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México podría alcanzar una medalla de paraciclismo en el Mundial de Canadá. Sarahí del Mar y su pilota, Fátima García, se enfrentan como atletas a la discriminación y falta de recursos para deportistas con discapacidad visual
Texto: Daliri Oropeza / Pie de Página
Fotos: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO.- A Sarahi del Mar Granados Cosme la ves igual en la montaña, en las calles o en las pistas de ciclismo rodando en una bicicleta tándem. Es una mujer de 30 años, activista, maestrante, que no se imaginó que de un momento a otro perdería la visión en 90%. En el depresivo proceso, resurgió en el deporte para así ser la primera mujer mexicana con discapacidad visual que podría ganar una medalla de paraciclismo en el Mundial de Canadá de agosto 2022.
Cuando va en la bicicleta junto con Fátima García, parece que son una, coordinan sus movimientos y atraviesan cualquier escenario a velocidad con sus cascos. Juntas lograron un tiempo récord para clasificar al Mundial Paralímpico en Canadá. Para asistir, realizan una rifa pues no cuentan con los recursos necesarios; aún esperan la comunicación de la Comisión Nacional del Deporte (Conade).
La discapacidad visual la llevó a buscar posibilidades. Sarahí perfila entre las 10 mejores atletas paraciclistas del mundo por los tiempos que alcanza rodando en la clasificación Tándem B junto con su compañera.
La marca en la última competencia paralímpica, Portugal 2021, en la categoría femenil hicieron una carrera de Tándem B contrarreloj de 30 kilómetros, donde la velocidad promedio fue entre 40 y 41 km por hora los primeros lugares.
Para clasificar al mundial los comités pedían el 90% de esos 40 km por hora, lo equivalente a 37 km/h, pero los organizadores dejaron la marca en 35.2km/h. Sarahí y Fátima promediaron 40.3km/h, que bajó a 39.4, con lo cual superaron la marca establecida por el Comité Paralímpico Nacional en la competencia clasificatoria del Segundo Abierto de paraciclismo en Amozoc, Puebla del 12 de junio.
Sarahi llevaba una vida normal hasta que en 2018 fue diagnosticada tardíamente con glaucoma, con la amenaza de quedar totalmente sin visión, por lo cual comenzó una lucha para controlar la enfermedad. Pasó por 4 procesos quirúrgicos porque el glaucoma nomás no se controlaba.
Fue en agosto del 2019 que los médicos del Hospital Fundación Conde de Valenciana optaron por ponerle un implante con el cual lograron controlarla. Ahora, su pareja la cuida para no perderla por completo.
“La clase social también define si las personas con discapacidad, cualquier discapacidad, podamos acceder al deporte, a la educación. Hay atletas que trabajan en el metro, cantan y venden productos en el metro, para solventar los gastos. Son demasiados y los apoyos son pocos, a veces es difícil acceder a ellos”, asegura Sarahi quien está en proceso de graduarse de la maestría de Estudios de la Mujer.
La vida de Sarahi dio un vuelco y ahora está a punto de convertirse a sus 30 años en la primera mexicana con discapacidad visual en ganar medalla en un mundial paralímpico. Y de eso habla con Pie de Página. Con un mes entrenando obtuvo la marca clasificatoria y con tres meses, previo a Canadá, espera romper el récord.
“Tenemos esas ganas de ir por todo, a competir, a ganar y disfrutarlo”.
La ‘espinita’ que provocó todo
—¿Qué te llevó a la bicicleta tándem?
—Yo soy amante de los deportes, pues hasta mi adolescencia fuí atleta de alto rendimiento; solo que me retiré en el 2010, a mis 18 años. En el 2019, mientras me recuperaba de las cirugías, pasaban los juegos Parapanamericanos de Lima y ahí ví competir en natación y atletismo a Matilde Alcázar y Daniela Velasco, mujeres con discapacidad visual; ellas me motivaron. Por ellas quise regresar a hacer deporte, las ví y dije «yo voy a estar ahí en Chile 2023».
Yo estaba muy deprimida porque pensaba que mi vida no tendría sentido. Ante mi discapacidad, me decía ¿Qué va a ser de mí? ¿En qué trabajo me van a aceptar? ¿Cómo voy a estudiar y cómo voy a leer? Literal, pensaba que era el fin de mi vida. Pero el deporte me sacó de la depresión y fueron dos mujeres multimedallistas del país las que me motivaron.
—¿Y qué te motivó a competir?
Propiamente al ciclismo Paralímpico llegué cuando descubrí, justo hace un año, el paratriatlón. Ahí me dí cuenta de que las personas con discapacidad visual podemos andar en bici. Antes de mi discapacidad yo fui nadadora y triatleta; así que desde ahí nos dimos a la tarea, principalmente mi compañero y yo, a buscar bicicletas tándem de ruta de competencia. Pero nos dimos cuenta que era demasiado caro, además las bicis tándem no se fabrican en México.
Todas las bicicletas tándem vienen de Europa y Estados Unidos y las mejores bicicletas, las que usan las mejores del mundo, cuestan más de 100 mil pesos.
En octubre del año pasado, mi compañero se encargó de publicar en diferentes grupos de redes sociales si alguien vendía alguna bicicleta tándem de ruta. Algo que no es nada común. Y pareciera que cayó del cielo la bicicleta… Un vendedor nos escribió para decirnos que él vendía una tandem de ruta; y al explicarle para qué la queríamos se emocionó mucho. Había muchas personas que querían comprarla, pero decidió venderla a nosotrxs.
