El equipal es un mueble tradicional que de la mano de artesanas y artesanos de Zacoalco de Torres, Jalisco, ha forjado una identidad y lucha municipal. Aquí su historia.
Por Emiliano Sedano Arriaga
México es tierra de historias. Escasos son sus lugares sin tradición o acontecimientos que esmalten su exuberante y místico folclore. Jalisco es una de sus entidades más afamadas e importantes, y hogar del municipio de Zacoalco de Torres. Cabecera municipal, 30 mil habitantes y localizada al sur del estado. La localidad encuna una de las piezas culturales más icónicas y tradicionales de ‘La Tierra del Tequila y el Mariachi’: el equipal zacoalquense.
El equipal es un mueble (o tipos de mueble) hecho completamente a mano, con materias primas naturales encontradas en la región. Su tradición centenaria y retos enfrentados en pleno Siglo XXI hacen del equipal tanto patrimonio inmaterial mexicano como vestigio vivo por quienes hacen de este trabajo su oficio y legado cultural.
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A unos 50 minutos al sur de Guadalajara, por la carretera rumbo a Ciudad Guzmán, en la ribera sur del lago de Atotonilco, en un valle rodeado por montes con mucha vegetación. Este pueblo es famoso porque es ahí en donde se fabrican los equipales.
En lo alto de un cerro cercano hay un hermoso templo que guarda a los habitantes del lugar; desde ahí, cualquier visitante puede disfrutar de una vista panorámica en la que podrá apreciar toda la extensión, las casas y las calles de este pintoresco poblado y su armonía con la naturaleza.
México desconocido, s.f.
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Para conocer la historia de los equipales de Zacoalco de Torres, acudimos a hablar con quienes laboran en Taller de Equipales “El Negro” (N) y Equipales “El Imperial” (I).
En Equipales “El Negro”, el equivaler, Lorenzo Estrada, fue quien nos concedió la entrevista. El local se encuentra en la Avenida Rubén Ramírez Flores, No. 984-A. Esta avenida es la entrada principal al pueblo de Zacoalco.
En Equipales Imperial hablamos con Reyes Sevilla (cuarta generación de equipaleros),él es hijo de Agustín Sevilla (tercera generación). Este taller equipalero es el más importante de Zacoalco. Tienen incluso un sitio web: https://www.equipalesimperial.com
Don Benito Sevilla (primera generación de equipaleros) inició su trabajo por el año 1915. Por las mañanas salía a recoger las materias primas y dedicaba las tardes a darles forma. En aquellos años los equipales “carecían de cuero”.
Su hijo, Felipe Sevilla (segunda generación) fue quien empezó a trabajarlos con cuero de vaca o cerdo. Agustín Sevilla fue quien llamó al taller “Equipales Sevilla”, además de reducir los intermediarios al vender directamente al cliente final. En 2016, Reyes Sevilla transformó el negocio para convertirse en “Equipales Sevilla”, lo que le convirtió en el bastión más importante para la continuidad de esta tradición regional.
Equipal, un asiento de poder
En una oración, ¿cómo definen al equipal?
Equipales “El Negro”: El equipal es para nosotros una fuente de ingresos, tanto para el empleador como para el empleado.
Equipales “Imperial”: Es tradición y herencia. Como artesanos, es nuestro sustento y oficio que sacamos para vivir día a día.
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La palabra equipal deriva del náhuatlicpalli que significa asiento, pero la historia describe que eran objetos suntuarios, testimonio de diferentes estatus sociales; es decir, que eran los asientos de la gente más importante.
Por ejemplo, dicen que Moctezuma tenía su equipal, que mandó traer de Zacoalco, y que también los dioses y los chamanes se sentaban en ellos. La leyenda además dice que Hueman, un chamán azteca, enseñó la técnica equipalera de los dioses a los pobladores de Zacoalco.
Por ello, los equipales son el símbolo de un pasado mítico, de la historia de un pueblo, de un patrimonio. un asiento de poder; por tanto, no es casualidad que Pedro Páramo, creación del escritor jalisciense Juan Rulfo, tuviera su propio equipal.
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¿Qué hace al equipal único en México?
Equipales “El Negro”: Es una artesanía elaborada únicamente en Zacoalco de Torres, Jalisco. Es de trabajo totalmente manual con solamente materia prima. Por ejemplo: la madera para el armazón es de rosa panal, palo dulce, encino, guasima, taziste, o mezcal. Para el forro se usa piel de cerdo o vaca.
Equipales “Imperial”: Fue hecho por nuestros ancestros en México. Antes se decía que era asiento para dioses y sacerdotes, solamente ellos eran dignos de sentarse en uno; ese es su significado. Varios elementos lo hacen único: no hay silla más cómoda y mexicana que el equipal. Nunca pasa de moda, el modelo clásico lo podemos ver en cualquier época y se adapta a cualquier decoración.
