Pasaron 72 horas para que el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro recibiera a Blanca Paredes, abogada quien se ha mantenido al frente de la exigencia de justicia en el caso del ahora prófugo exmagistrado José de Jesús “N”, señalado de cometer abuso sexual en contra de una menor de edad.
Blanca tomó la decisión de comenzar una huelga de hambre desde el viernes a las 8:00 a.m. tras darse cuenta que su caso, el cual contempla cerca de 32 de carpetas de investigación, se estaba viendo condicionado nuevamente por el escenario de impunidad, dilación y corrupción entre las instancias de procuración de justicia y los vínculos de quien fuera también su expareja.
Acuerpada por sus compañeras, mujeres madres víctimas de violencia vicaria en el estado, decidieron permanecer a las afueras de Casa Jalisco desde el viernes 14 de octubre en un plantón que, además de denunciar la violencia institucional de la que ha sido víctimas, también puso el énfasis en la obstrucción de las carpetas de investigación que llevan en materia de violencia vicaria en la entidad, violencia de género, abuso sexual infantil y sustracción de menores.
La huelga de hambre y el plantón pacífico se levantó este lunes 17 de octubre a las 9:00 a.m. tras la salida del gobernador, quien sólo brindó dos minutos de habla y escucha a estas mujeres, asegurando que no es competencia del Ejecutivo atender los casos del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco.
Blanca y sus compañeras fueron asistidas por la red de Centros de Justicia para las Mujeres quienes además de brindarles atención médica, les proporcionaron y/o reactivaron medidas de protección, así como pulsos de vida.
Por Dalia Souza / @DaliaSouzal
Casa Jalisco fue durante los últimos tres días una trinchera más para luchar contra la violencia vicaria en el estado. De esto se encargaron madres y mujeres defensoras junto a Blanca Paredes, abogada que desde el día viernes 14 de octubre a las 8:00 a.m. decidió iniciar una huelga de hambre que terminaría luego de 72 horas como respuesta a la inoperancia, corrupción, impunidad y complicidad que las instancias de procuración de justicia mantienen sobre sus casos.
En este tiempo fueron claras las muestras de solidaridad de colectivas, mujeres, madres también y personas de a pie que, ante la decisión de Blanca y sus compañeras, decidieron acuerpar con botellas de agua, flores, sueros, alimento, juegos de mesa y hasta algunas lámparas, puesto que, durante el primer día de plantón la hostilidad e indiferencia de la autoridad se hizo presente restringiendo la luz de los portales de la Casa Jalisco -como quien no quiere recibir invitados-.
La primera noche transcurrió junto con la suma una a una de las horas que Blanca acumulaba sin probar alimento. Sorprendía la no respuesta pues el mismo viernes 14 de octubre por la mañana, Enrique Alfaro presidió en este mismo domicilio una reunión oficial para presentar el proyecto “Tus redes de apoyo” para eliminar la violencia contra las mujeres.
El sábado los medios de comunicación se hicieron presentes, se sabía ya que Blanca, abogada y doctora en derecho que expuso al exmagistrado José de Jesús “N” de cometer abuso sexual en contra de una menor de edad, había iniciado una huelga de hambre y un platón a las afueras de Casa Jalisco en la espera de ser recibida por el ejecutivo estatal.
El ahora prófugo laboraba como magistrado de la Quinta Sala especializada en materia civil del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco y era presidente del Comité de ética del mismo Tribunal. También fue Jefe del Departamento de Derecho Público de la División de estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara en 2014 y aunque habría sido señalado por hostigar sexualmente a una alumna, no fue sancionado por la casa de estudios y, por el contrario, ésta fue cómplice del silencio y la omisión.
Para ese momento Blanca había advertido que no se movería del lugar hasta que del domicilio oficial del gobernador saliera él mismo a conversar con ella sobre su situación y la de sus compañeras madres víctimas de violencia vicaria. El caso de la abogada acumula 32 carpetas de investigación, algunas de éstas en su contra producto de acciones de amedrentamiento e intimidación. También mantiene otras en contra de notarios públicos y jueces a quienes ha señalado de ser cómplices de su agresor.
