Red de Maestras Feministas
Por Victoria Ruiz, docente de Lengua Materna Español 3 en secundaria
Me atrevo a decir que mi práctica feminista en la docencia apenas se ha visto reflejada en los últimos cuatro años. Llevo 15 años siendo profesora. He impartido clases en nivel preescolar, secundaria y bachillerato. La mayor parte de mi vida docente ha sido frente a adolescentes de secundaria de primero a tercer grado. Soy feminista desde hace seis años aproximadamente y ese camino, dicho sea de paso, por sí mismo, ya encarna una revolución interna que cobra una posterior y gratificante factura personal. ¿A dónde quiero llegar con todo lo anterior? A que tengo la certeza de que, tristemente, 11 años hice muchas cosas mal en cuanto a mi práctica docente.
El camino de cada feminista es sinuoso, primero porque una debe luchar contra su propia misoginia y luego manifestar abiertamente la visión política desde la que comienza a posicionarse en cada oportunidad que la vida da 一y es a cada paso一. En mi caso, afortunadamente, mi camino ha estado acompañado de otras dos profesoras feministas. Con ellas comparto el espacio de trabajo y en nuestro tiempo de desayuno siempre tenemos oportunidad de intercambiar puntos de vista, perspectivas, opiniones y teoría feminista sobre lo que ocurre en el entorno local, nacional o internacional, y de las redes sociales, incluso. Eso, sin duda, desde el principio me hizo sentir abrazada y que yo las abrazaba a ellas. Por otro lado, así mismo hemos sido soporte para nuestras alumnas en algunos casos, guía en otros, o simples espectadoras y acompañantes que las admiran por sus propios y valientes procesos organizativos.
Como compañeras de trabajo primero, y luego, como docentes feministas en particular, comenzamos a cuestionar entre nosotras el entorno académico en el que nos encontrábamos. Poco a poco, y sin darnos mucha cuenta de ello, nuestras conversaciones comenzaron a girar en torno a los pequeños cambios que imprimimos a las prácticas docentes: cómo nos dirigimos con las y los alumnos, cómo abordamos tal o cual tema, cómo elegimos tal o cual material didáctico, cómo ejercemos la disciplina dentro y fuera del aula… Fue un cambio gradual y con plena conciencia de cada paso que dábamos, y por supuesto, de cada error cometido. El feminismo que ya ejercíamos en nuestros espacios personales se trasladó de manera orgánica a nuestra práctica docente. Y luego, la conversación sobre docencia y feminismo se extendió en redes sociales con más amigas maestras, directoras y trabajadoras de otras escuelas. Tener amigas me hace muy feliz.
Yo no quiero guerrear, me niego a estar en una trinchera; el aula es mi espacio de incidencia y yo sólo quiero construir. Cada día participo en construir una sociedad feminista con mis alumnas, mis alumnos y mis compañeras y compañeros docentes. Algo que he reflexionado en los últimos años es que el trabajo que desarrollan las feministas en todos sus espacios ha logrado muchos de los cambios en la sociedad, como una hilera de fichas de dominó que se mueven en cadena con el impulso de la primera. En mi centro de trabajo lo he visto de primera mano. Enunciaré los ejemplos que me vienen a la cabeza para dar un panorama de ello:
- El resto del equipo docente sabe quiénes somos docentes feministas
- Las alumnas han hecho intervenciones feministas de impacto en tres o más ocasiones
- Docentes no feministas han incorporado prácticas no sexistas en las aulas o se esmeran en ello
- Las y los docentes poco a poco han ido incluyendo temas y contenidos sobre historia de las mujeres en todas las áreas académicas
- Quizá con poca apertura, pero sí con esfuerzo de disposición, se está tomando en cuenta el contexto que las mujeres que luchan Y y se les está visibilizando.
- En las juntas y clases se hablan, poco a poco, los temas sobre los que las feministas en las calles y con las movilizaciones están logrando abrir discusiones
- Se incluyeron preguntas sobre acoso sexual en las escuestas sobre clima laboral
- Se trabaja en un protocolo escolar contra el hostigamiento sexual
- Se brindaron talleres de autodefensa física para alumnas, maestras y madres de familia
- Todo el personal ha recibido capacitación en perspectiva de género
- El 8M del 2022 se organizaron actividades con perspectiva de género dirigidas a toda la comunidad estudiantil.
- Las maestras feministas estamos abriendo espacios para intercambiar experiencias docentes de enseñanza con perspectiva feminista
En conclusión, valoro profundamente lo que cada compañera feminista construye desde su espacio, tiempo, intención, circunstancia y oportunidad. Agradezco cada paso que alguna da, porque eso nos abona a todas. En mi caso particular, tengo la certeza de que, tristemente, once años hice muchas cosas mal en cuanto a mi práctica docente… Pero desde hace cuatro años lo hago mejor, porque además lo hago en colectivo y con perspectiva feminista. Eso ahora lo sé.
Felicidades por la gran aportación que realiza.
Un abrazo