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En Puebla 50 mujeres se reunieron y formaron el Comité Neni en busca de sus derechos laborales y para detener la criminalización hacia las mujeres que producen y venden por su cuenta. Su objetivo es defender sus derechos, establecer lugares seguros de entrega
Texto: Daniel Cruz Cortés / Lado B
Fotos: @CoatlicueViva y Marlene Martínez
PUEBLA.- En 2020 se popularizó la palabra “neni” para referirse a mujeres que venden productos a través de redes sociales y acuerdan el intercambio del producto en algún lugar público. En Puebla, desde noviembre de 2021 un grupo de mujeres creó una red de apoyo y acompañamiento para las personas que se dedican a este tipo de comercio, bajo el nombre de Comité Neni Puebla.
Esta actividad económica forma parte del fenómeno de informalidad laboral, que ha agudizado las condiciones de precariedad en los trabajos durante la pandemia, especialmente para las mujeres, declara a Lado B Vanesa Silva, fundadora del Comité y también integrante de la Colectiva feminista Coatlicue Siempreviva.
“Es una forma de generar economía específica de las mujeres (…) Creemos que tiene que ver con las complicaciones que las mujeres tienen para estar en puestos formales. Después de la covid, muchas empezaron a ser nenis que tiene que ver con la precarización de los salarios y los despidos (…), pero también con los lazos de solidaridad que se hacen entre mujeres al tener este tipo de ventas”, establece.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el tercer trimestre de 2021, en Puebla, poco más de 2 millones de personas se encontraban en la informalidad laboral; de ellas, 834 mil 920 eran mujeres.
Ante ese panorama, el Comité Neni Puebla tiene el objetivo de articular a las mujeres para obtener acompañamiento jurídico y emocional, herramientas de cuidado, popularizar el conocimiento sobre derechos, y para consolidar un grupo que represente los reclamos y exigencias de las nenis en la capital poblana ante las autoridades, asegura Silva.
Peligros de ser neni en Puebla
El Paseo Bravo ha sido el lugar escogido por muchas personas para pactar la entrega de sus mercancías en la ciudad de Puebla desde hace mucho tiempo. No obstante, pese a ser un lugar público y aparentemente concurrido, existe una serie de riesgos a los que las nenis se enfrentan ahora, así como en otros parques y centros comerciales capitalinos.
En ese sentido, y ante la falta de una regulación clara para esta actividad económica, quienes la llevan a cabo son objeto de persecución por parte de las autoridades municipales que buscan generalmente imponer sanciones desproporcionadas, e incluso quitarles toda su mercancía, asevera Vanesa Silva.
El Código Reglamentario Municipal (Coremun), en su capítulo décimo sexto, se fijan las disposiciones para regular al comercio ambulante en la capital. En ese documento, únicamente se establece que las y los vendedores ambulantes son aquellos que venden o prestan sus productos en la vía pública, de forma fija o semifija; no obstante, no existe una mención precisa de las condiciones cuando únicamente se realiza la entrega de un producto previamente vendido a través de redes sociales, tal como lo realizan las nenis en Puebla.
Hasta ahora, este medio ha documentado cómo la administración de los espacios públicos por parte del ayuntamiento, desde 2015, ha resultado en opacidad, corrupción, una oportunidad para su uso discrecional y también para la creación o mantenimiento de las mafias que controlan estos lugares, tal es el caso de la Plaza de la Democracia.
Aunque esto ya era así desde el trienio pasado e incluso antes, los operativos de inspección han aumentado desde que Eduardo Rivera Pérez tomó protesta como alcalde, incrementando la necesidad de un bloque que velara por los derechos de las nenis, establece la activista.
Otra de las amenazas que atentan contra el trabajo de estas mujeres en sitios como Paseo Bravo, son los casos constantes de hostigamiento por parte de personas que demandan el cobro por derecho a vender en espacios públicos, declara. Y aunque se ha pedido la identificación de esta gente, para determinar si es afín al gobierno municipal o no, estas personas únicamente refieren que el Ayuntamiento aprueba dichos cobros, sin ofrecer mayor información.
Al respecto, LADO B pidió, desde el miércoles 2 de febrero, una entrevista con personal de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo municipal, a través de Comunicación social del Ayuntamiento; sin embargo, se informó a esta casa editorial que la solicitud se pausó a consecuencia de la veda electoral que se vive en el país.
Por si fuera poco, el acoso es una constante para las nenis en Puebla. A finales del año pasado, Vanesa Silva conoció el caso de una chica que pactó la entrega de alimentos caseros en ‘El Gallito’, quien fue acosada. La vendedora esperó a que el supuesto cliente llegara al lugar y, mientras lo hacía, un hombre la observaba fijamente y se acercó a ella de forma abrupta, asegura.