Blanca es además trabajadora del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, pero esto no le ha impedido denunciar lo que sucede hacia dentro con jueces y juezas que han actuado de manera omisa, dilatoria, revictimizante o sin perspectiva de género y derechos humanos en su caso y el de sus compañeras. Recientemente, el 4 de octubre, fue una de las mujeres que tomaron pacíficamente el poder judicial de jalisco para exponer sus historias y reclamar justicia. Producto de ello, denunció, recibió amenazas de despido.
Quienes acuerparon a Blanca estos días tienen un nombre e historias no resueltas. Por ella, por ellas y por sus hijas e hijos pasaron también hambre, frío, noches en vela, desesperación y desesperanza frente a la no respuesta del gobernador.
- Janeth lleva cinco años luchando por sus hijas y en contra de su agresor, sujeto que permanece durante los espacios de convivencia ejerciendo más y más violencia en su contra.
- Katy, quien enfrenta cargos por haber rescatado a su hijo y llevarlo a una clínica de rehabilitación, pues durante el tiempo que estuvo con su padre y agresor le provocó secuelas.
- Vainilla que permanece en pie de lucha todos los días para que su agresor vicario no se lleve a su hija, así como en contra de toda la violencia que recibe de las instituciones a cargo de su caso.
- Nato fundadora de la colectiva Madre Yo Sí te Creo y que con su propia historia acompaña a otras madres. Tras recuperar a su hija ella busca una orden de aprehensión en contra de su agresor vicario por abuso sexual infantil.
- Isela que lleva 11 años sin su hijo.
- Ivette permaneció cinco días sin su hijo con autismo luego de que su agresor decidiera llevárselo para no pagar la pensión alimenticia y ahora enfrenta las secuelas de esta separación.
- Areli ha pasado nueve meses sin tener a su hijo cerca aunque tiene una custodia compartida, pues su agresor vicario ha decidido no pagar la pensión alimenticia. En su lugar, se llevó al niño.
- Anayensi tiene más de un año sin ver a su hijo. Luego de la pandemia su expareja y agresor vicario se lo llevó con mentiras y engaños.
- Adrinne tiene que viajar cada dos semanas a Guadalajara para ver a su hija, pues su agresor vicario la sustrajo y cambió su domicilio a un estado distinto del que es originaria.
- Paulina quien se ha mantenido al frente de la exigencia de sanción para el psicoanalista prófugo de la justicia Gabriel “N”, tras haber sido víctima de múltiples violencias al ser una menor de edad. (Listado recuperado del Facebook de Madre Yo Sí Te Creo).
No son todas, por seguridad quienes integran la colectiva Madre Yo Sí Te Creo decidieron mantener en resguardo sus nombres.
A lo largo de estas horas, días, fueron varios los políticos y políticas locales y federales que se acercaron a intentar mediar con Blanca y sus compañeras la decisión de permanecer en huelga de hambre y en plantón. Sin embargo, la determinación fue clara: permanecerían hasta ser recibidas por el ejecutivo estatal, pero no dejarían de lado el apoyo ofrecido, reconociendo que de estos servidores públicos no estaban recibiendo ningún favor.
Cecilia Márquez, diputada federal por morena en la LXV Legislatura fue una de ellas.
“Esto no es un ataque político o personal. Es nuestro legítimo esfuerzo para conseguir justicia por la vía del ejecutivo. Estamos hartas de que el poder judicial nos ignore a las mujeres del estado. Estamos hartas de tanta violencia institucional. ¿Qué tan difícil es hablar con mujeres que claman justicia?, ¿cuánto más tiempo nos van a seguir ignorando?” cuestionaron al gobernador a través de un comunicado que decidieron cortar en pequeños pedazos de papel para hacérselos llegar uno a uno por debajo de la puerta de Casa Jalisco.
Si bien, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) asistió el día sábado por la tarde, domingo por la noche y lunes por la mañana al plantón a realizar labores de “documentación”, de ésta, como solicitó Blanca, no recibió un pronunciamiento contundente ante las violaciones a derechos humanos que considera estaban siendo víctimas ella y sus compañeras frente a la omisión del gobernador durante estos días.
Un tuit que se asemeja más a una bitácora de actividades que a un manifiesto contundente este lunes 17 de octubre, fue suficiente para el organismo que debe fungir como defensoría del pueblo.