Empecé a usar la bicicleta y empecé a competir con convencionales y… me encantó la sensación de andar en bici a ciegas. Lo mejor de todo fue que estuvimos revisando resultados de campeonatos mundiales en el mundo y comparando mis resultados, nos dimos cuenta que podría estar entre las 10 mejores del mundo.
Ahí empezó la espinita de querer convertirme en la primera mujer ciclista con discapacidad visual del país y competir a nivel internacional.
Baches y retos para este sueño
—¿Cómo ha sido este proceso para ir al Mundial Paralimpico?
—Llevo medio año entrenando y 4 meses preparándome en forma para competir, primero a nivel nacional y luego internacional. No se trata de ser buena y ya vas a cualquier copa del mundo. Tenemos que pasar por distintos filtros. Primero nos revisa una oftalmóloga certificada por el comité paralímpico, ella nos pide una serie de estudios y los valora.
Hay tres niveles en el ciclismo paralímpico. “A” hace referencia a ceguera total, el B es una discapacidad severa, tienes un campo visual limitado, el C quiere decir que tienes discapacidad y el rango de visión no es tan severo. Yo entré en el nivel de en medio, el B, pues el glaucoma me provocó una pérdida del campo visual del 90 y 95% en cada ojo.
Ya que tienes la clasificación comienzas a competir a nivel nacional. Hay selectivos, así que agarré las competencias. En las primeras no me fue muy bien. En aquel entonces hacía equipo con otra pilota pero no tuvimos buenos resultados. Para la competencia selectiva para la Copa y campeonato del mundo del 12 de junio, ya estaba con Fátima García.
Nos preparamos para esa competencia paraciclista y un triatlón. Nos fue muy bien. Tomaron como parámetro para calificar los resultados del campeonato de Portugal 2021. Fátima y yo superamos por mucho la marca. Solo cinco compañeros más dieron la marca al filo.
Haciendo una evaluación de nuestros resultados, tendríamos la mejor posibilidad de colocarnos en la competencia porque estamos entre las cuatro y seis mejores del mundo.
Ese es mi primer gran logro, dar esa marca y poder calificar a la copa y el campeonato. Sin embargo, hay muchas complicaciones. Le tienes que caer bien a los entrenadores, tinos que entrenar con ellos, y muchísimas cosas más que a pesar de que tu des la marca, muchos lugares se dan a discrecionalidad.
—¿Qué retos hay para las personas con discapacidad visual para realizar estos deportes?
—Son muchos retos a los que nos enfrentamos las y los atletas con discapacidad visual. Aunque hay deporte adaptado, aunque existe el deporte paralímpico para nosotras, nosotros, hay muchas limitaciones sobre todo cuando no te enfocas al atletismo o natación, los deportes más comunes de practicar en nuestra discapacidad.
La primera dificultad es encontrar la información pertinente y el equipo adecuado con quien entrenar de la mejor manera.
La segunda es encontrar una guía. Las personas que tenemos discapacidad visual, aunque tengamos un residuo visual, es complicado porque no podemos correr de la misma forma como corren o caminan las personas, necesitamos de nuestro bastón y, en este caso, para correr necesitamos de una guía. Lo mismo en la cuestión de la bici tándem, se maneja con una piloto.
Eso es lo más difícil, encontrar con quien poder realizar ese deporte, entrenar, competir. No cualquiera quiere ser guía, o puede ser guía. Manejar una tándem tiene su chiste. Y no cualquiera lo ha podido hacer. Solo 3 o 4 personas se han podido subir a la tanda, la han podido manjar, y me han podido llevar a mí con bien…
Como tercera, existen barreras sociales, inclusive familiares, por el capacitismo existente en nuestras sociedades. Hay tendencia a sobreproteger a las personas con discapacidad. Pensar que ‘se va a caer’ ‘pobrecito, pobrecita‘ ‘no pueden salir a la calle’. Ese pensamiento limita muchísimo. Una limitante para realizar deporte o cualquier actividad ya sea física, cultural, artística e intelectual.
Más aparte el reto económico. No cualquiera puede comprar una tándem. Yo la compré porque nos cayó del cielo. Relativamente barata. No para comprarla mañana y que me den el cambio. No.
La clase social también define si las personas con discapacidad, cualquier discapacidad, podemos acceder al deporte, a la educación. Hay atletas que trabajan en el metro, cantan y venden productos en el metro, para solventar los gastos. Son demasiados y los apoyos son pocos, a veces es difícil acceder a ellos. O quienes las tienen, llega retrasado el pago y el pago tampoco es una cantidad que alcance para comprar tenis, ropa deportiva y mi comida.
Por eso agradezco el apoyo que Federación Mexicana del Deporte para Ciegos y Débiles Visuales ha hecho para impulsar está disciplina nueva en el país.
Y ahora estamos a la espera de que Conade se comunique, si vamos a ir, si habrá apoyos en viáticos. Estamos en incertidumbre. Pero algo que nos da satisfacción es ser las primeras mujeres participando en tándem, y la primera haciendo paraciclismo a nivel olímpico, y que no nos quedamos quietas. Me gustaría ir a Canadá.