#HastaEncontrarles
Dos años y tres meses después, Wilians Omar Salinas Flores regresó a casa. El joven de 28 años fue reportado como desaparecido, el 21 de octubre de 2019, en la colonia Fresnos II en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Lamentablemente, su cuerpo fue localizado en enero de 2020 en una fosa clandestina.
Desde entonces, su madre no dejó de presionar para que el personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, le identificara por completo. Su lucha e insistencia duró dos años hasta que el 3 de febrero, por fin, pudo recuperar su cuerpo para velarlo en casa, tal y como ella le prometió que haría.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco y Dalia Souza / @DaliaSouzal
Ilustración de portada: Ivanna Orozco
“Ahora me encuentro bien, después no sé… pero lo importante es que ya tengo a mi hijo, a mi Piter, de regreso”, fueron las palabras que Cecilia, su madre, mencionó a la entrada de su casa donde globos blancos y un letrero con la leyenda: “Bienvenido de nuevo a tu hogar” anunciaban que el joven desaparecido, desde el 21 de octubre de 2019, había regresado.
Dentro del hogar de la familia Salinas Flores se encontraba el féretro con los restos del que amorosamente llaman “Piter”. Joven aventurero, propositivo, cariñoso y el cual, de acuerdo a las palabras de su hermana, “no se quedó nunca con las ganas de hacer nada”.
Y así es como su madre lo recuerda, como aquel joven que la acompañaba a todos lados y que siempre procuraba de ella. Así lo hizo hasta aquella tarde del 21 de octubre de 2019 en que salió de su casa para entregar un teléfono celular que había reparado. Después de ello, ya no se supo nada de él.
Su búsqueda, como pasa con la gran mayoría de las desapariciones que ocurren en Jalisco, corrió a cargo de su familia, quien lo buscó por todos lados con o sin el apoyo de las autoridades. Ese ir y venir preguntando si alguien lo había visto o si sabían qué pudo haberle pasado concluyó hasta que recibieron una llamada de la Fiscalía del Estado de Jalisco donde les notificaron que existía la posibilidad de que el cuerpo de Wilians Omar fuera uno de los 108 que fueron localizados en la fosa clandestina del Mirador II. Y así fue.
Lo que no imaginaba su familia era que el proceso para recuperarlo sería toda una tortura, pues durante dos largos años tuvieron que ir identificando de a poco lo que sus victimarios hicieron con el cuerpo de Piter. Pero en esa dura labor, su madre no descansó hasta tener por completo a su hijo.
Lograr eso era importante para ella, pues quería que el día que lo tuviera de vuelta, éste regresara a casa porque “si de aquí salió, aquí tenía que regresar”, se decía una y otra vez. Y esta fue una segunda promesa cumplida, pues la primera que le cumplió fue el haberlo encontrado.
“Y mírenlo aquí ya está en casa. Está aquí con sus hermanos, dormidito está aquí mi hijo, pero en casa”, fueron las palabras que Cecilia expresó al mostrar las flores y algunos globos que se colocaron alrededor del féretro con mensajes de amor para Piter: “Nos encontremos en otra vida” o “Bienvenido de nuevo a tu hogar” eran algunos de ellos.
Jalisco padece actualmente una grave crisis forense, pues desde el año 2010 se han exhumado de fosas clandestinas más de 3 mil 500 cuerpos. Muchos de ellos colocados dentro de 789 bolsas plásticas de las que se extrajeron, hasta el 30 de junio de 2021, 2 mil 176 restos sin identificar.
Esta violencia exacerbada es lo que ha provocado que cientos de familias, como las de Wilians Omar, tengan que experimentar largos procesos de duelo e identificación, pues, en promedio, la identificación plena de una persona que es localizada en una fosa clandestina y la entrega de sus restos a sus familiares está tardando entre 18 y 24 meses.
“Esta espera fue para nosotros de dos años, pero gracias al insistir de mi mamá es que se logró recuperar el cuerpo de mi hermano. No es como lo esperábamos, pero ya está aquí y eso ayudará a que mi mamá descanse porque ha sido un proceso muy desgastante para ella”, explicó Daniela, hermana de Wilians.
Cecilia se dice aliviada de tener a su hijo en casa. También se dice contenta de haberle cumplido la petición de darle un cuadro con un tejido de punto de cruz con su nombre “Piter”, y también un pequeño peluche de oso con un “Te amo” dentro de un corazón.
“Mi hijo ya podrá descansar y estar cerca de nosotros. Mi hijo aunque dormidito ya está de regreso a casa”, concluyó Cecilia.
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Para conocer más de lucha de Cecilia por encontrar a su hijo puedes leer:
Buscar dentro del laberinto forense de Jalisco: una cruel disyuntiva
Muchas gracias por tu gran apoyo y exelente trabajo, respetuoso afectuoso y empático con las familias un gran ser humano con una actitud positiva y en pie lucha diciendo siempre la verdad, Díos te colme de bendiciones y te proteja siempre
Saludos cordiales Darwin Franco y Gracias !
Dios lo bendiga por tan hermoso relato. Todas las familias que nos falta un ser querido, con tristeza y esperanza, esperamos encontrarlos.!