Desde el inicio de la manifestación que realiza Blanca Paredes fuera de Casa Jalisco, personal de la CEDHJ, realizó varios acercamientos y se ha mantenido atento para dar seguimiento y ofrecerle orientación sobre la defensa de sus derechos, así como para estar atentos al respeto pic.twitter.com/ke5z6vZoxR
— CEDH en Jalisco (@CEDHJ) October 17, 2022
24, 36, 48, 60, 72 horas, así transcurrió el tiempo hasta que el lunes a las 8:00 a.m. se abrieron las puertas de Casa Jalisco. Se le solicitó a Blanca entrar, esa no era una opción para ella y sus compañeras, así que sucedió lo que ellas esperaban, pidieron y lograron. Sentado en un banco de plástico (como Blanca y sus compañeras lo hicieron por días enteros) Enrique Alfaro intentó escuchar.
Dos minutos ofreció.
El gobernador Enrique Alfaro salió de Casa Jalisco 72 horas después de iniciada la huelga de hambre de Blanca Paredes y el plantón pacífico de madres víctimas de violencia vicaria.
Este tiempo lo ocupó, entre otras cosas, a refutarles que “éstas” no eran “las formas”, que no venía a pelear y que como representante del Ejecutivo no tenía poder de actuación en el Supremo Tribunal.
Lo cierto es que estas mujeres valientes no se fueron con las manos vacías. Se asignó a Enrique Ibarra, Secretario General de Gobierno a dar el seguimiento al caso de Blanca y los de sus compañeras.
“No me esperaba que saliera” aseguró Blanca Paredes, sin embargo, “no deje que se fuera sin que me diera su palabra, una palabra que no tenía que haberle pedido, porque es su obligación”.
Blanca Paredes, abogada y defensora agradeció las muestras de cariño y solidaridad que recibió durante las 72 horas de huelga de hambre afuera de Casa Jalisco.
Luego del acto de presencia, el gobernador se puso de pie y se fue. Ellas aseguraron que permanecerán vigilantes de que él cumpla pues le recordaron que su lucha “no comenzó ayer y no termina hoy”.
Los carteles y las denuncias con sus números de expedientes, así como con los señalamientos a funcionarios públicos, jueces y juezas que no han actuado conforme a derecho permanecerán pegados al frente y a los alrededores de Casa Jalisco, esa fue la última petición que hicieron las defensoras.
Para estas mujeres y madres es sumamente relevante que el gobernador instruya a quien tenga que instruir dentro de las dependencias obligadas para que den seguimiento puntual y diligente a sus expedientes. Han solicitado especial atención a las investigaciones que se llevan dentro de Ciudad Niñez, pues al menos contabilizan 10 casos (pertenecientes a integrantes de sus colectivas) donde el delito que se denuncia es Abuso Sexual Infantil y sustracción en contra de sus hijas e hijos por parte de sus agresores.
Blanca Paredes y sus compañeras recibieron acompañamiento vía la red de Centros de Justicia para las Mujeres durante las 72 horas de plantón y huelga de hambre y, a través de la División Especializada en la Atención a las Violencias contra las Mujeres (DEAVIM), fueron trasladadas al hospital esta mañana de lunes para recibir atención médica. Todas se encuentran estables en sus signos vitales y fuera de peligro, según informaron.
Aunado a ello recibirán medidas de protección o, en su defecto, les serán reactivadas, además de pulsos de vida para intentar resguardarlas de sus agresores y de quienes quieran cometer represalias en su contra tras este acto de protesta.
¿Que si estas son “las formas” de hacerlo? No. No porque es un hecho que nadie tendría que pasar tres días o lo que es lo mismo a 72 horas sin probar alimento para recibir la atención de un gobernante, pero frente a escenarios de violencia e indiferencia institucional extrema, extrema también es la respuesta de quienes han clamado justicia por uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez u once años. Mismo tiempo en el que han permanecido lejos de sus hijas, e hijos.
¿Cuando se llama “buena manera de exigir”, cuando la justicia desoye los reclamos?
Por eso, no siempre se llama violacion o secuestro o desaparicion; a estos delitos aunque lo sean: porque los poderosos se permiten aplicar el concepto que les conviene.