“¿A dónde nos vamos?” Precaria y sin mejora la situación de las familias afectadas por el desbordamiento del arroyo “El seco”

“¿A dónde nos vamos? Ya nos dijeron que si la casa se cae se va a llevar la de nosotros, pero somos 8 familias y no tenemos a donde ir”, reclama Jazmín, vecina de la colonia Arenales Tapatíos quien ha sufrido las afectaciones del desbordamiento del arroyo El Seco en Zapopan los días 24 y 25 de julio, así como, producto de las más recientes lluvias el pasado 4 de septiembre.

Por Christian Noe Cantero Mora

Sobre la calle Magnetita, se encuentra la casa de la señora Azucena, quien desde hace 24 años es vecina de la colonia Arenales Tapatíos. Cerca de ahí también vive Jazmín junto a su familia, ambas han sufrido las secuelas del desbordamiento del arroyo El Seco luego de las lluvias torrenciales del pasado 24 y 25 de julio que provocaron afectaciones a más de 275 familias de 20 colonias en Zapopan.

El 4 de septiembre este arroyo nuevamente se desbordó tras el paso de otra tormenta. Los daños que han traído consigo estos dos desastres han quedado en la memoria presente de las y los habitantes de esta zona, pero también en múltiples imágenes y grabaciones que han difundido en redes sociales reclamando la atención urgente de las autoridades del Gobierno de Zapopan y del estado.

Un vecino de la colonia Arenales Tapatíos captó en video el derrumbe de una casa que antes se encontraba entre las calles Magnetita y Zinc. La estructura que previamente había sido afectada por el desbordamiento de El Seco colapsó al ser alcanzada por la corriente. De esta propiedad solo ha quedado la fachada.

Los inquilinos de esta vivienda tuvieron que salir huyendo en busca de refugio, mientras que, Jazmín, quien vive a un costado de la propiedad junto a ocho familias -con cerca de 20 integrantes, entre ellos infantes-, no ha conseguido desalojar su casa pese a las advertencias de protección civil, ya que no tienen a donde ir.

Relata que, a pesar de conocer los riesgos, ella y sus familiares no pueden dejar atrás su hogar. Explica que elementos de Protección Civil hablaron con su suegro (dueño de la propiedad) y le mencionaron que existe el riesgo de que su casa colapse junto con los restos  que quedan de la finca colindante. Por ahora, la única medida que les han ofrecido las autoridades es realizar un trabajo “a mano” para quitar poco a poco los restos de la casa y salvaguardar su finca.

Otra de sus inquietudes es que “la valoración económica se devalúa por el terreno donde está construida” dice Jazmín, y es que, advierte que, la valoración que le dieron los elementos de Protección Civil apenas ronda los 45 mil pesos, al tiempo que, quedarán imposibilitados de volver a construir en el mismo espacio y sin una reubicación.

Ahora, esperan vigilantes que las autoridades cumplan con lo que les han prometido y/o les ofrezcan nuevas medidas para salvar su hogar pues reconocen sentirse muy preocupados de no tener a donde ir.

Azucena

Un mes antes de que sucediera el desbordamiento del arroyo, Azucena y otros vecinos de la colonia Arenales Tapatíos reportaron a las autoridades una fuga de agua en las tuberías que rodean sus viviendas. La supuesta reparación, explica, dejó interrumpido el servicio de agua potable para algunas casas.

Tres meses después, con los trabajos de construcción que se están llevando a cabo sobre el arroyo, nuevamente Azucena reporta fugas de agua, ahora ocasionadas por las tuberías rotas que ha dejado la maquinaria con la que se realizan los trabajos en la zona.

“Somos 4 casas que no tenemos agua desde hace tres meses, nos estamos alimentando de una manguera que nos hace el favor un vecino de prestarnos agua. Solo una vez al día se lavan los trastes, no te bañas diario, el agua con la que te bañas lavas el baño, y la ropa te la pones dos o tres veces, dependiendo como esté, porque, o comes,- o vas a la lavandería” comenta Azucena sobre su situación.

Respecto a las obras que buscan contener el cauce del arroyo, comenta Azucena, ni a ella ni a sus vecinos se les ha notificado sobre la construcción y aunque han intentado consultarles a los encargados de la obra, hasta el momento no han tenido una respuesta:

“no dijeron nada, solo llegaron y punto, no dijeron que nos iban a interrumpir el agua, que nos iban a quitar el drenaje, si le quieres preguntar algo al ingeniero está serio, no contesta y la única respuesta que dio fue es que la máquina lo rompió”.

Denuncia que, pese a que no tiene el servicio, la cuota mensual sigue llegando a su hogar y, si bien, ya acudió a las oficinas del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) para reportar la situación y algunos trabajadores acudieron a la colonia estos “no repararon nada”.

Finalmente, Azucena tiene la esperanza de que las obras ayuden a que la tragedia del desbordamiento no se repita.

 

 

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Christian Cantero
Christian Cantero
Estudié periodismo con resaca de injusticia e intenciones de narrar historias que nos demostraran lo contrario. Escribo sobre la comunidad LGBT+, las protestas sociales y sobre cultura... aunque lo mío lo mío sea el fotoperiodismo, los perritos y los videojuegos.

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