El precio de una caja de Misoprostol en las farmacias del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) va de los 300 a los 2 mil pesos. Conseguirlo no conlleva las mismas implicaciones para las mujeres y personas con capacidad de gestar que habitan las zonas cercanas a la capital de Jalisco como para quienes viven al interior del estado. Por ello, cada vez más feministas y colectivas se preparan para realizar acompañamientos seguros y amorosos para quienes han decidido interrumpir su embarazo.
La colectiva Hermanas Violeta, quienes trabajan temas de género y feministas en Atequiza, un poblado ubicado en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. Sus integrantes se han capacitado como acompañantas de quienes buscan abortar de forma segura en sus propias casas mediante medicamentos como el misoprostol, evitando el estigma y la criminalización de una sociedad conservadora.
Por Leslie Zepeda @lesszep2 y Keren Santillán @the.only.kxrxn
Ilustración fiestoforo
El académico Francisco Jiménez Reynoso, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), dio a conocer que hay más de 400 carpetas de investigación abiertas en el país por el delito de aborto, esto de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En tanto, de acuerdo con la investigación “Castigar la libertad: La criminalización del aborto en México”, coordinado por CIMACNoticias en Jalisco en los últimos 14 años se han emitido 36 sentencias condenatorias.
La criminalización de las mujeres que abortan es la materialización de la idea que relaciona lo femenino con la maternidad y a esta última como una función obligatoria de los cuerpos de las mujeres y de las personas con capacidad de gestar.
De acuerdo con Google Trends, en los últimos 12 meses del 2020 aumentó un 258% la búsqueda de los siguientes términos: Aborto con misoprostol, venta de misoprostol y misoprostol sin receta.
¿Cómo es ser acompañante en Atequiza, Jalisco?
“El aborto en sí no deja un trauma psicológico como muchos piensan, sino, la sociedad alrededor que te está presionando” afirmó Cinthia, quien hace cuatro meses decidió empezar a acompañar a mujeres en su proceso de aborto junto con su colectiva Hermanas Violetas en Atequiza, Jalisco.
Tras vivir en una ciudad que culturalmente es religiosa, Cinthia afirma que las mujeres o personas con capacidad de gestar no se sienten cómodes practicando el aborto, pues comenta que, “hasta realizarse una prueba de embarazo sanguínea es sinónimo de ser criticada por la sociedad”:
“Sobre todo aquí es difícil por el hecho que si tú quieres hacerte una prueba de embarazo a un laboratorio, todos te conocen y probablemente la persona que te atienda va repartir el chisme por todo el pueblo”.
Por ello, optan por cuidar la privacidad y comprar los medicamentos que utilizan para estos procedimientos a 49,3 kilómetros de distancia, en Guadalajara, Jalisco. Reconociendo la falta de ética profesional en doctores, asistentes o personas que trabajan en clínicas de salud.
Cinthia hasta el momento ha acompañado a ocho mujeres en estos últimos cuatro meses, cinco en línea y tres presencialmente. Ella empezó esta labor tras reconocer el poco acceso que tienen las mujeres a información sobre el tema en su entorno.
Así, se han convertido en un espacio seguro para ayudar a las mujeres que no se sienten listas para llevar a término un embarazo; además de ser una de las organizaciones feministas que se suman a la exigencia “aborto legal, libre, seguro y gratuito”.
Medicamentos comunes para inducir un aborto
Una de las formas de interrupción del embarazo más común en el mundo es a través de medicamentos, así lo informó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, entre los fármacos más utilizados se reconoce al Misoprostol y la Mifepristona, ya sean de uso único o en combinación.
Este método es uno de los principales utilizados en las clínicas especializadas en Interrupción Legal del Embarazo (ILE) que se implementaron en la Ciudad de México desde la despenalización del aborto en 2007.
El medicamento más accesible, por su facilidad de compra es el Misoprostol, es un medicamento autorizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la interrupción inducida de un embarazo, al tomarlo se producen contracciones en el útero, lo que provoca la dilatación del cuello uterino y que permite la evacuación del saco gestacional junto al producto o feto. Por otro lado, la Mifepristona es otro fármaco que ayuda a provocar un aborto.
