#FIL2021
Vivir sin miedo nos hace libres. Hablar del miedo que nos impide encontrar la felicidad, nos permite entender que la humanidad no conoce y no identifica la felicidad. Aunado a ello, la alienación a la que cada persona está sujeta en esta sociedad capitalista refleja el máximo acercamiento a la muerte en vida.
Estos y otros cuestionamientos fueron planteados en la presentación del libro “Eutanasia para vivir: volver a la vida en la vida misma” del autor mexicano Martín Achirica, esto en el marco de la 35 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Por Samantha Anaya/@Sam_An16
La obra Eutanasia para vivir: volver a la vida en la vida misma, de Martín Achirica, plantea el cómo en una sociedad superficial, sustentada bajo la idea de la meritocracia, las personas se ven obligadas a construir un personaje que sea compatible con las exigencias del mundo contemporáneo.
“Creamos a este personaje, detrás del que nos escudamos, detrás del que lloramos mientras mostramos una sonrisa actuada, y tal vez podamos engañar a todos, pero siempre nos encontraremos con la única persona a la que no le podemos mentirle: nosotros mismos”.
Además de que cada persona se convierte en un ser alienado, la sociedad actual está cada vez más integrada por individuos, no por grupos:
“Aún estamos afrontando una pandemia, y nos preocupa más la tasa de muertes (porque eso limita nuestras actividades diarias), que las 45 millones de personas que sufren hambre, o las personas que se suicidan, quienes no están en contra de la vida, sino que en realidad quieren dejar de sufrir”.
El libro trae a la reflexión el hecho de que la muerte en vida es perderse a uno mismo, ante un contexto agobiante que exige desprenderse de la vida misma para satisfacer a un sistema que vela en último lugar por la felicidad y la paz.
“La eutanasia sirve para detener el sufrimiento físico. Muchas veces sufrimos en silencio, cada minuto perdemos un fragmento de nuestra existencia que jamás regresará. Mucha de nuestra vida la dedicamos a ser juicios de lo que no entendemos, porque este sistema se beneficia de la división entre los grupos vulnerados, y gastamos esa energía en juzgar y dañar en vez de entender”.
El autor concluye reflexionado acerca de la “muerte en vida”, la cual “nos mantiene presos de un futuro que no existe, y nos condiciona a estar sujetos de las expectativas ajenas”.
El derecho a la eutanasia en México
En el país, la eutanasia está prohibida en el Código Penal Federal; sin embargo, en estados como la Ciudad de México se reconoce el llamado derecho “al bien morir” en la Ley de Voluntad Anticipada, la cual permite se rechacen tratamientos que prolonguen la vida de manera dolorosa.
La voluntad anticipada puede ser entendida como:
“la decisión que toma una persona de ser sometida o no a medios, tratamientos o procedimientos médicos que pretendan prolongar su vida cuando se encuentre en etapa terminal y, por razones médicas, sea imposible mantenerla de forma natural, protegiendo en todo momento la dignidad de la persona” (Art. 1 de la Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal).
Es importante señalar que la voluntad anticipada no prolonga ni acorta la vida, lo que hace es respetar el momento natural de la muerte y favorece la atención y los cuidados paliativos al final de la vida; es decir, ofrece acompañamiento al paciente sin intervención médica durante esta última etapa.
La Ciudad de México fue la primera entidad en aprobar la Ley de Voluntad Anticipada en enero de 2008. Otros estados con un marco legal similar son: Coahuila, Aguascalientes, San Luis Potosí, Michoacán, Hidalgo, Guanajuato, Guerrero, Nayarit, Estado de México, Colima, Oaxaca, Yucatán y Tlaxcala.
En el resto del país, no es legal.
