El pasado 10 de marzo se celebró el Día Mundial del Riñón, ese mismo día diversas personas se reunieron en la Plaza de la Liberación en Guadalajara, Jalisco, para manifestar su inconformidad por las muertes y los problemas renales que está trayendo consigo el desabasto de medicinas para pacientes con enfermedades renales.
Para entender más del tema platicamos con Adriana Gutiérrez de “Adopta un Riñón”, organización acompaña a personas enfermas renales y que, además, está realizando diversas denuncias por el desabasto de medicinas, situación que orilla a las y los pacientes con insuficiencia renal a gastar más de 30 mil pesos para mantener la calidad de vida y salud.
Por Josué Ibarra/@josueibarrasala
Fotos: Adopta un Riñón
Adriana Gutiérrez es madre de Alejandro, estudiante de medicina que padece insuficiencia renal crónica. Afortunadamente, él ya fue trasplantado, la donadora del riñón fue su propia madre.
En Jalisco, lamentablemente, el Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos (CETOT) tiene un registro de 5 mil 518 personas que esperan algún órgano o tejido, el 91% de estas personas (5 mil 040) esperan recibir un riñón y 896 están a la espera de una córnea.
La falta de donadores de órganos, la incertidumbre por la no aprobación de la Ley Estatal de Transplantes -misma permitiría que cualquier persona en Jalisco al fallecer se volviera donadora, salvo a aquellas que vida hayan señalado lo contrario-, además de la falta de medicamentos para atender a los pacientes renales mantiene con una alta preocupación a los pacientes renales y sus familias.
Luchar contra estos problemas impulsó a la familia Gutiérrez a crear la organización “Adopta un Riñón”, proyecto tiene como objetivo fomentar la cultura donación de órganos y proporcionar información para prevenir enfermedades renales. Actividades que realizan mediante la venta de peluches en forma de riñón.
Pero Adopta un Riñón también es una plataforma para que puedan ser escuchadas las voces de quienes están siendo víctimas del desabasto de medicamentos, especialmente, quienes padecen enfermedades renales.
El desabasto de medicamentos, que se agudizó aún más tras el cambio de políticas públicas en la compra y distribución de documentos en la administración de Andrés Manuel López Obrador, ha afectado principalmente a pacientes renales transplantados porque hay escasez de inmunosupresores, medicamentos que ayudan a mantenerlos con vida, pues evitan que el sistema inmune ataque el órgano trasplantado.
De acuerdo a organizaciones civiles locales y nacionales, los medicamentos que no localizan con facilidad y regularidad en el sector salud son: el Ácido micofenólico, Sirolimus, Tacrolimus y Ciclosporina.
Al respecto, Adriana Gutiérrez explica cómo comenzó este desabasto de medicamentos, razón que los llevó a manifestarse y alzar la voz en contra el Gobierno de Jalisco en turno:
“Esto comenzó cuando empezaron a dar medicamentos de muy, muy baja calidad, provocando que los trasplantes (riñones) se estuvieran perdiendo, inclusive, hay muchas personas que han perdido la vida por estos medicamentos”.
Y no sólo eso, la integrante de Adopta un Riñón señala que la situación es tan grave que ya ni siquiera se tienen esos malos medicamentos:
“Llegaron al punto de dejar de dar ese medicamento que era de muy baja calidad, los inmunosupresores que son los que hacen que el injerto donado se mantenga en el cuerpo y es vital para estas personas, pero ya no lo están dando para nada”.
De acuerdo a la organización Cero Desabasto, en 2021, instituciones como IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA y SEMAR, en conjunto, no surtieron efectivamente más de 24 millones de recetas.
Adriana Gutiérrez aún recuerda cuando los medicamentos no sólo eran de buena calidad, sino que eran de fácil acceso para quienes padecen una enfermerdad renal. Algunos de estos inmunosupresores eran producidos por PISA, empresa con la que el Gobierno Federal aparentemente rompió sus relaciones comerciales al considerarla una “mafia farmacética”.