Abortar en una comunidad que criminaliza el derecho a decidir
Judith, joven originaria de Atequiza, comunidad ubicada en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, decidió abortar el embarazo producto de una relación de más de dos años con un novio 3 años mayor que ella. Él siempre la presionó para mantener relaciones sexuales sin ningún método anticonceptivo y asegura haber vivido episodios de violencia psicológica a su lado.
La última vez que sucedió, ella ya había tomado en dos ocasiones la “pastilla del día siguiente” en el mismo año, por lo que, decidió no tomarlas más. Algún tiempo después corroboró que estaba embarazada tras realizarse una prueba de sangre.
El sujeto desapareció luego de que ella le dijera que estaba embarazada, no sin antes violentarla diciéndole que “era de alguien más”. En ese momento decidió que lo mejor para ella era no llevar a término ese embarazo, pues no estaba en su proyecto de vida, recién había cumplido 19 años y comenzaba a buscar un lugar en la carrera de Químico Farmacobiólogo.
En su proceso de aborto gastó cerca de mil 200 pesos, entre el examen sanguíneo, una caja de misoprostol, una ecografía durante el embarazo y otra al finalizar el aborto para comprobar que ya no había restos del producto. De esa cantidad, su expareja le dio menos de la mitad, 400 pesos, para después no volver a responder sus mensajes.
“Yo pensé, porque él me había dicho que me quería, yo creí que sí se haría responsable o me apoyaría. Pero no, sentí que me dio la espalda, me sentí muy decepcionada”.
Gracias a la prima de un amigo supo que había una forma de abortar de manera segura desde su casa. Judith contactó con un grupo de chicas acompañantas quienes la guiaron en todo el proceso de aborto.
Al radicar en Atequiza, una población de poco más de 6 mil habitantes y donde “todo mundo se conoce” la joven decidió movilizarse hasta la ciudad de Guadalajara para comprar el Misoprostol que le ayudaría a inducirse un aborto, la razón: en su localidad la podían reconocer en cualquiera de las farmacias y comentárselo a alguien de su familia o personas cercanas. Finalmente, logró comprar la caja de medicamento en una farmacia de la cadena Similares, recuerda que fue un lunes, pues ese día hacen un descuento del 15% en todos los medicamentos y terminó pagando 400 pesos.
Cuando llegó el día de inducir el aborto, no estaba sola, estaban a su lado un grupo de acompañantas. Relata que tardó cinco días en arrojar todo el producto de su útero, ella cree que esto se debe a que tenía dos meses y medio de gestación. Además, reconoce que fue un proceso doloroso físicamente, pero también emocional porque debió pasar ese momento sin el apoyo de su familia porque al ser creyentes de la religión católica nunca aceptarían que lo hiciera.
Los días posteriores al aborto el dolor físico en su vientre continuó. Sin embargo, acudió con el ginecólogo para asegurarse de que el residuo total del producto había sido expulsado y así fue, después de esa revisión no ha tenido ningún problema de salud.
Mientras crecía su vientre y se decidía por abortar o no, pensó en continuar con su embarazo, sin embargo, durante una conversación con una madre soltera de su misma localidad se dio cuenta de que a las mujeres no se les pregunta si desean o no vivir la maternidad, que la opción de abortar no existe. Judith decidió abrirse esa posibilidad y continuar con el proyecto de vida que tenía pensado para ella.
Judith asegura que vivió discriminación por haber abortado por parte de conocidos y familia. Llegó a recibir llamadas de hostigamiento donde le insultaban y la señalaban por haber abortado; algo sumamente extraño y peligroso pues sólo se lo había comentado a una amiga, amigo y a su expareja:
“Sí me sentí mal cuando me juzgaron así, me sentía como si el aborto iba a tachar por completo mi vida, porque incluso me preguntaban directamente si yo había abortado Mi psicóloga me dijo que lo que yo viví fue un trauma porque incluso en las noches me despertaba llorando, por lo que sí fue muy difícil salir de eso, pero no me arrepiento”, declara Judith.
Misoprostol y mifepristona en el Área Metropolitana de Guadalajara
En México no se requiere una receta médica para comprar el misoprostol, ya que originalmente fue creado para el alivio de úlceras gástricas; sin embargo, tras ir a 6 farmacias que se encuentran dentro del Área Metropolitana de Guadalajara, solamente tres de ellas venden el fármaco sin receta.
Macro Farmacias es un establecimiento que distribuye productos farmacéuticos. Aquí puedes comprar misoprostol con un costo de 350 pesos, incluso, cuenta con servicio a domicilio.
Farmacias del Ahorro en este establecimiento puedes comprar el medicamento sin receta médica, el precio es de 636 pesos la caja con 28 tabletas de 200 microgramos.
El costo aumenta en Farmacias Especializadas, en este establecimiento la caja de 28 tabletas de 200 microgramos es de 2 mil 900.97 pesos.
En el caso de la Farmacias Benavides, se requiere una receta médica para acceder al medicamento, el cual tiene un precio de 555 pesos.
¿Cómo se usan?
Con el objetivo de brindar información y consejería a las personas con capacidad de gestar, la Organización Mundial de la Salud creó el Manual de práctica clínica para un aborto seguro, actualizado en 2014, en el cual se describen prácticas y recomendaciones para un aborto seguro.
En caso de encontrarse antes de las 7 semanas o 49 días, el protocolo a seguir es ingerir la tableta de mifepristona dentro de 24 – 48 horas, posteriormente de manera oral se toma 400 microgramos de misoprostol.
Si la persona se encuentra entre las 9 semanas o 63 días, el misoprostol puede ingerirse de forma vestibular, vaginal o sublingual en la cantidad de 800 microgramos (única dosis).
También se puede optar por la opción de abortar solamente con misoprostol en el esquema de 9 semanas o 63 días, en el cual se ingiere 800 microgramos de manera vaginal o sublingual hasta 3 dosis de tres a doce horas. Se recomienda hacer un seguimiento clínico para garantizar que se ha consumado el aborto.
Incluso, se puede ingerir únicamente mifepristona en el esquema de 9 semanas o 63 días, se desarrolla de manera oral unidosis de 200 microgramos.
Por otro lado, si se lleva a cabo entre 9 a 12 semanas (63-84 días), el proceso es iniciar de 36 a 48 horas después de ingerir mifepristona, tomar 800 microgramos de misoprostol, seguido de 400 microgramos de manera vaginal o sublingual cada 3 horas hasta la expulsión o hasta 5 dosis.
Es indispensable que la persona con capacidad de gestar se ponga en contacto con un prestador de la salud si presenta sangrado prolongado o profuso (un sangrado abundante que empape más de dos paños higiénicos por una o dos horas consecutivas) fiebre o malestar que dure más de 24 horas.
Así mismo, de acuerdo con la Guía de referencia sobre el aborto con medicamentos, creado por IPAS, Salud, Acceso, Derechos, explica dos maneras de realizar el procedimiento.
El “régimen preferido con mifepristona y misoprostol” con una dosis de 200 microgramos de mifepristona por vía oral, seguida 1 o 2 días después por una dosis de 400 microgramos de misoprostol, administrada por vía bucal, vaginal o sublingual cada tres horas hasta la expulsión del feto.
También comparten cómo hacer el procedimiento cuando no se dispone de mifepristona; el cual consta de una dosis de 400 microgramos de misoprostol, administrada por vía vaginal o sublingual cada tres horas hasta la expulsión del feto y la placenta. En el caso de una mujer que nunca ha tenido partos, la dosis por vía vaginal es más eficaz que por vía sublingual.
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Si te interesa conocer el Manual de práctica clínica para un aborto seguro de la OMS, te compartimos el link:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/134747/9789243548715_spa.pdf?sequence=1
Guía de referencia sobre el aborto con medicamentos:
Página de Facebook del Colectivo Hermanas Violetas: