En México, hay 10 millones 185 mil 060 personas indígenas, lo que representa el 10.45% de la población; pese a ello, no todas las leyes están traducidas a sus lenguas ni todas las instituciones de procuración de justicia llevan un registro de cuántas personas indígenas son o han sido víctimas de tortura o desaparición.
Para afrontar este rezago se creó la campaña sonora: “¡No me lastimes! Los derechos viven en todas las lenguas”, la cual busca acercar las leyes en materia de justicia a la población indígena en su propia lengua.
Por Josué Ibarra / @josueibarrasala
“No me lastimes … Los derechos viven en todas las lenguas” tiene como objetivo contribuir en el ejercicio pleno de los derechos humanos de las personas, pueblos y comunidades indígenas y, en específico, busca el ejercicio pleno de sus derechos lingüísticos en su propia lengua, así lo precisó el Centro Profesional Indígena de Asesoría Defensa y Traducción, A.C. (CEPIADET), institución que impulsó la iniciativa.
En la presentación del proyecto, Tomás López -presidente del Consejo Directivo de CEPIADET- mencionó lo siguiente:
“Nos parece fundamental el reconocimiento de derechos, difundirlos, pero esto siempre será insuficiente si no removemos obstáculos materiales, actitudes y si no generamos presupuesto para la atención a la población indígena de una manera diferenciada que no obvie la desigualdad estructural bajo la cual muchas personas acceden a estas instituciones estatales.”
Esto lo señaló porque muchas de las leyes, por ejemplo la de tortura o desaparición, no han sido traducidas a las lenguas indígenas que existen en el país, pero lo más preocupante las distintas procuradurías y fiscalías ni siquiera registran estos delitos de manera diferenciada; es decir, actualmente no es posible saber cuántas personas indígenas han sido desaparecidas, ni cuántas han sido objeto de tortura.
Irma Pineda, defensora de los derechos de los pueblos originarios, remarcó como de las casi cien mil personas desaparecidas en México, no se tiene idea de cuántas de ellas son indígenas, ni cuáles lenguas hablan.
Que se haga esta distinción en el registro ha sido una de las demandas públicas que más se ha impulsado en los últimos años; por ello, se ha solicitado a la Comisión Nacional de Búsqueda que incluya estos rubros cuando se hagan las denuncias o registros de desaparición: “Queremos que en el formato se indique claramente si es indígena y si habla alguna lengua, porque si no se termina diluyendo, ya que si no se nombra no existe”.
Para ella esto es importante, pues ella tiene un familiar desaparecido desde los años setenta: su padre. Por ello, es sumamente importante para ella exigir que se reivindique la identidad de estas personas, donde se remarque su identidad indígena y la lengua que hablan.
En la página del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizada, aunque en su enfoque diferenciado sí aparece el diferenciado de si pertenece a “un grupo étnico o si habla alguna lengua indígena”, no es posible establecer el número de personas indígenas desaparecidas, pues el dato de origen -en las fiscalías de los estados- este indicador no se registra.
“No sólo es escuchar los derechos, es poder interpretarlos”
Santiago Corcuera, Académico de la Universidad Iberoamericana remarcó lo importante que es aceptar la diversidad cultural que existe en México, pues son más de 7 millones de personas que hablan una lengua indígena. Y estas personas claramente forman parte de la interculturalidad, pero para tengan un verdadero acceso a la justicia necesitan una interpretación real de lo que dicen y hablan, no solamente traducirlo, sino realmente interpretar.
“En materia de educación no se debe de decir que es necesario dar educación bilingüe como si fuera en dos idiomas, la educación debe ser intercultural, en el sentido de que las culturas se conectan y, por ello, necesitamos comprendernos los unos a los otros, no sólo comprender las palabras, sino en el trasfondo cultural e histórico que está más allá”.
La interpretación es la idea clave para el académico, él cual agrega:
“En el derecho internacional, la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas hace mención que los estados parte deben adoptar medidas para atender la cuestión relacionada con las desapariciones forzadas en atención a las personas que pudieran encontrarse en alguna situación de vulnerabilidad y menciona algunos sectores poblaciones que pudiera encontrarse en esos segmentos, como mujeres o migrantes y menciona que algunos otros grupos humanos en situación de vulnerabilidad, pero no hace mención de los grupos indígenas”.
Al no incorporar a las personas indígenas se les invisibiliza, así lo sostiene también Verónica Hinestroza quien es abogada y asesora legal. En la presentación, ella además remarcó la relevancia que tiene el rol de los agentes ministeriales, policías investigadores y peritos forenses, pues son ellos quienes en los registros pueden hacer valer los criterios diferenciados y garantizar que las personas tengan acceso a sus derechos en sus propias lenguas:
“Todos estos actores juegan un papel fundamental en el goce efectivo de los derechos y en la investigación y en la documentación de graves violaciones a los derechos humanos, como la desaparición forzada y la tortura; por ello, es fundamental trabajar con estos actores políticos, pues estos actores pueden asegurar que la persona que tienen en frente entienda el mensaje que les está comunicando, entienda sus derechos y tenga las herramientas para presentar una denuncia”.
Todo esto implica una buena comprensión de la intercultural, donde los derechos lingüísticos deben ser una realidad, pues todas las personas son iguales ante la ley, y todos deben tener un acceso a la ley en igualdad de condiciones. Y eso implica que todos tengan una comprensión profunda sin que el limite lingüístico cree un nuevo conflicto.
Esto es algo que busca solventar la campaña: No me lastimes … Los derechos viven en todas las lenguas, pues en ella -mediante materiales radiofónicos- se da información en diversas lenguas sobre la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; así como la Ley General de Desaparición Forzada y Desaparición entre particulares.
“Esta campaña consta de materiales radiofónicos en lenguas indígenas sobre la Ley en contra de la Tortura y la Ley de Desaparición, con las que se busca brindar información a las personas, pueblos y comunidades indígenas en los diversos contextos en el que pudieran ser víctimas de tortura o desaparición”.
Desde CEPIADET se confía en que estos materiales:
“puedan ser de utilidad para las personas, familiares y comunidades víctimas de estos delitos, sobre todo, que contribuyan en el acceso a la información de las personas y comunidades indígenas desde una perspectiva étnica e intercultural”.
Agregando que:
“la desaparición y la tortura no son delitos aislados de ciertas poblaciones; por ello, desde la documentación que lleva la organización se observa la ausencia de la pertinencia étnica o intercultural en los registros de información sobre los delitos de desaparición forzada y tortura”.
Actualmente, las cápsulas sonoras de #NoMeLastimes están realizadas en seis lenguas indígenas: Wirárika del este, Purépecha, Náhuatl de la sierra noroeste, Totonaco central del norte, Náhuatl de la Huasteca y Totonaco de la costa.
Aquí una muestra de dos de estas producciones sonoras:
Los materiales de la campaña se pueden descargar y escuchar en las siguientes plataformas: Spotify, Ivoox, Youtube y SoundCloud, en donde basta con buscar el usuario Cepiadet AC
También se pueden encontrar todas las cápsulas en:
https://losderechosviven.wixsite.com/cepiadet