A semanas de la fecha en la que el relleno sanitario Los Laureles debía dejar de recibir basura, las actividades de cierre tienen un avance de sólo 33%. El Gobierno de Jalisco una vez más se comporta como cómplice de la gestión criminal de la basura en la ciudad e incumple la recomendación 18/2020 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que estima a más de 180 mil personas víctimas del vertedero.
Por Ximena Torres / @ximena_tra
Según los y las integrantes de la organización civil Un Salto de Vida (USV), el relleno sanitario metropolitano Los Laureles, ubicado en Tonalá y dirigido por la empresa Caabsa Eagle, ha tenido una gestión irregular y criminal de la que las autoridades estatales y nacionales son cómplices. Eso ha tenido un daño irreparable para el medio ambiente y para las personas que habitan alrededor del vertedero, en todos los ámbitos de su vida.
A la contaminación por la basura que llega a Los Laureles desde Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá y El Salto, se suma la producida por el corredor industrial de la misma zona periférica, señalado como responsable de descargar sus desechos en el Río Santiago. Así se compone el “infierno ambiental de El Salto”, un referente nacional de lo que no debe pasar en ningún sitio, explican en USV.
Es gracias a lucha de activistas y pobladores de El Salto, Juanacatlán y Tonalá, que se ha conseguido poner un alto a distintos desastres ambientales simultáneos que rodean este territorio. Por ejemplo, en 2019 después de un incendio provocado en Los Laureles, que duró cinco días, las organizaciones exigieron que no se alargara la vida útil del relleno. El 17 de septiembre del mismo año, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, anunció el cierre progresivo del vertedero en 24 meses. Es decir, se concretaría en septiembre de 2021.
A menos de un mes de la fecha acordada, el Plan de Cierre, Rehabilitación y Abandono (PCRA) de Los Laureles tiene un avance de sólo 33%, según indica el reporte mayo-junio 2021 de Caabsa Eagle.
Después de que esta situación se diera a conocer en los medios de comunicación hace apenas unos días, las autoridades estatales dieron un mensaje contrario a los compromisos que habían hecho y aseguraron que el cierre del relleno recién iniciaría en septiembre de 2021.
El incumplimiento del plazo de cierre es inaceptable para las víctimas del vertedero. Que Los Laureles siga recibiendo 3 mil toneladas de basura diaria, como lo informó el Gobierno de Jalisco el 9 de agosto, implica que los mantos acuíferos, el arroyo El Popul y por lo tanto el Río Santiago, continuarán como el destino de los lixiviados por mayor tiempo.
Diferentes medios de comunicación, habitantes de El Salto y organizaciones de la sociedad civil, tienen registros audiovisuales y análisis de calidad del agua que prueban que hay escurrimientos y fugas de los líquidos de la basura, aunque las autoridades lo niegan. Además, los informes de Caabsa muestran que solo han tratado un 16% de los lixiviados que se tienen almacenados.
Al tratado deficiente de ese material contaminante se suma que, en las tareas de cobertura de los residuos con tierra, se ha avanzado 20%. Gerardo Bernache, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), explicó en una rueda de prensa ofrecida por Un Salto de Vida, que si este trabajo no se hace correctamente los lixiviados seguirán generándose por las lluvias, aún después del cierre del vertedero.
El reporte de avances del PCRA también indica que no se ha hecho nada para manejar el biogás que surge de la basura. El doctor Bernache advierte que los riesgos de esa omisión son altos, pues el gas metano es altamente explosivo. Agrega que, hasta ahora, en Los Laureles sólo hay algunos pozos profundos para liberar el hidrocarburo al aire libre, pese a que es muy contaminante.
Adicionalmente a los retrasos e inconsistencias que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco (SEMADET) niega, Caabsa Eagle está negociando pagos adicionales con los gobiernos municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) para los procesos de cierre y rehabilitación.
“¿Por qué no están dispuestos a correr con el costo de cierre, rehabilitación y abandono de Los Laureles si tienen la concesión desde los años 90?” se le preguntó al presidente del Grupo Caabsa en la rueda de prensa ofrecida el 15 de agosto. “Estamos analizándolo con los presidentes municipales” fue su única respuesta.
Los incumplimientos al PCRA no son los únicos, en Un Salto de Vida resaltan el estatus de la recomendación 18/2020 que la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) hizo en junio de 2020 respecto al “funcionamiento irregular” de Los Laureles. En la resolución calculan que más de 180 mil personas han sufrido violaciones sistemáticas a sus derechos humanos de legalidad, seguridad jurídica, a la salud, medio ambiente sano, al agua y a la vivienda digna y decorosa.
De las nueve recomendaciones que la Comisión hizo a la SEMADET, a la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROEPA) y a la Secretaría de Salud Jalisco, únicamente tres se han cumplido parcialmente.
Entre las peticiones que las autoridades han omitido se encuentran vigilar que el cierre del relleno sanitario se cumpla septiembre en 2021 y realizar el diagnóstico toxicológico de los riesgos y daños a la población aledaña por los contaminantes emitidos, que la Secretaría de Salud se negó a hacer por estar “materialmente imposibilitada”.
