El 15 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Democracia y desde la Red de Asuntos del Sur se llevó a cabo un conversatorio para dialogar dónde está parada la democracia desde el panorama de América Latina.
Por Josué Ibarra / @josueibarrasala
En “Entre luces y eclipses: qué piensan los latinoamericanos sobre democracia, instituciones e integración”, publicado por el INTAL-BID menciona que 7 de cada 10 latinoamericanos están insatisfechos con el funcionamiento de la democracia. Aunque estos datos son de 2018, sí permiten saber dónde está parada la democracia en Latinoamérica, en pleno 2022, desde la percepción de las y los ciudadanos.
Con estos y otros planteamientos surge en 2016 “Democracia Viva”, un proyecto que busca visibilizar la importancia de las democracias participativas en América Latina y el mundo.
Como parte de sus acciones, en el marco del Día Internacional de la Democracia, convocaron al conversatorio “¿Paz para la democracia o Democracia para la paz?” espacio donde se dialogó sobre los entornos en los que se encuentra la democracia a nivel local, estatal, federal e internacional, éste se llevó a cabo en el Teatro Alarife Martín Casillas.
Paola Flores, activista y coordinadora del proyecto Centroamericano AltaVoz abrió la conversación señalando que:
“Año con año tratamos de detenernos un momento para poder pensar y reflexionar cómo está la democracia en todos los países que conformamos América Latina, pero principalmente, año con año, Asuntos del Sur organizamos diferentes actividades para saber cómo está la democracia en contextos políticos diversos”.
Por ello, la activista remarcó su descontento hacia las democracias de diversos países de Centroamérica y de América del Sur debido a la violencia a la que están expuesta sus ciudadanos:
“No puede ser posible que en Centroamérica hoy por hoy están siendo asesinados activistas, el 80% de las organizaciones en Nicaragua ya no existen porque tuvieron que exiliarse en Costa Rica porque no los estaban dejando actuar. No puede ser posible que chicos y chicas que no han terminado ni su preparatoria ya no tengan un futuro porque el Estado les desapareció sus papeles de la escuela para ya no permitirles estudiar y ahorita están viendo en qué parte, no nada más de su país sino del resto de Latinoamérica pueden también refugiarse”.
Y para dejarlo aún más claro habló sobre el caso de represión de Guatemala y El Salvador
“No puede ser posible que en pleno Siglo XXl, chicas de Guatemala y El Salvador se estén ocultando por tener miedo a represalias porque se están manifestando su derecho a decidir y que eso sea razón suficiente para salir de sus casas y estar intimidadas porque las están buscando hasta en sus domicilios”.
Enseguida de la intervención de la activista se les preguntó al panel, en general, ¿Democracia para la Paz o Paz para la Democracia? Sobre ello argumentaron Conrado Romo, miembro de Cocina Cívica, comentó: “Yo le daría la vuelta la pregunta, antes de la democracia es la política”.
Esto haciendo referencia a que la democracia es un instrumento para hacer política, así que con esto afirma que lo que está amenazada es la política, antes que la democracia, porque está causando una incapacidad de la construcción de diálogos, remarcado también las hegemonías de pensamiento donde todos, en sociedad, se sienten poseedores de la verdad absoluta, y esto es una amenaza muy grande hacia la política.
“La mayor amenaza que tiene la política es la moral, me refiero con moral a la absoluta certeza de estar en lo correcto. Creo que si revisamos en los discursos de las redes sociales, lo que ocurre en los debates, todos estamos profundamente convencidos de tener la razón, eso es un problema para la política y es un problema para la democracia, si estamos convencidos de que tenemos la verdad, el sujeto de enfrente no es un interlocutor válido para mí… porque pienso que es un idiota, entonces, tal vez algo que sea saludable para la política y la democracia sea preguntarnos cosas y poner en duda nuestra ideas y convicciones”.
Por su parte, Celia Ramírez -directora de vinculación de la Secretaria de Planeación Ciudadana- comentó cómo en diferentes contextos la paz se define de una manera diferente, pero afirmó que no se puede tener ni democracia, ni paz sino existe una con la otra. Remarcando como la salud mental juega un papel crucial en nuestras democracias, pues esto traería mejores sociedades para poder resolver de manera más armónica las diferencias que se presenten.
Alejandra Molina, coordinadora del programa de fortalecimiento OSCS en ProSociedad agregó:
“En el sector político de campañas políticas, yo identifico dos tipos de crisis en el sistema político: el modelo de democracia representativa está en crisis porque en realidad no hay una representación real de las personas, de los intereses, de las agendas, de las problemáticas que queremos resolver, y los partidos como bien, yo si los veo necesarios para una democracia, no veo que estén cumpliendo realmente con su función”.
La especialista mencionó que existe también un debilitamiento institucional desde la narrativa que genera el gobierno federal en contra de las organizaciones de sociedad civil; por ello, les instó a participar para que estas organizaciones civiles crezcan y se desarrollen.
La Consejera presidenta del Instituto de Participación Ciudadana, Paula Ramírez comentó: “La democracia es el único régimen política que posibilita la paz y en el cual cuyo fin último es la paz”, pero aclaró que en estos regímenes no están exentos del conflicto porque la democracia surge como un medio para también resolver estos conflictos desde un medio pacífico, pues estos regímenes se basan en el respeto al otro.
“Las democracias modernas se fundan en las garantías y el respeto al otro, hace apenas cincuenta años en el país manifestarte en contra del gobierno te podía costar la vida, como ejemplo la tragedia del 68 donde estudiantes se manifestaron por diversos descontentos, pero esos derechos que en esos momentos se violaron son lo que tiene que ser respetados para que exista la democracia”, agregó.
Posterior a las intervenciones de todos los panelistas, el evento se convirtió en una conversación en general con todo el público donde más allá de plantear preguntas se transformó en un aporte de ideas e intercambio de opiniones entre público y panelistas.
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Para obtener más información sobre el proyecto Democracia Viva puedes acudir a su página www.democracia-viva.org