de gestión menstrual a las niñas y adolescentes que estudian en escuelas públicas.
La Encuesta Nacional mostró otros deseos que podrían encaminar más legislaciones. Entre ellos, que se den permisos de ausencia al trabajo o la escuela debido a la menstruación o su gestión: cólicos, dolores corporales y/o falta de productos. 88% de las encuestadas estuvieron de acuerdo con la propuesta.
Sobre aspectos fisiológicos
Además de la poca información que las encuestadas tenían en la menarquia, este primer sangrado llegó entre los 12 y 15 años para la mayoría. Por su parte la menopausia se presentó entre los 44 y 45. Un tercio de todas ellas compartieron que tienen o tuvieron dolores durante la menstruación y específicamente para 4%, los malestares son o fueron incapacitantes.
La encuesta enlistó una serie de actividades cotidianas para que las mujeres señalaran si dejaban de hacerlas por tener la menstruación. En orden de la más a la menos mencionada estas fueron: dejar de usar determinada ropa, dejar de tener relaciones sexuales, dejar de hacer deporte, asistir a reuniones sociales, asistir al trabajo y asistir a la escuela.
Elaboración Ximena Torres. Fuente: Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGME) Menstruación Digna.
Elaboración Ximena Torres. Fuente: Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGME) Menstruación Digna.
Métodos de gestión menstrual
El producto más popular entre las mexicanas fueron las toallas sanitarias desechables (91%), seguidas por los tampones (8%).
La mayoría compra toallas mensualmente y gasta entre 21 y 100 pesos. Lo preocupante es que más de la mitad (54%) ha tenido dificultades económicas para comprarlas. Tres de cada 10 tienen que renunciar a comprar otros productos básicos para conseguirlas. 3% tienen esa dificultad cada mes.
Otro grupo más pequeño de la población usa toallas de tela (7%). Un tercio recurre a ese método porque es la única opción que tiene disponible.
De ahí la importancia de la gratuidad y la tasa 0 de impuestos a los artículos como las toallas. Antes de la ENGME, Fundar, Centro de análisis e investigación había calculado que las familias en situación de pobreza gastaban 1.2% de sus ingresos en estos productos básicos.
Contexto cultural y social
La Encuesta Nacional de Gestión Menstrual dio a conocer que aún hay tabúes que afectan a las personas menstruantes. La mayoría de ellas dijeron que se sienten mucho más cómodas hablando del tema con familiares, profesoras, jefas y amigas mujeres que con los hombres a su alrededor.
Entre sus sentires se encontró que la menstruación las hace sentir más cansadas, a veces enojadas y en desventaja frente a los hombres, pero también, que les permite estar pendientes de su cuerpo y que un ciclo regular es signo de buena salud.
Presentación de la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGME) que se realizó por Menstruación Digna junto con UNICEF México y Essity
Algo que puede ser un reto pendiente por atender es que 37% cree que es mejor comprar toallas sanitarias sin ser vistas. Esto probablemente se relaciona a que muchas han vivido situaciones desagradables como ser sujetas de burlas o bullying los días que menstrúan, recibir comentarios desagradables de gente en la calle o de sus propios familiares. 6% contaron haber experimentado acciones violentas como maltrato o rechazo en lugares públicos por la misma razón.
La mayoría (60%) cree que esto se debe a la ignorancia y falta de información sobre el tema.
Finalmente 8% de las encuestadas aseguraron experimentar cambios en su menstruación después de vacunarse contra COVID-19. Entre los síntomas principales estuvo el sangrado abundante y cólicos más fuertes.
“Cerramos nuestro evento con conclusiones: los tabúes y estigmas, más la falta de información y educación afectan a las infancias desde su primera menstruación. Falta infraestructura en los contextos particulares y es urgente impulsar gratuidad en legislación” señalaron desde Menstruación Digna después de la presentación de la Encuesta.