A pesar de la negativa, existen otras pruebas que demuestran que la población padece problemas gastrointestinales, respiratorios, en la piel, ojos y alteraciones en la sangre debido a la contaminación emitida en Los Laureles. Entre ellos el estudio de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí que el Gobierno de Jalisco mantuvo oculto por 10 años.
En dicha investigación se identificó que había sustancias tóxicas reconocidas en los lixiviados dentro de los cuerpos de menores de edad que habitaban alrededor del vertedero. Cadmio, mercurio, plomo y benceno entre ellas.
Tampoco se ha cumplido la recomendación a la PROEPA y SEMADET para que reparen el daño a las personas afectadas. Los y las habitantes de Un Salto de Vida se acercaron desde septiembre de 2020 a la Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana para que fuera la autoridad de primer contacto con la que iniciarían su reconocimiento como víctimas. Con ese fin se acordaron mesas interinstitucionales de trabajo, pero hasta ahora no se han llevado a cabo porque la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV) ha entorpecido el proceso.
Desde USV exigen que la reparación sea inmediata e integral, no solo en términos económicos individuales. Ante la actitud indiferente de Caabsa Eagle resaltan el proceso de rehabilitación del territorio dañado, para que sus comunidades vuelvan a ser un espacio en donde se viva con dignidad.
“No vamos a permitir que abandonen el lugar sin restaurarlo sólo porque ya no les es productivo” dicen en la organización.
A las autoridades les piden que establezcan garantías de no repetición, que dejen de ser cómplices de la empresa y que le exijan que cumpla con el trabajo para el que la contrataron respetando ley.
Entre los y las demás habitantes de la ZMG desean hacer conciencia para una gestión de la basura comunitaria y más empática.
“Los camiones no son herramientas mágicas que desaparecen la basura, la llevan a las casas de otras personas, donde los residuos invaden y envenenan vidas”, dicen.
Una historia en riesgo de repetirse
Aun con los retrasos, el cierre del relleno sanitario Los Laureles se aproxima, por lo que el pasado 16 de agosto el Gobierno de Jalisco presentó su “Nuevo modelo de gestión de residuos” para la Zona Metropolitana de Guadalajara. Como parte del plan anunciaron la apertura de un nuevo vertedero en el municipio de Tala, al que oficialmente llaman Centro Integral de Economía Circular (CIEC), nuevamente dirigido por Caabsa Eagle.
Según lo expuesto, el CIEC será un complejo industrial que facilitará el “manejo adecuado de los residuos orgánicos para su categorización y revalorización”. Es decir, para que la basura sea separada y reusada o reciclada.
Sin embargo, los y las habitantes de Tala, organizaciones defensoras del medio ambiente y expertos en el tema se han declarado en contra del proyecto que reemplazara Los Laureles.
La organización civil sin fines de lucro Anillo Primavera explica que el nuevo vertedero se ubicará en el corredor biológico que vincula el Área Natural Protegida del Bosque de la Primavera con el Volcán de Tequila. Además, estará cerca de Río Salado, un vínculo hidrológico entre La Primavera y La Presa de la Vega.
Las afectaciones serán para la fauna que transita por el corredor biológico y los mantos acuíferos que se contaminarán por los lixiviados, declara la ONG. Por tal motivo, la construcción del basurero representa malas noticias para la conservación del bosque.
El domingo 15 de agosto un grupo de habitantes de Tala se manifestaron en contra del vertedero por los daños ambientales y a la salud que prevén en las zonas alrededor con su construcción. También hicieron referencia al mal trabajo en que Caabsa ha hecho y a llamaron una “empresa de muerte”.
En la rueda de prensa del día siguiente el director de la SEMADET y el Jefe de Gabinete del Estado aseguraron que los problemas con los lixiviados no se repetirán porque los líquidos serán aprovechados en los procesos de valorización (obtención de materias primas gracias al reciclaje). Por la misma razón el CIEC no contempla una planta de tratamiento de los jugos de la basura, como tampoco la tenía Los Laureles.
“La idea es disminuir la cantidad de lixiviados para que no haya riesgos de emisión, como lo que sucedió (en Los Laureles)”, dijo Sergio Graf, quien está al frente de la SEMADET, en la rueda de prensa sobre el nuevo modelo de gestión de residuos.
Las afirmaciones no son suficientes para los y las integrantes de Un Salto de Vida, que después de lo vivido opinan:
“Debemos recordar que Caabsa Eagle tomó las riendas de Los Laureles como un centro de procesamiento de residuos en 1994 y que terminó convirtiéndose en un vil vertedero a cielo abierto desde 1996. Pues el famoso CIEC Tala no tiene un fin distinto mientras CAABSA esté a cargo”.
“No más basureros comunitarios”, exigen en la organización. Es momento de que cada municipio y cada ciudadano gestione de mejor manera sus residuos, dicen ellos y ellas.