Esto ocurre con frecuencia, pues al tratarse de ventas iniciadas en internet, se desconoce en muchas ocasiones la identidad de quien compra, lo cual genera incertidumbre al momento de realizar la transacción: “De repente pasa que cuando haces pactos por internet, usualmente no sabes quién está hablando ”, comparte.
Vanesa Silva también conoce el caso de una neni que vende productos de lencería, pero que se enfrenta a esta incertidumbre de desconocer a quién le está vendiendo. A ella “le compran muchos hombres hacen perfiles falsos (…). Estos perfiles son relativamente nuevos, y pues nunca se sabe si son reales ”; incluso relata, un puñado de casos con características similares en las que se desconoce la identidad de quien compra, ha derivado en episodios de acoso para la vendedora de lencería, comenta.
De noviembre de 2021 a la fecha, el Comité Neni Puebla ha registrado al menos quince reportes de acoso, denuncia Silva.
Así surge la agrupación
Vanesa Silva cuenta a LADO B que Coatlicue Siempreviva es una colectiva autogestiva, que empezó a vender el año pasado ropa de segundo uso y artesanías en el bazar de Paseo Bravo, los fines de semana. Como parte de la dinámica que llevan a cabo, muchas de sus ventas son iniciadas por redes sociales y concretadas en un lugar público.
Desde entonces, la colectiva ha buscado la oportunidad de incidir socialmente entre las mujeres del bazar, principalmente a través de la realización de charlas sobre temas de derechos y autocuidados, pero también con acompañamiento emocional y jurídico mediante especialistas, establece Silva.
Durante la construcción de estos vínculos, la activista comparte que descubrieron que muchas mujeres, además de vender en los bazares, son nenis. Por ello, en noviembre de 2021 empezaron los preparativos para formalizar la creación de esta nueva agrupación.
Después de la detención irregular de Leslie Alcántara, una neni de Puebla, en calles del centro histórico por parte de elementos de la policía estatal por, presuntamente, llevar productos ilícitos, el proceso de articulación adelantó su cohesión, asegura.
A finales del mes pasado, el Comité Neni Puebla se conformó oficialmente con 50 mujeres de todas las edades y se fijaron los ejes principales de acción: cuidado y defensa de derechos para detener la criminalización hacia las personas que realizan este tipo de ventas, que son mujeres en su mayoría.
Partiendo de esos dos ejes, la agrupación busca construir herramientas que permitan a las nenis trabajar en condiciones de seguridad, certeza y colectividad en la ciudad, asegura la activista de Coatlicue Siempreviva.
Actualmente, el Comité Neni Puebla se divide en cinco comisiones: vocería, propaganda, defensa de los derechos, talleres, y cuidados. Tienen la finalidad de hacer cumplir los objetivos de: popularización del conocimiento, protección de derechos, mapeo de necesidades y lugares seguros, y de incidencia política, comparte Vanesa Silva.
Con apoyo de especialistas en Derecho, se buscará la capacitación de las integrantes de la agrupación para poder garantizar el acompañamiento a aquellas víctimas de acoso y hostigamiento, con el objetivo de lograr hacer vinculantes las denuncias ante las instancias gubernamentales correspondientes, detalla.
En ese sentido, la agrupación le apostará a la defensa legal para todas las víctimas de algún abuso o violencia en el desarrollo de su trabajo, de principio a fin. Todo esto se perfila a ser de manera gratuita: “La idea no es cobrar, sino más bien popularizar el conocimiento”, insiste Vanesa Silva.
A su vez, se buscará la impartición de talleres y cursos enfocados en la divulgación de los derechos que amparan a las nenis, ante un posible caso de hostigamiento o extorsión, entre otras situaciones, fija.
La agrupación espera establecer diálogo con el gobierno municipal, para acordar mecanismos que permitan la inclusión laboral de las mujeres, sin que se les violente y criminalice por su trabajo, asevera.
Y aunque reconocen que la mayoría de transacciones son realizadas en lugares como Paseo Bravo, se busca trabajar en la detección de más puntos seguros en la capital poblana, además de incluir en sus filas a mujeres de otros municipios, para poder expandir el alcance y no centralizar el conocimiento, asegura.
Por último, Vanesa Silva declara que compañeras del Comité Neni Puebla serán quienes hagan jornadas en los espacios seguros para entrega de productos, con la intención de poder realizar una correcta detección de necesidades y puedan priorizarse adecuadamente.
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Este trabajo fue realizado por Lado B, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original.