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El equipal clásico está hecho con materiales de la región. Los lugareños saben cuándo hay buenas y malas temporadas para cortar la madera en el cerro: “Es mejor cortarla en una llena -dicen- cuando la savia está lista en la planta. Así la madera dura más, pero si se corta en la luna tierna, la polilla puede perjudicar todo”. La madera “palo dulce” se utiliza para el fondo y para el armazón del equipal, en cambio las estacas están formadas de “posa panal”, madera que tiene una fibra hermosa. La elaboración de equipales requiere de una habilidad especial, ya que todos los elementos de madera están tallados con machete curvado o cazanga. Es impresionante ver al artesano fabricando las estacas con esta herramienta; en cada corte van emergiendo los colores contrastados de la madera.
El armazón que sostiene el equipal y el que da forma el amplio respaldo están unidos con ixtle, un tipo de fibra vegetal que sacan del maguey. También tejen con esta fibra la parte que corresponde al asiento. El procedimiento para preparar e hilar el ixtle lo aprendieron de sus antepasados: se extrae con cazanga, se lava, se seca y se hila por una tarabilla. Sobre la fibra de maguey ponen el carrizo, luego, encima de todo, ponen el cuero, típicamente de cerdo. Para mucha gente, esta piel es la preferida porque tiene agujeros, que permite que el aire circule. Un equipal de cuero puede durar veinte años o a veces más.
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¿Cómo ha cambiado el mercado en estas últimas décadas?
Equipales “El Negro”. Ha mejorado mucho, gracias a la publicidad que se le da al equipal en redes sociales.
Equipales “Imperial”. Ha cambiado bastante. Podemos decir que Internet nos ha beneficiado como productores y artesanos. Yo provengo de una familia de artesanos de más de cien años, actualmente yo tengo treinta y dos. Desde niño me enseñé a trabajar el equipal, y siempre noté que vivíamos en escasez por ser artesanos. Nunca había la libertad financiera para vivir bien. A veces era difícil sacar para el diario o siquiera comer bien. Venían los revendedores a Zacoalco y nos castigaban bastante con sus precios. Uno como productor hace equipales para vivir, pero ellos decían “Este es mi precio, tómalo o déjalo”. Nuestra intención era seguir trabajando, por eso aceptábamos y vivíamos en la escasez.
Ahora, con la llegada del Internet, podemos vender directamente al cliente final. Eso nos ha beneficiado a todos los artesanos, porque podemos vender a mejores precios. Aún hay demasiados intermediarios, pero ahora tenemos oportunidades más equitativas como productores.
¿A dónde se exportan los equipales, nacional e internacionalmente hablando?
Equipales “El Negro”. A todo el mundo. Estados Unidos y Europa son nuestro primer y segundo mercado más importante respectivamente.
Equipales “El Negro”. Para nuestro taller, el consumo es en su mayoría nacional. Hemos exportado a Alemania, Japón y Australia. Estados Unidos es uno de nuestros mercados más fuertes; un porcentaje de nuestra producción está ya destinada directamente a este país. Nos sorprende que haya lugares en México donde no conocen el equipal. De repente vamos a algún lado y nos preguntan “¿Qué es eso?”. El equipal es todavía desconocido para algunos paisanos.
¿Cómo ha marcado el equipal a Zacoalco y México?
Equipales “El Negro”. El equipal ha hecho que Zacoalco de Torres sea reconocido mundialmente como “La Cuna del Equipal”. Esto ha logrado un crecimiento económico importante en la zona gracias al turismo que acarrea la venta de dicha artesanía.
Equipales “Imperial”. Zacoalco es un pueblo de aproximadamente 28 mil habitantes, donde más de 200 familias se dedican a la elaboración del equipal, siendo esta una de las actividades económicas más importantes. Es muy frecuente ver camionetas con placas de otros estados que vienen a comprar los equipales directamente aquí. En época de vacaciones navideñas, viene mucha gente de Estados Unidos con remolques y cargan equipales para allá. Esto acarrea turismo, aunque no el que desearíamos porque falta apoyo por parte de las autoridades locales y federales para impulsar ese sector un poco más.
No toda esa derrama económica por turismo es exclusiva del equipal, pero se relaciona de algún modo. Aquí hay unos tacos muy ricos llamados “tacos enchilados”, y también son típicos de Zacoalco. La gente viene a comprar equipales, y de paso comen y quedan encantados con ese sabor que hacemos aquí.
A nivel nacional, aún queda mucho trabajo por hacer. En algunas de mis publicaciones digitales, he remarcado que el equipal es tan mexicano como el tequila y el mariachi. Estos dos elementos son universalmente reconocidos como elementos mexicanos; todo el mundo los conoce. Quiero que entre todos los artesanos hagamos que el equipal suene y se logre como objeto reconocible a nivel internacional.
