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A casi un año que salió de su tierra rumbo a Estados Unidos, Omar Reyes es regresado sin vida por su madre y parientes a Santa María Amajac, en Hidalgo. ‘Termina para nosotros esta búsqueda, aunque el dolor no va a terminar’.
Por Blanca Carmona / La Verdad
Fotografía: Rey R. Jauregui
“Todo está bien, no te preocupes. Come, cuida a mi hermano, y cuídate”, ese fue el último mensaje que le dio a su mamá Omar Reyes López, migrante hidalguense localizado sin vida luego de 11 meses de permanecer extraviado en el desierto de Chihuahua.
La comunicación se hizo el 2 de noviembre del 2021 desde Ciudad Juárez, donde Omar esperaba para iniciar el último tramo de una travesía hacía Estados Unidos, en busca de una mejor vida, recuerda Silvia Reyes López, quien desde ese día no volvió a escuchar a su hijo.
Omar se extravío y murió durante el camino. El cuerpo fue localizado en una finca abandonada en el municipio de Guadalupe, el pasado 17 de septiembre por personal de la Agencia Estatal de Investigaciones y del Ministerio Público de la Zona Norte.
Este 10 de octubre Silvia acudió a Ciudad Juárez, acompañada de algunos parientes, para tramitar la recuperación del cadáver y llevarlo a casa, hasta su comunidad natal Santa María Amajac en el municipio de San Salvador, Hidalgo, de donde salió hace casi un año, el 28 de octubre del 2021.
Fueron 11 meses de angustia en los que no tenía tranquilidad ni descanso porque no sabía si su hijo comía o dormía, comentó la mujer.
Está previsto que el cuerpo de Omar sea entregado este martes 11 de octubre a personal de la funeraria Luz Divina, para el trasladado vía aérea a la Ciudad de México y de ahí el viaje continuará dos horas más por carretera hasta Actopan, Hidalgo para proseguir con un trayecto de unos 15 minutos para arribar a Santa María Amajac, donde Omar será velado unas horas y luego lo llevarán a su última morada. Después iniciará el novenario.
Omar salió de su pueblo el 28 de octubre del año pasado. Por testimonios de su familiares se sabe que decidió dejar su trabajo en el campo y migrar a Estados Unidos guiado por traficantes de personas. Buscaba llegar a Los Ángeles, donde viven algunos de sus parientes. Emprendió su viaje con uno de sus primos, con quien llegó a Ciudad Juárez.
El 3 de noviembre Omar, su primo y otras personas iniciaron el viaje a Estados Unidos y dos días después una unidad de la Patrulla Fronteriza los detectó y se dirigió hacia ellos. Todos se dispersaron, Omar Reyes se perdió.
Él permaneció 11 meses en calidad de desaparecido. El cadáver fue hallado el 17 de septiembre en el poblado de Guadalupe, que forma parte de una región llamada El Valle de Juárez.
El 6 de octubre la familia recibió la noticia de que había plena compactibilidad entre las muestras biológicas previamente tomadas a Silvia Reyes López -mamá de Omar- y el cuerpo encontrado en una finca de Práxedis G. Guerrero.
Este lunes, unos minutos después de las 9 de la mañana, la mamá, el padrastro y los tíos de Omar, así como integrantes del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres A.C. (CEDEHM) –que acompañaron en la busqueda a la familia–llegaron a las instalaciones del Fiscalía zona Norte, para entrevistarse con un agente del Ministerio Público e iniciar las gestiones que permitieron la liberación del cuerpo de Omar.
El cadáver no presentó signos de violencia, se presume que el joven de 20 años murió de inanición y tras varios días de haber caminado en el desierto, dijo Belisario Reyes López, tío de Omar.
“Fue indeterminada la causa de muerte, por lo que nos comentan, si dicen que no se trata de una muerte violenta. Él estuvo extraviado mucho tiempo en el desierto, se extravió ya estando en el área de Estados Unidos y ahí anduvo a la deriva por varios días y prácticamente desde el 10 de noviembre del 2021 ya no se tuvo contacto con él”, contó Belisario.
El tío de Omar dijo que, tras extraviarse su sobrino alcanzó a enviar varios mensajes pidiendo ayuda sin poder precisar su ubicación.
El 10 de noviembre Omar pudo hacer dos llamadas al 911, estas fueron recibidas por el gobierno de Estados Unidos, y después él envió las coordenadas de su ubicación.
A partir de estos últimos datos se inició la búsqueda, primero intervino personal del Grupo Beta de Ojinaga por ser la más cercana al sitio que marcaban las coordenadas. Los primeros días también participó en la búsqueda la Policía Estatal preventiva de Ojinaga; tiempo después la familia pidió la intervención de la Comisión Nacional de Búsqueda y la Fiscalía de Chihuahua, quienes buscaron cuadrante por cuadrante.
“Desafortunadamente no lo encontramos con vida, pero si lo encontramos y tenemos la posibilidad de llevarlo de regreso al pueblo que lo vio nacer, porque como esta el país, más de 100 mil personas desaparecidas… nosotros dentro de lo malo, de lo grave que es, porque quisiéramos haberlo encontrado con vida, no fue así, pero lo encontramos y vamos a saber donde lo vamos a sepultar y donde le vamos a ir a llorar, va a terminar para nosotros esta búsqueda, aunque el dolor no va a terminar”, expreso Belisario.
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Este texto se publicó originalmente en La Verdad de Juárez: