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Con los puños en alto, como la ciudadanía hizo en el temblor de 2017, vecinos y rescatistas buscan vida, en medio de una tragedia que –como la mayoría– quizá pudo ser evitada
Texto: Isabel Briseño y Daniela Rea / Pie de Página
Fotos: Isabel Briseño
ESTADO DE MÉXICO.- “Mi hija tiene 22 años, Paola Daniela Campos Robles, estaba con sus dos hijos, una niña, Mia Mayrín Mendoza Campos, de 3 años, y un niño, Jorge Dylan Mendoza Campos de 5 años. Viven en la calle donde se desgajó el cerro, rentaban ahí, el puro cuartito ahí en la esquina. Apenas el miércoles en la noche nos mandamos mensaje, y ya no volvimos a hablar. Mi hija se dedica al hogar, mi yerno es albañil y estaba trabajando, hay mucha piedra, mucha piedra, no sabemos nada”.
En la zona del desastre, la señora Gabriela Robles espera noticias de su hija y sus dos nietos, quienes están desaparecidos y viven en la calle que se desgajó.
Al menos 1 persona fallecida, 1 persona rescatada y 4 viviendas afectadas es el saldo del desgajamiento del Cerro del Chiquihuite, sucedido la tarde de este viernes 10 de septiembre, en el territorio de Tlalnepantla, Estado de México.
“Me siento de la fregada, no puedo ni describir porque no sé nada de mi hija, no sé qué va a pasar con ella. Suben, bajan, suben, bajan, pero no dicen nada, ninguna autoridad se ha acercado; nomás dicen que nos esperemos, no nos dejan ni pasar. Que la ayuda sea lo más rápido que se pueda, es una incertidumbre; no sé nada de mis niños, de mi hija, ya tiene muchas horas y no se sabe nada, nadie dice nada. Que se apresuren las autoridades para saber si hay más gente”, expresó Gabriela Robles.
Hay mucho dolor y mucho enojo entre los habitantes de esta área que, desde hace décadas, se ha registrado como zona de alto riesgo de deslaves, fracturas y hundimientos.
Vecinos de Ticoman se acercaron a los albergues para llevar cobijas, aguas, galletas a las víctimas del desastre.
¿La lluvia o el temblor?
El gobernador Alfredo del Mazo acudió a la zona de desastre y explicó que el desastre pudo ser “por el tema de las lluvias, el temblor que fue hace unos días. Tenemos la información que son cuatro viviendas las afectadas hasta el momento; desafortunadamente una persona fue encontrada sin vida y encontraron a una persona que ya fue rescatada y está en el hospital; se continúa la búsqueda de las demás personas”.
Agregó que había 4 casas afectadas por el derrumbe, pero se debían desalojar otras 80 viviendas que están en riesgo. Hasta las 19:00 horas del viernes se había desalojado la mitad, 40.
“Es muy importante la estabilización de la zona. Se está trabajando en eso porque se pueden seguir moviendo, por eso la importancia de seguir evacuando las casas, 40 ya fueron evacuadas y se estima que 80 deben ser evacuadas para que no haya riesgo. Los trabajos van a continuar entre 3 órdenes de gobierno. Un gran trabajo de los rescatistas que están arriesgando su vida. Se sabe que en una de las viviendas afectadas habitaban 4 personas y se está a la búsqueda de estas personas. El resto de las viviendas no se sabe si estaban o no estaban en su domicilio. Está establecido el centro de mando; que estará permanentemente trabajando para buscar a las personas y prevenir otros incidentes», dijo el gobernador Alfredo del Mazo en la zona del desastre.
Por su parte el alcalde de Tlalnepantla, Raciel Pérez, dijo en una entrevista con Foro TV: «llamamos a los vecinos de la zona a la calma, que permitan el trabajo de los cuerpos de rescate y auxilio, necesitamos tener el área despejada para que se puedan hacer maniobras. Pedimos calma y tranquilidad, estamos habilitando albergues».
«Estamos frente a una situación compleja. Es una ladera muy amplia. Abajo hay un número importante de casas, de habitantes; y definitivamente requerirá de un esfuerzo de mucha coordinación con el gobierno federal y del estado para que analicemos la potencialidad de más riesgos», agregó el alcalde Raciel Pérez en la entrevista.
Riesgos detectados por años
Según el Atlas de Peligros y Riesgos de la Ciudad de México, una de las jurisdicciones donde se encuentra el cerro del Chiquihuite, son varios los riesgos que esta zona enfrenta.
Fallas y fracturas. “La demarcación se encuentra afectada por varias fallas y fracturas de tipo regional. Existe la posibilidad de que algunas de estas estructuras sean activas, en especial las que afectan al Cerro del Chiquihuite en su porción Poniente; de la misma manera, tampoco se descarta que las fallas enmarcadas por los sedimentos lacustres sean activas o se puedan reactivar en el futuro inmediato”.
Procesos de ladera. “A lo largo de su historia se han visto afectadas por fenómenos tectónicos que las fracturaron y fallaron”
Hundimientos: “Se han reportado problemas por hundimiento en las colonias: Tablas de San Agustín, Río Blanco, Tepeyac y Malinche; deslizamiento en: Faja de oro, Cuautepec Barrio Bajo, Cuautepec Barrio Alto, Margarita Maza de Juárez, Compositores mexicanos, Guadalupe Chalma, Gabriela Hernandez, Coyol, Parque Nacional el Tepeyac, Cerro del Chiquihuite y en la autopista México Pachuca”.
En el Atlas de Riesgos, que data del 2014, se dice que se han realizado distintas obras de mitigación para minimizar los efectos que pudiera tener la caída de bloques. “Entre las medidas de mitigación realizadas se encuentran los muros de contención y gaviones. La mayoría de las medidas de mitigación han retenido grandes bloques ya desprendidos, los cuales representan un peligro para los asentamientos establecidos en la parte baja de la ladera”.
En el estudio “Estudio de la ladera occidental del Cerro del Chiquihuite, Ciudad de México mediante SIG y GPS”, realizado en el 2009, se advierte que el crecimiento de la población y la búsqueda de lugares para vivir, ha obligado a las personas a asentarse en zonas de riesgo, como laderas con pendientes abruptas en el Cerro del Chiquihuite.
“El Cerro del Chiquihuite es un ejemplo de lo inadecuado que puede ser el establecimiento irregular de cientos de familias a lo largo de zonas no aptas para zonas habitacionales”.
“El estado en que se encuentran los habitantes de los alrededores del Cerro del Chiquihuite sigue siendo de alto riesgo. A pesar de las medidas para reforzar la seguridad éstas no necesariamente resultan suficientes, sobre todo porque se sigue extendiendo la mancha urbana”, dice el estudio.
Otras víctimas de Tlalnepantla
El domingo pasado, la joven de 19 años Ana Karen García fue arrastrada por una corriente de agua desde Tlalnepantla. Después de días de búsqueda, su cuerpo fue encontrado a 80 kilómetros de distancia, en la presa Endhó en Tula, Hidalgo. Ante el desastre causado por los caudales de agua, el alcalde Raciel Pérez respondió que esas obras debían ser realizadas por la Conagua y la Comisión de Aguas del Estado de México, pues los caudales de agua llegan desde el cerro del Chiquihuite y la Sierra de Guadalupe.
En el año 2000 una persona murió luego del desprendimiento de toneladas de rocas, lodo y escombros por lluvias en la colonia Lázaro Cárdenas segunda sección. En otra ocasión 4 casas se derrumbaron después del desprendimiento de una barda por fuertes lluvias.
Un bloque de roca cayó en 1998. Éste rodó por la calle hasta la zona urbanizada y afectó varias viviendas en la calle Coatlicue en la colonia La Pastora. A raíz de ese hecho se construyó un muro de amortiguamiento.
En el cerro del Chiquihuite están instaladas antenas de telecomunicaciones. Desde su cima transmiten Canal del Congreso, Capital 21, Canal 22 y Secretaría de Cultura, Tv Azteca, Grupo Imagen, IPN; también instalaciones las redes de Telcel y de radio transmiten señales de grupo Radio Centro, Instituto Mexicano de la Radio y NRM Comunicaciones y MVS Radio.
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Este texto se publicó originalmente en Pie de Página:
“Hay mucha piedra y no sabemos nada”. El Chiquihuite, una tragedia anunciada