Internacionalmente, la verdad se ha abarcado poco, pero podemos crecer muchísimo. Nuestra mayor presencia extranjera es en Estados Unidos, pero sabemos que si en México hay espacios donde no conocen el equipal, me pongo a pensar “Imagínate en Estados Unidos”; allí casi de desconoce, ahora en el mundo, menos. Hay un gran mercado potencial fuera de México, pero aún queda mucho trabajo por hacer.
¿Cómo ha cambiado este trabajo a través de las generaciones?
Equipales “El Negro”. Lastimosamente, la tradición equipalera se va perdiendo generación tras generación. Un problema principal es la escasez de maderas en la región. Al no tener esta materia prima, los artesanos no pueden trabajar y deben optar por buscar otras fuentes de ingreso, como invernaderos o fábricas.
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En Zacoalco, más de 300 familias fabrican equipales, antiguos asientos prehispánicos hechos de madera y piel. Como otras actividades artesanales del país, la manufactura de equipales es una tradición familiar que ha sido transmitida de padres a hijos desde hace muchos años. Esta forma de aprendizaje ha permitido que los miembros de una familia se mantengan unidos porque trabajan en un mismo taller. -“A mí, me enseñó mi papá” dice Andrés Cantor Tinta, viejo artesano que inició a sus hijos en este arte. “Ellos son la nueva reforma”, comenta con una risita afectuosa, señalando a los nietos. “Unos mueren y otros vienen”, pero a través de las generaciones el arte, la ciencia y la cultura permanecen en el tiempo.
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Un artículo publicado por El Informador en 2003 recupera la escasez de materias primas para el trabajo equipalero, pues:
“El aumento de la demanda nacional e internacional ha provocado una sobre explotación de las maderas usadas para los equipales, generando desabasto en los talleres. Las maderas palo dulce y la rosa panal llegan desde Zacatecas o Nayarit, pero se propuso un plan de reforestación en las cercanías de Zacoalco para mantener una cadena de trabajo local”.
En el reportaje además se señala que: “La disminución de esta madera sucede debido a la falta de intervención gubernamental y forestal en los procesos de siembra y explotación. El palo dulce requiere mínimo quince años para volverse explotable, tiempo que se vuelve inviable dada la presión económica que la industria equipalera ejerce sobre dicho recurso”.
Así mismo recupera las voces de expertas y expertos que sugieren que se deben realizar acciones más concretas para garantizar un equilibrio entre la producción de los equipales y la renovación de las materias primas que se usan para su elaboración.
¿Cuál es la diferencia entre estas tercera y cuarta generaciones de equipaleros, en contraste con la primera y segunda?
Equipales “Imperial”. En la primera y segunda generación, mucho tenía que ver la manera en cómo se hacían los equipales. Antes se hacían solo con un machete y era muy tardado. Seguimos haciéndolos totalmente a mano, pero ahora cortamos la madera con sierras eléctricas que nos ayudan y ahorran bastante tiempo. El tiempo de producción también es más rápido. Antes, mi abuelo y un ayudante podían producir entre ocho y diez equipales por semana. Ahora en nuestro taller, producimos alrededor de doscientos y trecientos equipales semanalmente. Esto gracias a la ayuda de más personal y herramientas eléctricas.
También ha cambiado la manera de vender. Mi abuelo nos contaba que él agarraba sus equipales, llegaba a la estación de tren de Zacoalco —cuyas vías atraviesan todo el pueblo—, se subía al tren de carga y se iba a vender a Guadalajara. Él los cargaba a veces en su espalda, como aún lo hacen algunos compañeros artesanos de Michoacán quienes venden sus sillas por las calles. Él vendía sus equipales en el Mercado de San Juan de Dios, en el Centro de Guadalajara. Al final del día volvía al pueblo con el sustento para la semana.
Ahora, esta generación trabaja muy diferente debido al Internet. Como se menciona en nuestro sitio web, redes sociales, videos y publicaciones, es más fácil ahora captar al cliente. Además, anteriormente solo se hacía el modelo de equipal tradicional; era el único que existía. Ahora hemos metido diseños e innovaciones artesanales. Hacemos equipales bordados con telas provenientes de Chiapas, Oaxaca y Puebla.
Estas mezclas han resultado del agrado propio y de los clientes. Personas han llegado a nuestro taller y se sorprenden: su padre o abuelo tenía un equipal y ellos vienen a comprar “otro”. Ya cuando llegan a nuestras tiendas y ven nuestros modelos, qué tan diferentes, bonitos y cómodos son, se olvidan del diseño tradicional y acaban llevándose otros modelos más nuevos. Estos equipales modernos se terminan adaptando mejor a los nuevos espacios arquitectónicos. Además, tenemos acuerdos comerciales con diseñadores de interiores, con quienes hablamos de cambios de modelos en cuanto al color, forma y uso. Esto termina generando espacios únicos, bonitos y acogedores. A los extranjeros, especialmente a nuestros vecinos estadounidenses, les encantan estas innovaciones, por eso constantemente mandamos equipales con diseños nuevos para allá.
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La producción de equipales en este pueblo ha estado sujeta a un proceso de cambio debido a las exigencias de la sociedad actual; por ello, los artesanos de Zacoalco, sin abandonar la hechura original, han empezado a crear nuevos y variados modelos en los que sustituyen el cuero por telas de diferentes texturas y colores.
En este sentido, los equipaleros están dispuestos a fabricar muebles rústicos al gusto de sus clientes: chicos, grandes; con varas, carrizo, cuero o tela, de manera que combinen con cualquier estilo de sala o recámara. Esta diversidad de acabados les ha dado fama y prestigio, por eso los equipales de Zacoalco son tan apreciados por propios y extraños.
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¿Qué significó para ustedes, artesanos zacoalquenses, haber construido el equipal más grande del mundo?
Equipales “Imperial”. Fue todo un reto. Trabajamos en conjunto con el Ayuntamiento Municipal de Zacoalco, donde se planteó la idea y se propusieron las medidas. Reciclamos algunos materiales, como los postes de cinco metros, que nosotros llamamos aquí “polillas de madera”; esos los reciclamos. Algunas otras maderas no daban la medida porque eran de troncos pequeños, y no daban para hacer la escala que nos pedían. Entonces nos adaptamos con otro tipo de madera y adaptamos un poco el diseño. Nos pidieron que lo hiciéramos en temporada alta, cuando tenemos más trabajo, pero nos acomodamos y solo trabajamos dicho proyecto los domingos, unas cuatro o cinco horas diarias. Logramos acabarlo en cuatro fines de semana.
Nos gustó el resultado que obtuvimos. Lo hicimos a escala. Por ahí anda otro equipal grande, pero allí no se respetaron las proporciones. Lo que nosotros siempre quisimos hacer fue un equipal que lo vieras cuatro o cinco veces más grande, pero siempre respetando las escalas características de la silla normal. Nosotros artesanos llamamos “estacas” al conjunto de maderas que van “paraditas” y forman el asiento del equipal. La silla tradicional lleva dieciocho pares, los cuales respetamos en nuestra silla gigante, pero existen personas que le ponen un montón más y ya se pierde la forma. Si el equipal normal lleva cinco estacas en el frente, entonces nuestra réplica a mayor escala también debe tener esas cinco estacas en proporción.
¿Qué quieren que México y el mundo conozcan de ustedes?
Equipales “El Negro”. Lo que todos los artesanos queremos: dar a conocer nuestros productos lo más que se pueda, para seguir teniendo trabajo y sustento. Queremos que la elaboración de equipales no se termine, para seguir conservando nuestras costumbres y tradiciones.
Equipales “Imperial”. Queremos que se sepa que en México sabemos hacer las cosas bien. Hay productos muy buenos hechos por nuestros artesanos, que aparte de ser bonitos se adaptan a cualquier espacio. Son muebles que duran bastante tiempo, es una inversión segura que el consumidor hace; vas a tener un mueble mexicano, hecho a mano y durable. Esto comparando los equipales con otro tipo de muebles, que quizá son manufacturados en serie y no llegan a durar tanto por sus materiales y procesos de menor calidad o trabajo.
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Muchas familias de este pueblo viven gracias a la producción artesanal. El barrio llamado Las Cebollas ha conservado la tradición equipalera porque, según cuentan, sus habitantes aún tienen sangre indígena; sin embargo, se encuentran talleres por todas partes del pueblo, y cada uno de ellos, muestra un buen nivel de imaginación y creatividad en sus productos.
El afuera y a futuro del Equipal
México desconocido, s.f.
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La tradición equipalera atraviesa, como otras en nuestro país, por revoluciones estructurales. Mientras que algunas tradiciones se disuelven entre las nuevas generaciones, la visibilidad de estas aumenta conforme los medios conectan en mejor medida a la nación azteca entre sí y con el resto del globo. La amenaza hacia las materias primas ha denotado una necesidad a la cual las autoridades deberán encontrar una solución pronta y duradera, si es que se desea conservar este fragmento de cultura jalisciense.
El equipal es una ínfima parte de la herencia mexicana. Como otro elemento de dicho espectro, merece ser reconocida, valorada y continuada por aquellos cuyo valor vean los herederos de un México siempre con algo por ser descubierto.