Más allá de estas cuestiones políticas que, en mucho afectan a los enfermos renales, Adriana Gutiérrez preguntó a distintos laboratorios por qué ya no están surtiendo estos medicamentos al sector salud, su respuesta fue que por indicación del Gobierno Federal, ya no pueden vender estos medicamentos a instituciones como IMSS o ISSSTE.
Para mantener la salud de Alejandro, la familia Gutiérrez explicó qué fue lo hizo cuando no les fue posible acceder a los inmunosupresores.
“En mi caso muy particular lo que estamos haciendo es que estamos comprando el medicamento de patente, que es un medicamento que se llama Prograf, este viene de Irlanda; es decir, es un medicamento importado que tiene un costo de 4 mil persos por cada caja. Mi hijo toma cinco cajas al mes. Así que tenemos un gasto fijo de un medicamento de 20 mil pesos mensuales. Y no, no tenemos otra opción, no hay otro que comprar, no existe”.
De acuerdo a Cero Desabasto, los hogares con menores ingresos son los que más gastaron en su salud, pues al no tener acceso a los medicamentos que requieren sus familiares -como explicó Adriana- han aumentado un 77.9%, entre el año 2018 y 2020, el gasto mensual para garantizar su salud.
Otra alternativa riesgosa que tienen las familias es comprar los medicamentos en el sector informal (por ejemplo, El Santuario), pues ahí pueden comprar el medicamento de forma más barata, pero con una dudosa procedencia.
Así lo denunciaron en Adopta un Riñón: “Aparte de el tremendo desabasto de medicamentos que estamos viviendo, están apareciendo medicamentos apócrifos que ponen en riesgo la vida y el trasplante”.
En 2021, en el país, se registraron 19 alertas sanitarias emitidas por la COFEPRIS, el 58.3% ligadas a la falsificación de algún medicamento, vacuna o insumo y un 15% a la comercialización ilegal.
Algo que también está causando molestia en las personas con padecimientos renales es que se están posponiendo los trasplantes. Adriana Gutiérrez imagina que esto es por el mismo del desabasto de medicina, pues quién llevaría a cabo un trasplante si no hay la medicina que se necesita después. Esto mismo pasa con la atención que debe recibirse mediante las sesiones de hemodiálisis, mismas que están saturadas e, incluso, algunas detenidas.
“Nunca se había visto algo tan drástico”, así nombra Adriana Gutiérrez a las afectaciones que tiene el desabasto de medicamentos no sólo en Jalisco, sino en todo el país. Esto es, justamento, lo que los ha llevado a realizar marchas a Casa Jalisco o al Congreso del Estado, pues quieren que sus demandas las tomen en cuenta las autoridades locales para llevarlas al Gobierno Federal.
Sin embargo, precisa Adriana:
“No hemos visto ninguna respuesta por parte del Gobierno Federal. Hace unos seis meses tuve la fortuna de hablar con el Secretario de Salud, y éste se comprometió a dar seguimiento a nuestras demandas, pero realmente es poco lo que se puede hacer porque quien vetó a los laboratorios fue López Obrador”.
Esas mismas promesas, Adriana las ha tenido de otras figuras políticas locales y aunque ella aclara no los defiende, sabe perfectamente que estos problemas provienen del Gobierno Federal.
“La base de los trasplantes son tres inmunosupresores, pero necesitamos también otro, ese cuesta unos 10 mil pesos, ahora tendré que gastar 30 mil fijos mensuales y, sinceramente, no puedo. no creo que alguien en verdad pueda solventarlo”.
Adriana aclara que su opinión no va contra el Presidente o un partido político, pero no quiere dejar de señalar que una decisión política lo que está causando muertes a pacientes de estas enfermedades crónicas.
Su exigencia es que haya un nuevo convenio de compra y distribución de los medicamentos porque un trasplante de riñón no tiene tiempo para problemas políticos, mucho menos la vida de las y los enfermos.
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